Cómo dar un buen feed-back
«No digas lo que piensas, pero piensa lo que dices»
Gabriela Mistral
Feed-back es uno de esos «palabros» que se han colado en el argot cotidiano de, entre otros campos, el mundo empresarial y profesional. Aunque pudiera utilizarse su equivalente en castellano (retroalimentación) lo verdaderamente relevante no es cómo llamarlo sino su enorme potencial como palanca para la mejora profesional, pero hay que saber darlo de forma adecuada (y recibirlo también, claro) para poder maximizar sus beneficios.
Aunque puede haber diferentes tipos de feed-back, me refiero sobre todo a la opinión o evaluación del desempeño de una persona o grupo de personas que da un interlocutor como retorno sobre la realización de un trabajo o tarea, y es la base de un proceso en el que las personas adquieren, comparten y generan conocimiento. A través de este feed-back se deben revelar los puntos positivos en dicha realización, pero también aquellos a mejorar, es decir, tiene que ser constructivo tanto en el halago como, especialmente, en la crítica.
En el mundo profesional, debe ser un proceso más metódico, objetivo y estructurado que en otros contextos. Algunos consejos para mejorar la capacidad de dar un adecuado feed-back podrían ser:
- Da feed-back de manera frecuente en vez de hacerlo semestral o anualmente
- Ten claro el objetivo que se persigue con el feed-back para enfocarlo mejor
- Lleva la conversación preparada, incluso realizando un borrador, con el fin de poderte centrar en los aspectos más relevantes de acuerdo con los objetivos fijados
- Nunca des el feed-back estando enojado
- Céntrate en hechos concretos y sé específico evitando generalizaciones («siempre», «nunca», «todas», «ninguna»…)
- Sé honesto pero mantén la capacidad de empatía y la sensibilidad para no hacer daño de forma gratuita
- Evita los juicios de valor
- Céntrate en el comportamiento y no en la persona, intentando ser lo más objetivo posible
- Mantén un equilibrio entre los hechos positivos y aquellos que deban mejorarse. Probablemente, es aconsejable comenzar por los aspectos positivos
- Escucha y presta atención de lo que exprese el interlocutor. No se trata de un monólogo sino de un diálogo
- Comprueba periódicamente que los puntos que vayas tratando se entienden adecuadamente
- Al hablar de los aspectos a mejorar, sugiere también soluciones, tanto operativas como actitudinales
- No des feed-back individual delante de otras personas
Con un poco de atención y algo de práctica, se puede ser muy efectivo dando feed-back, aunque la tarea es mucho más compleja si tienes la sensibilidad del jefe de Dilbert