Visitas a los juzgados

Durante las vacaciones navideñas nuestro profesor del módulo de Recursos Humanos, Pedro Guanche, nos encomendó la actividad de asistir a juicios en los juzgados de lo social y que realizásemos un breve post comentando dicha situación.

En la mañana del 4 de enero decidí avisar a un compañero del máster y le propuse que fuésemos a los juzgados y así adelantábamos la tarea, ya que en esa fecha andábamos desahogados de trabajos y sin clases.

Después de buscar aparcamientos por Viapol durante 15 minutos, para poder ahorrar la zona azul, y pasar un control de seguridad que nada le envidia al de los aeropuertos, conseguimos entrar en los juzgados de lo social. Subimos a la primera planta y después de abrir y buscar varias puertas de juzgados sin premio alguno, nos dignamos a preguntar a dos funcionarios que allí se encontraban. Y, para nuestra sorpresa, nos comunicaron que ese día no se celebraba ningún juicio de lo social. Entonces me pregunté: ¿no existe un enorme atasco judicial en nuestro país? Si es así, ¿por qué no se celebraba ningún juicio un 4 de enero? día completamente laboral. Pero, cómo decimos los futboleros, voy a “echar el balón el suelo” y siendo benévolo voy a pensar que sería una mala fecha para citar testigos, peritos, etcétera y que posiblemente provocaría la suspensión de algún que otro juicio.

Visto lo anterior, tuve que volver a ir otro día a los juzgados de lo social y esta vez si corrí con más suerte. Asistí a dos juicios y la verdad que me resultaron muy entretenidos e interesantes. Ambos trataban despidos de trabajadores y el motivo del juicio era decidir si éstos eran despidos procedentes o improcedentes. Bajo mi punto de vista, ambas situaciones se podrían haber evitado realizando un buen proceso de selección, pues los dos trabajadores demandantes me resultaron algo ingratos (sin ánimo de ofenderlos) por su manera de hablar y actuar, y estoy seguro que realizando el, ya mencionado, proceso de selección correctamente se podrían haber evitado llegar hasta ese punto.

Y como he aprendido durante el módulo de Recursos Humanos y a modo de conclusión:

“es fácil incorporar, y muy difícil reducir personal”.

 


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