Sorpresa en el supermercado
Resulta, queridos lectores, que ayer iba yo tan tranquilo paseando por el centro Comercial Islazul de Madrid, cuando decidimos que nos apetecía entrar al clásico supermercado del final del pasillo, que ocupa siempre una dimensión similar a 1/4 del total de m2 habilitados, para disfrutar de una visita a la zona de libros y de la compra de una fastuosa Coca-Cola.
Pues bien, mi sorpresa llegó en una primera versión, Sorpresa V.1.0, en cuanto vi una zona de Merchandising, la cual me fascinó debido a que es muy complicado encontrar este tipo de mercancías en Supermercados. (En mi próximo blog, podréis leer de qué hablo y a qué me refiero). La zona de libros siempre tuvo posters y demás pero no figuritas, ni huchas, ni juguetitos de películas… se ve que la crisis no afecta a todos los sectores igual.
Continuando, llegué a la caja para pagar mi deliciosa bebida, y fue cuando algo me llamo soberanamente la atención. No había carteles ni letreros con el nombre/logo de la empresa, algo no cuadraba a mi alrededor, mi mente se nublo por un momento y estuve al borde del paro cardíaco, pero fue entonces cuando recurrí a la sabiduría del extrovertido y ni corto ni perezoso llamé a una de las cajeras por su nombre, localizado en una chapa (QUE NO LLEVABA EL LOGO DE LA EMPRESA) y con mi cara de asombro y piel nevada la dije, ¿dónde estoyyy…. :S? ¿qué clase de supermercado es este? ¿Quiénes sois? Se que suena a película de terror, pero demonios, ERA una película de terror, no había hilo musical, ni ofertas acerca de los detergentes del pasillo 18, tenéis que comprenderme.
Fue entonces cuando llegó la Sorpresa V.2.0, Se llamaban «Lecrerc», y como no tenía ni idea de que era eso, he investigado y resulta que:
Este supermercado antes era un Eroski, resulta que el grupo Eroski ha vendido los 7 supermercados que tenía en Madrid al grupo francés Lecrerc debido a las necesidades económicas y de refinanciación por las que pasa la empresa. Y hombre, es un detalle curiosos cuanto menos. Primero Carreofur y ahora E Lecrerc, los franceses van a vendernos nuestros propios tomates a precio de importación!
En fin… menudo susto.