Trágame tierra

Creo que no me equivoco al pensar que todos, a estas alturas de la película, nos hemos visto alguna vez en estado de “trágame tierra” como consecuencia de un mensaje mal transmitido.

Son cosas que pasan y creo que lo mejor es no obsesionarse, pero ahora que tenemos algunas claves para la comunicación eficaz, no deberíamos escatimar esfuerzos en intentar interiorizarlas para que nuestra actitud y nuestros mensajes tengan la fuerza y la credibilidad que merecen.

El pasado sábado acabamos la clase haciendo un resumen de todo lo aprendido a partir de las llamadas 5 C de la comunicación efectiva: Coherencia, Confianza, Control, Compromiso y Conversación. De todas ellas me vi muy identificada con esta última al recordar cómo, lo que Jorge Maidana llama la “conversación mental interna”, afecta a la comunicación.

Hace años, en plena adolescencia, mi amiga Miriam me dijo : “María, tu no piensas, tu centrifugas”. En ese momento me di cuenta de que tenía que sacar muchas cosas de mi cabeza y dedicar tiempo a archivar todos esos pensamientos cruzados, desordenados y casi siempre fugaces, que tanto me bloqueaban. No era consciente de estar transmitiéndolo a los demás, pero la realidad era bien distinta.

Al final todo es cuestión de práctica y, aunque no es fácil cambiar patrones de pensamiento que se han acomodado en nuestra forma de ser, podemos acabar con ellos siempre y cuando los hayamos identificado. Por eso creo que éste es el primer paso que debemos dar antes de lanzarnos a poner en marcha los consejos que recibimos el pasado fin de semana, porque una vez sepamos qué es lo que nos frena, podremos esquivarlo con mucha mayor facilidad.

 


EL NÚMERO ÁUREO

Como dijo Santo Tomás de Aquino: «Los sentidos se deleitan con las cosas que tienen las proporciones correctas».

Pues de eso va este artículo, de la proporción aurea y cómo las matemáticas, o las relaciones matemáticas que podemos establecer entre diferentes aspectos de aquello que observamos, son capaces de provocar en nuestros sentidos un «bienestar» a la hora de percibir. Una de esas relaciones se ha repetido en la historia, siendo desde Vitruvio a Le Corbusier una constante en la búsqueda de la proporción perfecta. En la búsqueda de nuestro arquetipo de belleza. En algunos textos, la podemos encontrar como la “divina proporción” o “el número de oro”.

La expresión aritmética que devuelve a la realidad esta expresión, o por lo menos, nos la presenta de una manera menos literaria es:

1,6180339887= Φ (Phi, Iniciales del Arquitecto clásico Fidias)

Si intentamos, geométricamente representar este controvertido número, tendremos que dibujar un simple rectángulo cuyo lado más largo, es el resultado de multiplicar el corto por 1,1618. Muchos de los objetos cotidianos que utilizamos a menudo cumplen esta regla. ¿Casualidad? o tal vez, que estas formas proporcionadas a través de este coeficiente nos resultan más agradables…

Por otra parte  fenómenos de nuestra naturaleza, se rigen por esta proporción. Resulta curioso y os invito a investigarlo, ya que elementos tan dispares como la disposición de semillas de un girasol, la espiral de las conchas de algunos moluscos y los brazos de nuestra Vía Láctea se armonizan en torno a esta proporción.

Cuando manifestamos admiración al observar un  cuadro, una buena presentación o simplemente un elemento de la naturaleza, esté o no, gráfica o matemáticamente implícito nuestro maravilloso número, creo que nos hace florecer los sentimientos de belleza y admiración… que al final, de alguna manera se aproximan a estas proporciones. Se aproximan al “Número Áureo”.


Más que palabras

Es imposible no comunicar. Me quedo con esta frase pronunciada al principio de la sesión sobre comunicación y presentaciones eficaces. La frase es el principal axioma de la Teoría de la Comunicación de Paul Watzlawick y si lo piensas un instante, te das cuenta que es cierto.

Aunque hay matices. Buscando en internet sobre la frase y las ideas de Watzlawick he encontrado aportaciones interesantes. Como la que distingue entre el significado de las palabras que se produce de un modo voluntario (comunicativo) y el significado de los signos involuntarios que  lo hace de otro modo (no comunicativo). Son dos modos distintos dentro del proceso: de comunicación y de no comunicación. Entonces ¿sí se puede no comunicar?. Lo cierto, según estas teorías, es que no todo comunica, pero sí todo significa.  Y de una forma u otra nos estamos comunicando.

En realidad viene a ser lo mismo que la diferenciación entre el lenguaje verbal y no verbal del que vimos algunos ejemplos en la sesión. Pero para mí el principal matiz está entre lo que podemos controlar y por tanto comunicamos de manera voluntaria y aquello que comunicamos de forma no intencional, subyacente que revela lo que las palabras quieren ocultar. Podemos medir nuestras palabras y saber lo que queremos decir y hacerlo (sobre todo si hay una buena preparación detrás, incluidas las improvisaciones…) pero los signos, muestras de nerviosismo, temblores físicos o en la voz no podremos evitarlo.

 

¿O sí?  La clave está en creernos lo que queremos comunicar y para que ello le llegue a los demás no sólo valen las palabras.

 

La boca puede mentir, pero la mueca que se hace en ese momento revela, sin embargo, la verdad.

Friedrich Nietzsche

 


El Miedo Escénico

En una sociedad como en la que vivimos en la actualidad, la capacidad de comunicarse se ha convertido en una herramienta indispensable para poder tener éxito en todos los ámbitos de nuestra vida; desde el ámbito personal para poder ir a la consulta del médico a contar un problema de salud, hasta el ámbito profesional en el que el éxito de un proyecto dependerá entre otras cosas de cómo lo presentemos a nuestro cliente.

¿Y qué pasa si esa capacidad de comunicación desaparece debida a un temor tan irracional como es el llamado miedo escénico? Para aquellos que nunca lo han padecido, el miedo escénico se puede manifestar de muy diversas maneras siendo una de ellas en forma de temblores. Este temblor empieza por la punta de los dedos del pie y va escalando por las piernas hasta llegar a las manos. Desde éstas sube hasta la voz apoderándose de ella para finalmente llegar al cerebro bloqueándolo de tal manera que se acaba perdiendo la mejor de las facultades que nos diferencia de los animales, la capacidad de comunicación.

Pero por suerte para el ser humano existe otra característica innata a él que es la capacidad de superación. No hay nada como ser conscientes de la existencia de un problema para que una vez reconocido y aceptado se puede solucionar. Y para ello no hay más que poner en práctica las ayudas que se nos han presentado para superar el miedo escénico como puede ser el pensar que el público es benevolente, lo cual así quedó demostrado por el grupo del Executive MBA y por el profesor del curso de Comunicación y Presentaciones Eficaces Jorge Maidana.

Gracias a tod@s por la empatía y el compañerismo mostrado.

Saludos,

José Abad.

«El mayor error que una persona puede cometer es tener miedo de cometer un error» – Elbert Hubbard.


Aprendizaje

No sabía con que inaugurar este blog, así que se me ha ocurrido que sería buena idea compartir mi aprendizaje personal.

Tras una trayectoria personal y profesional con victorias y derrotas, en las que he tenido que ir tomando decisiones, unas más acertadas que otras, he aprendido (y me ha costado mucho) a relativizar los éxitos y los fracasos para ser feliz. Creo que hay que dar a las situaciones la importancia que realmente tienen.

He comprendido con el tiempo, que de los fracasos y errores se aprende y que no importa si algo sale mal. Cuando uno se cae, está obligado a volverse a levantar. Lo importante es haberlo intentado y no lamentar no haberlo hecho y pensar  ¿qué hubiera pasado si…?

Esto que escribo en unas pocas lineas, a mí me ha supuesto aprenderlo en mucho tiempo.  Pero a día de hoy, disfruto del día a día, luchando, por conseguir mis objetivos y mis sueños, manteniendome optimista. En mi vida, elijo de quien me rodeo y hago lo que me gusta.

Ahora, afronto el futuro con ilusión y sin miedos. Me encuentro preparada para lo que venga, ahora mismo dentro de la experiencia EMBA. Un compañero comentó que para alumnos de otras ediciones, el vivir este master, había supuesto un antes y un después. Yo estoy convencida que para mí va a ser así, en lo personal y en lo profesional, principalmente por la gente de la que me voy a rodear durante los próximos 15 meses.

Os animo a que aprendáis a ser felices!

www.youtube.com/watch?v=y6Sxv-sUYtM

 


Tu percepción condiciona tu comportamiento

Esta familia con noventa y pico millones de visitas vive de hacernos creer que el perro dice «I love you»….el perro sólo copia para que le den una galleta perruna.

Cuando la semana pasada nos dijeron la frase «Tu percepción condiciona tu comportamiento» estuve pensando en ejemplos del día a día que pudiesen ejemplarizar esto. Buscaba ejemplos con personas, pero creo que he encontrado uno que intensifica aún más este concepto. Cómo somos capaces en muchas ocasiones de oír y ver lo que nos interesa o queremos creer….


La tarea de elegir nuestra educación

“El mayor progreso de la capacidad productiva del trabajo, y la mayor parte de la habilidad, destreza y juicio con que ha sido dirigido o aplicado, parecen haber sido los efectos de la división del trabajo”

Adam Smith en «La riqueza de las naciones» 1

La especialización y la destreza o juicio, sea o no en forma de mejoras tecnológicas, siguen siendo hoy factores fundamentales para aumentar la productividad. Sin embargo el mundo ha cambiado mucho desde que Adam Smith escribiera La riqueza de las naciones, y especialmente ha cambiado la propia velocidad del cambio.

Los profesionales actuales debemos ser capaces no sólo de conocer nuestra área de trabajo sino también como se relaciona con la sociedad y otros aspectos de la economía. Además hemos de saber asumir los cambios, aprender deprisa y estar en constante renovación.

Todo esto puede entenderse hoy día, entre otras cosas, como saber moverse en las redes sociales, conocer el impacto de las TICs en el modelo de nuestro negocio o digerir la imposible cantidad de datos disponibles que nos dicen hacia donde ir y que aprender en el futuro. La experiencia dice que esto es aplicable tanto a librerías, ayuntamientos o talleres de neumáticos.

Esta realidad (no tan nueva) impacta profundamente en la aproximación a la hora de elegir nuestros itinerarios curriculares y formativos. El catálogo de opciones existentes en el sistema (por no llamarlo mercado) desde la educación secundaría hasta el postgrado es inmenso. A mí en ocasiones me da vértigo ver un catálogo universitario y saber todos los masters y posgrados que no he cursado ni cursaré jamás. Así, no debemos perder la perspectiva y entender que cierto conocimiento, aunque útil en el presente, es mutable y válido tal vez para incorporarnos a un campo nuevo o actualizar conocimientos pero no para garantizar nuestro futuro o definir por completo nuestra carrera.

Haciendo un análisis similar al de Ken Robinson en The Element2, me quedan unos 33 años de vida laboral es decir que me retiraré en torno a 2046 y los niños que nazcan en este año 2014 se retirarán en torno al año 2070.  Como nadie tiene idea de como será el mundo dentro de tan sólo 10 años, es imposible acertar a saber cuales son los conocimientos que vamos a necesitar hasta mitad de siglo, ni los unos ni los otros.

De acuerdo a esto, tal y como yo lo veo, la formación técnica y de detalle es útil y práctica en el corto plazo y será un bagaje que siempre llevemos con nosotros, pero es la educación en valores y el desarrollo de habilidades inherentemente humanas como planificar, adaptarse, aprender e inventar lo que definirá nuestro futuro, lo que aportemos a la sociedad y la carrera que tengamos.

Estoy seguro de que el EMBA de la EOI estará dentro de esa educación que he elegido concienzudamente y marcará mi futuro, además de llevarme un buen puñado de compañeros y amigos.

1. Smith, Adam, and Carlos Braun. La Riqueza De Las Naciones (libros I-II-III Y Selección De Los Libros IV Y V). 3a. ed. Madrid: Alianza Editorial, 2011. Impresión. página 33.

2. Robinson, Ken, and Lou Aronica. The Element: How Finding Your Passion Changes Everything. London: Penguin, 2010. kindle ebook. pagina 17.


Posteo ergo existeo

A ver qué demonios cuento yo aquí que no deje traslucir esas verrugas intestinales que el tiempo ha cultivado en mis entrañas. Ya puestos, que me haga pasar por una persona interesante y con buena conversación. Será cuestión de mezclar con esmero un poco de entusiasmo, una pequeña dosis de brujería, unos gramitos de humor y… ingenio no me queda, así que habrá que conformarse con este triste párrafo y gracias.


SALIR DE LA ZONA DE CONFORT

Enfrentarte a tus miedos, salir de casa para conocer que hay más allá del refugio familiar, donde tan calentitos estamos, saciar tus inquietudes y un largo etcétera de situaciones, es um paso que muchas veces puede provocar inseguridad e incluso pánico.
Dar el paso hacia el aprendizaje para conocer lo desconocido, el “todavia no” de Antonio Fontanini, que indica una declaración de intenciones a seguir moviéndonos para mejorar, implica um esfuerzo por nuestra parte para controlar la tensión emocional, ser creativos o símplemente convertir nuestra zona de pánico en uma zona mágica, de grandes retos.
Es normal ser abordados por pensamentos negativos, tipo “Qué dirán?”, temor al fracaso o miedo al ridículo, que son piedras que nosotros mismos nos ponemos en el camino. Hay que enfrentarlos o más bien, gestionarlos (desde mi punto de vista, nos mantienen alerta) para mejorar nuestra autoestima y encontrarle sentido a lo que hacemos, saber responder el por qué y el para qué.
Os dejo um enlace muy esclarecedor: TE ATREVES A SOÑAR?


La vuelta al cole

Es curioso como, por más años que pasen, siempre hay momentos en los que se recuperan los instintos de la infancia. Muy curioso.

Hace poco tiempo que me empecé a plantear la opción de cursar un EMBA y supongo que al igual que todos vosotros fui analizando que me iba a aportar y que dificultades me generaría. Por ejemplo :

Eso en el lado positivo claro, en el contrario tendríamos:

Eso es lo que no solo pensé internamente sino lo que cualquier amigo o compañero analizaba junto a mi cuando le contaba mi idea. Todo muy lógico, responsable y acorde al paso del tiempo y a esa búsqueda de mejora profesional y personal que nos acompaña día a día.

Sin embargo, durante estos cuatro días, volví a darme cuenta de que hay algo más. Algo que a veces olvidamos y sin duda es un pilar básico de nuestra felicidad. La ilusión de la nueva experiencia.

Un niño ante cualquier paso , ante cualquier avance es feliz! Cada momento vive algo nuevo , experimenta una aventura, y consigue que todos los días sean alegres e importantes.

Con los años y las canas, las novedades no aparecen solas. Hay que buscarlas! pero nuestro análisis lógico no se suele preocupar de ellas y si lo hace suelen estar en el lado de las desventajas con el nombre «riesgo». Las novedades en vez de una aventura empiezan a ser una dificultad, una preocupación.

No somos conscientes de que esos cambios llevan asociados la ilusión y, sin duda, infravaloramos lo que esa sensación puede conseguir.

Encontrarse a gente como nosotros -con vidas y experiencias tan diferentes- corriendo con niños de 10 años para ganar una prueba de orientación, peleando para ver como cruzamos un bidón por encima de un río de lava o bailando a ritmo de «grease» no lo consigue ni nuestro interés por ampliar la agenda de contactos, ni las ganas de ver como negociar ante un directivo de perfil agresivo. Solo lo consigue la ilusión de la novedad.

Estos días aprendí a conocer a mis otros yo , uno que no me habían presentado todavía (un mono con pelo largo que se muerde las uñas) y otro que conocía muy bien y que tenía olvidado. El que iba con su mochila del Sporting de Gijón al cole, esperando la aventura del día.

 

Ah! Con lo pesado que fui con mi estancia en Bangladesh que menos que dejaron un link donde podéis verme a mi y a mis compañeros en el primer año de estancia en ese país. Espero que os guste!

http://cm-staticip-85-152-18-163.telecable.es/video:Asturianos%20en%20el%20mundo_551363057567.html#

 



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