Los negocios y la ciencia del hombre

Puede que para muchos resulte obvio, para mí es un descubrimiento. La antropología, «estudio de la realidad humana» tal y como la define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, está muy presente en la actividad empresarial. Reflexionando te das cuenta que es lógico, o:

De repente tiene mucho sentido. A continuación recojo unas frases del antropólogo industrial Simon Loyal, que se pueden consultar en www.slideshare.net:

La relevancia de la antropología de los negocios la describe Jordi Roca, en su libro «La antropología industrial y de las empresas», de la siguiente manera:

«Una antropología industrial, de la empresa o de los negocios, no es lo mismo que una antropología al servicio de la industria, la empresa o los negocios. Puede ser perfectamente una antropología que trabaje e investigue acerca de o sobre la empresa, la industria o los negocios. Investigaciones estas que en la medida que deben permitir y aportar un mayor y menor conocimiento del sistema pueden incluso contribuir a criticarlo, cambiarlo, mejorarlo, denunciarlo… en definitiva a desvelarnos mejor su naturaleza profunda.«

Luego, la antropología tiene mucho que aportar a la eficiencia de los negocios, a hacerlos más rentables, a establecer relaciones fructíferas con los clientes, y a mejorar las relaciones entre empresa y trabajador. Desde mi punto de vista, refleja la importancia que tiene lo social, y la sociedad, para la empresa.

Simon Loyal describe en la presentación antes mencionada, y entre otras, las siguientes aportaciones de los antropólogos a la empresa:

La antropología es pues una disciplina cargada de valor para la empresa. Sin duda una aproximación diferente a los retos de los negocios.

Hay muchas empresas que contratan antropólogos, Simon Loyal nombra las siguientes: Intel, Citicorp, AT&T, Kodak, Sapient, Hauser Design, Boeing, Motorola, Walt Disney, Microsoft, General Mills, Hallmark, Travel One, Hanseatic Group, Manchester Memorial, etc.


¿Un cambio real?

A principios del verano pasado, mientras hojeaba El País Semanal un domingo por la tarde, me encontré con un artículo de Javier Marías en el que hablaba de las nuevas tecnologías como instrumentos de dominio y control. He fotocopiado y repartido este texto a gran parte de mis amistades y familiares, sobre todo a aquellos que todavía se partían de risa cuando sacaba mi viejo móvil Nokia para responder a alguna llamada y me miraban como si fuera alguien que por voluntad propia o por pura ignorancia se estaba quedando fuera de la gran revolución que por fin devolverá el poder a las personas.
El caso es que he estado pensando que Javier Marías es un privilegiado porque para desarrollar su profesión de escritor no necesita de ningún adelanto tecnológico. De hecho, es poco probable que Cervantes o Shakespeare hubieran escrito mejores cosas con los procesadores de texto actuales. En ese sentido es conveniente apuntar que, si bien en la literatura esto queda claro, no lo es tanto en otras artes como la música dónde muchos piensan que gracias a los programas informáticos para componer, muy pronto podremos superar a Beethoven o a Mozart con poco esfuerzo.
Pero ¿qué pasa con el resto de los mortales, que tenemos que hablar por Skype, recibir cientos de correos electrónicos cada día, y tener el móvil pegado a la oreja durante toda nuestra jornada laboral? ¿Es posible descansar de todo esto en nuestro tiempo libre? ¿Se puede trabajar de otra manera? ¿Hay que olvidar los libros y periódicos en papel y zambullirse de lleno en las nuevas tecnologías?

Hoy en día nos jactamos de tener a nuestro alcance periódicos digitales “a la carta”, porque el sitio web de turno nos ha preguntado por nuestros gustos y conoce nuestras entradas, y de esa manera recibimos información al instante de nuestro equipo de fútbol favorito, las noticias relacionadas con la economía mundial y los comentarios al respecto de nuestro bloguero preferido. Por el contrario, un periódico en papel te obliga a ver, mientras lo hojeas, cosas que no te esperas. Y te ves sorprendido leyendo cosas que no pensabas leer y que te enriquecen. Ni siquiera las plataformas Orbyt y Kiosko y más funcionan igual, ya que tú accedes a las páginas desde un índice como si fueran compartimentos estancos en los que tienes que cerrar un cajón para acceder a otro. ¿Estoy diciendo por tanto que no es interesante la información en Internet? No, en absoluto, pero a mí, y todavía a muchas personas, nos sigue resultando muy gratificante destinar parte de nuestro dinero a comprar el periódico todos los días. Y durante unos minutos u horas hojearlo tranquilamente sin ningún estímulo exterior que nos distraiga. Tengo comprobado que las personas de mi entorno personal y profesional que siguen comprando el periódico en papel son capaces de analizar la actualidad de forma mucho más profunda (a veces ayuda escuchar un poco la radio) que aquellos que se informan solamente por internet.
Pero, ¿no es Internet una revolución por su capacidad de llegar a millones de personas sin necesidad de tener estructuras colosales? Rotundamente, sí. Pero analicemos de qué forma llegamos y cuáles son las carencias de la red de redes. El bloguero Pablo Herreros ha publicado un libro, El poder es de las personas, en el que “aborda la irrupción de la llamada web social y cómo ha cambiado para siempre la comunicación en el mundo. Herreros pretende plasmar un manual que alienta a que todos hagamos uso de ese poder y demuestra que utilizando adecuadamente las herramientas cualquiera puede cambiar el mundo”
¿Es esto cierto? ¿Está ya la web social cambiando el mundo?
Pablo Herreros nos habla de cómo boicotear un programa de telebasura, los Erasmus se movilizan a través de la red y consiguen que el ministro Wert les devuelva sus becas, Panrico retira una campaña de marketing ofensiva tras la denuncia de un tuitero y miles de jóvenes se ponen de acuerdo y salen a la calle el 15 de mayo a partir de una plataforma creada en Facebook. Se demuestra por tanto que Internet es una espléndida y efectiva tribuna de denuncia, pero ¿puede producir un cambio real? ¿Está devolviendo el poder a las personas y sobre todo a los jóvenes que son los que utilizan la Red?
Si bien es cierto que hoy en día son los jóvenes los que definen las formas de la innovación tecnológica y los valores culturales, también es verdad que son una generación con mucha menos autonomía que la de sus padres y abuelos y que están sufriendo unos niveles de paro en España cercanos al 50%. Marcan tendencias, pero no tienen poder real. Vivimos en un país en el que la explotación laboral a los jóvenes que consiguen un trabajo (becas la mayor parte de las veces) es moneda común, no existe renovación generacional en los partidos políticos y los cargos institucionales, y la decisión de tener hijos se retrasa hasta los 35 o incluso los 40 años. Entonces ¿por qué los jóvenes no se rebelan?
Quizá porque tal y como constata el informe de Young & Rubicam sobre El envejecimiento de Europa: Un problema de Marketing, “Los jóvenes de hoy cada vez tienen valores más similares a los de sus padres. Valores muy centrados en el anhelo de seguridad, propiedad y status”. Como los jóvenes están más integrados culturalmente, no tienen que “romper” con sus padres. A diferencia del 68, en Francia o en Estados Unidos, los jóvenes de hoy no tienen restricciones culturales o sexuales. En la década de los 60, en la Universidad de París-Nanterre, los chicos tenían vetada la entrada a los pabellones de las chicas, y el Rock and Roll era algo considerado subversivo por las autoridades. Hoy el patrón dominante en las tendencias es la juventud y el Rap es considerado cultura urbana.
Hay que añadir a ello lo que el sociólogo César Rendueles llama “la rebaja de nuestras expectativas políticas” refiriéndose a la incapacidad para asumir un verdadero compromiso político o social. La incapacidad del movimiento 15-M para llegar a cambiar algo tenía mucho que ver con esto y con la llamada “tiranía de la falta de estructuras” que le caracterizaba. Y mientras una gran parte de la opinión publicada se maravillaba por el enorme poder de convocatoria de las redes sociales, la vieja clase política se frotaba las manos ante la renuncia de los manifestantes a formar un partido político. Por eso considero que se está abusando del concepto de “Red Social” ya que las redes de asociaciones de vecinos, asociaciones de padres y algunos movimientos cristianos sí son capaces de arriesgar cuidando las relaciones interpersonales para llegar a ayudarte en los problemas concretos. Y es aquí donde Rendueles añadiría: “tus followers no te van a librar del paro, tu compi del Colegio del Pilar sí”
Y mientras, Obama y la NSA están encantados de que Google y Facebook sean empresas americanas y concentren los datos de miles de millones de personas. El gobierno norteamericano aprovecha la puerta trasera que le ofrecen las grandes compañías de Internet y a cambio favorece mediante su política de patentes a estas mismas ciberplataformas, o mediante el espionaje industrial a compañías como Boeing que consiguen contratos multimillonarios con información privilegiada.
Pero nuestro foco sigue puesto en Silicon Valley, donde los gurús están proponiendo aplicaciones que resuelvan todos los problemas de la humanidad. La vieja idea de progreso genera este tipo de actitudes. Pero los problemas humanos requieren respuestas complejas muy alejadas de las automatizaciones y simplificaciones. Además, no sabemos si en poco tiempo esta idea de progreso no acabará con nosotros debido al cambio climático, la crisis energética o el desastre medioambiental por la obsolescencia programada, y los millones de toneladas de basura que se generan cada año por cambiar cada vez más deprisa de móvil, tablet, portátil y televisor. A la frase de Kenneth Boulding “Sólo los locos y los economistas creen que el crecimiento es infinito” le podríamos añadir: los locos, los economistas y los gurús de Internet.
Seguro que no nos parece llamativo que en la relación de empresas de los llamados “emprendedores” haya una absoluta dictadura de nuevas páginas web. La tendencia es exponencial pero seguramente en poco tiempo llegaremos a un punto de colapso que nos hará preguntarnos si hay algo más allá de Internet
En este sentido, las empresas deben darse cuenta de que no pueden perder el contacto personal con la gente, y los profesionales, a pesar de las múltiples ventajas de Skype o Linkedin, cometerían un grave error si reducen su frecuencia de contacto cara a cara con unos clientes cada vez más abrumados por la sobreoferta de la red. Es probable que encontremos maneras de ampliar la capacidad de internet para que no colapse, pero no sabemos si podremos controlar la ansiedad que la millonaria posibilidad de elección producirá en el consumidor. El exceso de oferta abruma al cliente que pospone su decisión.
El éxito de empresas como Mercadona tiene mucho que ver con la reducción de la oferta, ya que los consumidores buscan cada vez más tiendas sin tentaciones fuera de productos básicos en supermercados más pequeños y cerca de sus casas. Y además, Juan Roig anuncia que va a poner carniceros y fruteros para despachar tête a tête los productos frescos que antes servían empaquetados.
Raymond Loewy, considerado el padre del diseño industrial, dice en su ensayo Lo feo no vende que “Las buenas experiencias no pasan de moda, resisten los cambios tecnológicos y en cierta medida son adictivas”. De ello se deriva no solamente lo que el diseño aporta como valor económico a un producto, sino lo que significa la belleza, como un bien que en sí mismo es apetecible y buscado por el ser humano.
Y en todo este tiempo, nos damos cuenta de que está en juego el concepto de utilidad, sobre todo el concepto de “tiempo útil” o aprovechamiento del tiempo. En este sentido, la obsesión por aprovechar el tiempo genera una reducción de la capacidad de sorpresa ante la realidad. Muchos de nosotros criticamos la obsesión de los padres de hoy en día por que sus hijos estén siempre ocupados y no se aburran. Lo que no nos damos cuenta es que ese tipo de filosofía es ya la que estamos aplicando en nuestras vidas de adultos. Como bien dice Evgeny Morozov “dedicar tiempo a no hacer nada —literalmente permanecer quieto soñando despierto— es absolutamente necesario si queremos desarrollar plenamente nuestras facultades mentales y abordar perspectivas nuevas y originales”
Por todo ello, pienso que debemos generar espacios de solidaridad que la gente pueda encontrar detrás de un rostro reconocible. Mi mujer, junto con unos cuantos padres de familia del Colegio Público al que llevamos a nuestros 5 hijos, se han movido para rebajar la carga que supone para las familias la compra de los libros de texto de sus hijos. Han hablado con las editoriales y han conseguido un descuento del 27%. Además se ha creado un fondo de libros gestionado por la APA de manera que el niño firma un compromiso en el cual se compromete a cuidar los libros que le han sido prestados durante un año. Mientras, asociaciones como Familias para la Acogida llevan muchos años abriendo sus casas a personas desconocidas con dificultades para compartir con ellas sus necesidades.

 


LO INTANGIBLE

Las personas estamos acostumbradas a comunicarnos a diario sin reparar en la forma, centrándonos exclusivamente en el fondo, pues el mensaje es lo que siempre interesa.
Sobre algo tan genérico como presentaciones eficaces reside algo muy difícil de mejorar, las comunicaciones interpersonales…La gente piensa que no es necesario trabajar sobre algo que se realiza de forma “innata” y automática; basta con hablar para comunicarme.
En cambio, lo que hemos visto en las clases con Jorge es que igual de importante es la forma que el fondo en la transmisión de una idea. La particularidad de lo que hemos estado aprendiendo en clase es que estas herramientas y métodos analizados son intangibles a efectos de nuestros interlocutores y buscan aclarar y limpiar el camino al mensaje para asegurar que éste llegue no solo en las mejores condiciones, sino en la forma más eficiente posible.

Hoy en día, en que no hay tiempo para nada, es extremadamente útil conocer y dominar estos mecanismos que nos ayuden doblemente a mejorar la comunicación y acortar el tiempo necesario para realizarla. Para una sociedad que busca continuamente la optimización de recursos, debería ser básico intentar mejorar en esta idea.
Las herramientas que hemos visto van desde algunas más “superficiales” y cosméticas como el tipo de fuente, cantidad de información y como escalonarla, o colores para el caso de presentaciones, a otras mucho más importantes sobre las que se sustentan las primeras y que se centran en conceptos más importante como organizar el discurso para enfatizar la idea al principio, preparar la comunicación, usar adecuadamente el lenguaje, usar frases cortas, tener un ritmo adecuado. Ahora la dificultad reside en interiorizar todo lo visto anteriormente, para que de esta forma ganemos presencia y poder de convicción en todo lo que seguiremos comunicando.


¿Y si nuestro entorno cambiase radicalmente?

Quiero compartir con vosotros algunas preguntas que me hacía allá en los Peñascales cuando estaba escribiendo el paper de Ricardo… la pregunta que me rondaba la cabeza era ¿cuál será el siguiente paso que cambiará nuestro mundo, nuestro entorno social y económico?

Una de las grandes limitaciones que tenemos ahora mismo es la energía. Imaginemos que pudiésemos disponer de baterías para nuestros dispositivos que durasen años. Eso podría darnos autonomía, pero en esencia no supondría un gran cambio en las cosas que hacemos o cómo las hacemos. Vayamos un paso más allá. ¿Qué pasaría si tuviésemos fuentes de energía infinita?

Si pudiésemos obtenerla, quizá el camino de la investigación que pudiese conducirnos a ese objetivo sería la energía nuclear. Mediante las reacciones nucleares se libera energía atómica de forma espontánea. Somos capaces de transformar mediante fisión un átomo de Uranio en Kriptón y Bario, o Xenon y Estroncio, o bien de conseguir por fusión Helio a partir de Hidrógeno. ¿Qué pasaría si pudiésemos transformar otros elementos de la tabla periódica?, es más, si toda la materia está compuesta por átomos,  ¿y fuésemos capaces de obtener de unos otros partiendo de la base de que tenemos energía infinita?. Bajo esta hipótesis las cosas dejarían de tener el valor que les concedemos hoy en día. Podríamos transformar cualquier materia en otra. Podríamos generar comida, agua, cualquier material a partir de otro.

¿Qué pasaría si tuviésemos esa tecnología? Y algo quizá más interesante, ¿qué pasaría si diésemos acceso a esa tecnología a una parte de la sociedad? Pongámonos en el escenario Verniano en el que parte de la sociedad tuviese esta tecnología disponible. Si esto fuese así y tuviésemos todas nuestras necesidades básicas cubiertas. ¿Qué haríamos?.¿Qué ocurriría si algo que lleva programado en nuestro ADN miles de años como es “salir a cazar” ya no fuese necesario? ¿A qué dedicaríamos nuestro tiempo? ¿Cuáles serían los negocios que funcionarían en este escenario?

 


Se veía venir… Canal 9

El otro día Agustín en clase comentaba el caso de la televisión valenciana y quería compartir con vosotros este artículo, que me ha parecido muy interesante desde el punto de vista de la contabilidad y el análisis de la viabilidad de las empresas.

Al margen de la opinión de este blogger. Viendo sus cuentas de 2010, parecía bastante claro el desenlace http://www.rankia.com/blog/ganaindices/2022213-canal-9-inviable-economicamente


COMO COMUNICARSE BIEN

Siempre he pensado que lo importante en la comunicación es lo que se dice, pero ahora comprendo, siendo sin duda básico, no es único.

Comunicar bien, correcta y acertadamente, no depende tan sólo de lo que se dice, sino que es necesario saber qué es lo que se quiere transmitir, atreverse a expresarlo y hacerlo de forma que sea comprensible. Para ello hacemos uso, seguro, de la comunicación verbal, pero también entra en juego, la menos conocida y no por ello menos importante,  comunicación no verbal. Para sorpresa mía, en la comunicación la no verbal es más influyente. Ni más ni menos qué, aproximadamente, 5 veces más. Por este motivo hay que centrarse mucho en cómo se cuenta además de lo que se cuenta.

La comunicación no verbal se compone de: Kinesia (Gestos y Movimientos), Proxemia (Uso correcto de las distancias sociales), Paralingüística (Volumen, Tono, Velocidad, Entonación), Proyección Física: Imagen (Vestimenta, Altura, belleza,…).

Todo esto nos lleva a la conclusión que para decir algo, aunque sea insignificante, debemos comunicarlo utilizando nuestro lenguaje correctamente. Pero además, se necesita preparación, tiempo y  esfuerzo. La preparación es fundamental para cualquier cosa en la vida que se quiera realizar bien, es la gimnasia qué nos hace estar alerta y en forma. El tiempo es necesario para poder adquirir experiencia en hacer bien las cosas no por hacerlas repetidamente sino porque el tiempo nos da la posibilidad de equivocarnos, corregirlo y aprender de ello. Nos da perspectiva, incrementa nuestra capacidad. Y el esfuerzo, acompañado de constancia, es la mayor de las virtudes para conseguir algo en la vida. Las cosas logradas en la vida sin esfuerzo carecen del valor suficiente, ya que el esfuerzo nos permite apreciar las cosas por lo que son y no por su precio, dato frío carente de la importancia vital qué supone el sacrifico.

 


El miedo escénico

Desde sus orígenes, al ser humano se le han atribuido una serie de sentimientos innatos, y quizá uno de ellos haya sido clave en la supervivencia de la especie a lo largo de la Historia: el miedo.

Limitador y beneficioso por igual, el miedo ha sido el culpable de guerras e incultura, y a la vez, inspirador de arte y colaborador para nuestra supervivencia… Pero para entenderlo mejor y ser capaces de dominarlo primero debemos conocer cómo funciona.

Fisiológicamente, cuando nuestro organismo atisba una situación de peligro nos provoca una serie de reacciones que llevan a un aumento de la presión arterial, la aceleración del metabolismo, el incremento del nivel de glucosa en sangre, mayor tensión muscular, dilatación de pupilas etc. Pero en algunas ocasiones, el miedo puede llevar al pánico o situación de bloqueo que hará que se desactiven nuestros lóbulos frontales, retroalimentando el miedo y haciendo que se pierda el control sobre la propia conducta del individuo.

La mayoría de las personas (excepto Chuck Norris) confesamos haber sentido miedo en algún momento de nuestras vidas, y quizá haya sido lo que en muchas ocasiones nos haya hecho tener éxito en momentos clave de las mismas por lo que enfrentar ese miedo podríamos considerarlo como un elemento necesario para el éxito. Que nadie me malinterprete, si alguien sale mañana a la puerta de casa y encuentra un león africano, por favor, que se abstenga de un “mano a mano”.

Aunque la falta de control sobre el miedo puede llevarnos a situaciones incómodas en nuestras relaciones sociales y profesionales. Todo profesional serio -lo confiese o no- tiene casi el deber de sentir miedo en el momento de las grandes responsabilidades del oficio. Un cirujano, un piloto o un policía deben sentir miedo, aunque controlado, porque eso les hace conscientes de la relevancia de sus acciones.

Pero hay un miedo, el escénico, es decir, ese terror de hablar en público, que sólo quienes lo padecen sin remedio conocen hasta qué extremos de confusión puede conducir (hasta el maestro Manolete confesaba tener más miedo al público que al propio toro). Incluso Jorge Valdano acuñó el término en el mundo futbolístico para referirse al sentimiento de congoja y presión que provocaba la afición del Santiago Bernabéu en los equipos rivales.

A muchas personas les causa tanta inseguridad y estrés hablar en público, que llegan a bloquearse. Este hecho puede surgir por la falta de autoestima, pavor por hacer el ridículo, no conocer a la gente o poca confianza consigo mismo. Físicamente, este miedo se puede reflejar de varias maneras: sudores, tartamudeo, pérdida del hilo conductor, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y pérdida del apetito, entre otros.

Es muy importante para la salud del individuo y su éxito laboral poder afrontar esa ansiedad y para ello ayudará ser consciente de:
1. Nada se aprende de la noche a la mañana, así que el primer paso es el entrenamiento y el ensayo.
2. Se adquiere mayor seguridad si el tema del que se va a hablar está bien preparado. Esto no quiere decir que se venza al miedo, pero ayuda a manejar mejor la situación.
3. Hay que confiar en el conocimiento adquirido. Pensar en el presente y no en lo que será o podrá ser.
4. Relajación. Llevar una buena respiración y autocontrol es clave para no llegar al bloqueo. Aquí, se puede tener en cuenta las bebidas con cafeína y teína, pues es mejor no tomarlas en el momento de la presentación.
5. Imitar: puede resultar más sencillo siguiendo las pautas de personas que se desenvuelven en público.
6. Ser positivo. Tener la certeza de que la presentación va a salir bien y se sabe defender en el tema que se va a tratar.
7. Visualizar lo que va a ocurrir. Esta técnica la realizan los deportistas. Así se aumenta la autoestima.

Y sobre todo ser conscientes de que, aunque tirando de tópicos, todo tiene solución menos la muerte. Dijo García Márquez hablando del miedo en una ocasión (padece un profundo miedo escénico a pesar de su brillantez) que precisamente la muerte era algo que no le producía tanto miedo, sino rabia y frustración porque no había mayor injusticia para un escritor que no poder contar la más importante y dramática de sus historias.


¡No debes aburrir!

Billy Wilder, uno de los más grandes maestros del cine americano contaba en una entrevista, que el cine tiene 10 mandamientos, “Los nueve primeros dicen: ¡No debes aburrir!”

Durante muchos años he recibido en mi empresa decenas de cursos de todo tipo, y casi todos tenían un punto en común: eran tremendamente aburridos. Y tras terminar cada uno de ellos, he pensado siempre: ¡pero qué mal lo tienen que pasar estos tíos dando clase!

Cuando estuvimos con Jorge Maidana hace ya unas semanas, él hablaba del concepto de “Teatralidad” y no porque pensara que debíamos parafrasear a Hamlet o a Ricardo III en medio de una conferencia, sino porque toda comunicación debe compartir esta pasión que tiene el teatro por comunicar lo que uno lleva dentro.

De esta forma aunque yo te hable de seguros o de la liofilización en la industria farmacéutica, te estoy hablando de mí mismo, de mi experiencia y de cómo mi vida se ha visto influenciada por este tema. Por eso, en el momento en el que se está comunicando a otros, uno no puede dejar de exponerse. Y si se expone, podrá disfrutar de verdad de lo que hace.

Los ingleses utilizan la palabra play para referirse a actuar en el teatro. Como sabéis, play también significa jugar. Jugar es divertirse, disfrutar, reír y pasarlo bien. Es decir, lo contario a aburrirse y aburrir a los demás.

Termino con otra frase memorable de Mr Wilder: «Si el cine consigue que un individuo olvide por dos horas que ha aparcado mal el coche, que no ha apagado la factura del gas, o que ha tenido una discusión con el jefe, entonces el cine ha alcanzado su objetivo»



Cuan importante es comunicar !!

Hablo, me oyen. Cuento, me escuchan.Dialogo, debatimos. Verbalizo, me hago entender.

Comunicar !! llego al auditorio , me prestan atención ?, entienden lo que explico? sienten lo que quiero trasmitir ? ..de aquí la importancia de comunicar, ser entendido, conseguir captar la atención, impactar, dejar huella.

En esta clase del prof. Maidana hemos tenido oportunidad de aprender unas reglas básicas de la comunicación y presentaciones que deberían servirnos para desarrollar nuestras dotes de oradores y conseguir que cada vez que tengamos opción de hablar en público seamos capaces de concretar y aportar claridad a nuestras intervenciones.

El objetivo debiera ser entrenar estas habilidades e interiorizarlas hasta que fluyesen espontáneamente.

Cualquier ser humano a lo largo de su vida tiene la necesidad de comunicarse, y parte de su éxito profesional y personal consistirá en que lo haga con mayor o menor credibilidad y capacidad de influencia respecto a los de su alrededor.

En la sociedad actual tenemos ejemplos de todo tipo, pero donde normalmente, abundan los personajes que se presentan a exponer sin la consiguiente preparación, que abusan de datos, de palabras, de gráficos  que hacen que a los 5 mins. de su disertación tenga a la audiencia completamente abotargada mirando al reloj con deseo de que el acto transcurra lo más deprisa posible.

¿ Con qué objetivo sale esta persona al lugar de exposición ? Quiero suponer que de hacer atractivo y captar el interés del auditorio, pero, se ha parado realmente a pensar en el objetivo final de esa presentación ?Lamentablemente, en la mayoría de las ocasiones, la persona que presenta el documento no ha sido el redactor del mismo , y , apenas se ha molestado a leerlo (no a releerlo varias veces) antes de hacerlo público; se toman el acto en sí como una rutina, una presentación de resultados mensual, ¿ pero si es algo que realmente ni el propio expositor se ha parado a reflexionar sobre el mismo?, ¿ con qué entusiasmo  y credibilidad se puede presentar ante sus oyentes ?, ¿ para qué se molesta en perder su tiempo y , en hacérselo perder a los demás ?.

Vivimos un momento actual en que es necesario ser concisos, hacerse entender y saber trasmitir siendo claro, motivar y suplir la posible carencia de recursos con la dialéctica. Por todo ello es importante que la COMUNICACION conmueva, movilice, despierte y haga partícipes a los involucrados de la necesidad de ser entendidos.

 

 

 

 

 


Las 5 C de la comunicación efectiva

Este post está basado en el documento “Comunicación y presentaciones eficaces” de Jorge Maidana.

He escogido este tema porque entiendo que es el fundamento de una comunicación eficaz, que todas las técnicas de comunicación aprendidas quedan incompletas, y sin el impacto necesario en el receptor de la comunicación, si adolecemos de estos fundamentos. Al contrario, si cultivamos estos valores y aplicamos las técnicas necesarias, nuestro público o interlocutor creerá en nosotros.

Nuestro objetivo: La comunicación efectiva
Fig. 1.- Nuestro objetivo: La comunicación eficaz

Los cinco fundamentos de una comunicación eficaz son:

1.- Coherencia: Aquello que decimos debe coincidir con lo que hacemos.
La incoherencia
Fig. 2.- La incoherencia

2.- Confianza: En sus dos vertientes:

Fig. 3.- Confianza en los demás

3.- Control: Nuestros actos surgen de nuestra voluntad interior, muestran madurez. De esta forma mostramos siempre nuestro mejor yo a los demás.

Autocontrol

Fig. 4.- Autocontrol

4.- Compromiso: Nos permite conseguir aquello que nos han encomendado y que hemos aceptado. Nos permite superarnos, dando más de lo que nos piden, para la consecución de un objetivo. Compromiso es el valor imprescindible para coordinar acciones con los demás.
Compromiso
Fig. 5.- Compromiso.

5.- Conversación: En sus dos dimensiones:

Automotivación

Video 1.- Cómo hablarse a uno mismo motivándose para un nuevo día.



Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies