SOSTENIBILIDAD
Luis Alberto Rodrigo Aramayo
Bolivia
Promoción 2011-2002
ALSTOM TRANSPORTE
Cuando yo estudié el máster de calidad aun no se incluían los aspectos ambientales en el mismo, como tantas otras cosas, el máster ha evolucionado en estos años y ahora sí recoge estos aspectos, tanto en el programa oficial como en la estrategia de EOI.
En estos años ha sido fácil observar cómo las empresas han asumido, quizás al principio un poco a regañadientes, que el desarrollo tiene que ser compatible con un uso mantenido de los recursos físicos. Todos hoy asumimos con facilidad que debemos dejar a nuestros hijos un mundo que heredamos de nuestros padres y que es cadena debe de continuar, sin que ninguna generación dilapide la herencia.
En las empresas modernas hemos desarrollado, ya desde hace años, los sistemas de gestión ambiental UNE EN ISO 14001, primero como algo más o menos exótico, después como ventaja competitiva y por ultimo como una necesidad más. La gestión de los aspectos ambientales con las herramientas de ISO 14001 es una forma sencilla de resolver parte de la problemática, nos ayuda a recoger los requisitos de aplicación (que tienen a infinito gracias a una cierta incontinencia legislativa de nuestras autoridades), a identificar nuestros aspectos ambientales, es decir, cómo nos relacionamos con nuestro entorno, con ello a seleccionar aquellas medidas, o control operacional, que hace que los aspectos estén controlados, y por último nos diseña un sistema de medición para verifica todo lo anterior.
Todo ello está bien, muy bien es más, pero ha llegado a ser insuficiente, en mundo en el que debemos de gestionar además la continuidad de las operaciones, de la generación de valor, en el largo plazo. Entramos entonces no ya en la gestión ambiental, sino en el concepto de sostenibilidad, es decir, en hacer las cosas de tal manera que no expoliemos los recursos finitos que hemos heredado, como veíamos antes. La sostenibilidad incluye, por supuesto, que la empresa pueda seguir existiendo, generando para ello el valor suficiente para los accionistas y para la sociedad. Un visión de la sostenibilidad exclusivamente focalizada en la conservación del medio natural, con ser esto muy importante, no es útil, porque no es realista. Las empresas tienen que poder sobrevivir para que la sostenibilidad tenga sentido.
Vemos, por tanto, no ya una gestión ambiental sino una cultura de la sostenibilidad que se ha ido extendiendo poco a poco. Y así hemos vistos desarrollar cosas como:
La optimización de los consumos energéticos, porque lo más sostenible es gastar menos
El desarrollo y uso de fuentes de energía más limpias, como la eólica y la solar
La reducción de residuos, por ejemplo mediante la optimización de embalajes
La reducción, reutilización y reciclado de papel, reduciendo el consumo de madera y la explotación de los bosques
La reducción, reutilización y reciclado del agua, bien escaso para millones de personas
La gestión ordenada de residuos peligrosos, mediante los gestores autorizados (da grima pensar donde iba todo esto hace 20 años)
La protección del suelo, caudales de agua y la atmósfera
La reducción de la emisión de gases con efecto invernadero, empezando por la de CO2
Etc.
Los ejemplos tienden casi a infinito y nos van siendo muy familiares, pero no es solo eso. La sostenibilidad como cultura es algo que supera las barreras de las actividades empresariales para saltar a la vida corriente y común de todas las personas.
Todos somos capaces de colaborar a una sociedad sostenible, la mayoría de las veces con pequeños gestos, pero que unidos nos dan una poderosa fuerza. Como trabajador de ALSTOM lo primero que me viene a la memoria es el transporte colectivo como un elemento de reducción de los impactos en el medio ambiente. El uso del ferrocarril, en todas sus versiones, desde un AVE al metro ligero, que consume energía limpia, energía eléctrica, es una solución de transporte sostenible. La tecnología nos acompaña, pues cada vez somos capaces de diseñar motores de mayor eficiencia, es decir, que son capaces de mantener las prestaciones al tiempo que reducen sus consumos. Muchos podemos coger el metro para ir a trabajar, ahorrando así emisiones, ruidos y consumos. Todos podemos usar el agua potable de forma más racional, usando grifos con reductores de caudal, pero también simplemente cerrando esos grifos. Todos podemos llevar los periódicos (y folletos publicitarios, y embalajes del super, etc.) a los contenedores de reciclado. Todos sabemos que tirar una botella de vidrio a la bolsa de basura orgánica es una barbaridad. Todos sabemos todas estas cosas y poco a poco las vamos haciendo. A favor de ellas está la presión que nuestros hijos hacen pues ellos ya se han educado en esta cultura, son ellos los que ya exigen a sus padres un comportamiento sostenible. Y ya saben lo convincente y tozudo que puede ser un niño.
En Alstom conscientes del peso que una empresa como la nuestra puede tener en su entorno, hemos desarrollado un Estatuto de Desarrollo Sostenible con nuestros proveedores, dentro de un ámbito profundamente ético. Adhiriéndose a la iniciativa Pacto Mundial de Naciones Unidas, que invita a las empresas a adoptar, respaldar y llevar a la práctica un conjunto de valores fundamentales en materia de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y ética, Alstom se compromete a cumplir las normas más estrictas de conducta y ética empresarial, que se resumen en el Código Ético de Alstom, disponible en su sitio web (www.alstom.com). El Código Ético nos proporciona la referencia de conducta empresarial apropiada en el día a día a todos los empleados del grupo. En cuanto a sostenibilidad, este pacto incluye aspectos como el mantenimiento de los recursos, la reducción de residuos, la reducción del uso sustancias toxicas, la reducción de las emisiones de CO2, etc.
Luis Alberto Rodrigo Aramayo
Bolivia
Promoción 2011-2002
ALSTOM TRANSPORTE