Silicon Valley no es lo que es, sino quienes lo son…
¿Cómo es Silicon Valley? ¿Qué tiene de diferente? ¿Es como lo cuentan?
Estas son las preguntas que tanto uno se hace antes de ir, como las preguntas que a uno le hacen al regresar.
Silicon Valley levanta gran curiosidad y expectativas a todo aquel que oye hablar de él o tiene la oportunidad de conocerlo. Pero, ¿qué hace diferente a Silicon Valley? Después de una semana visitando algunas de las empresas que forman el Valle, he de decir que la gran diferencia, además de la cultura norteamericana, son las personas. Silicon Valley lo hacen las personas. Son su gran talento y todo el mundo es conocedor de ello. Allí no es el mejor quien tiene una buena idea (porque las ideas son como los ombligos, todo el mundo tiene una), sino quien tiene la capacidad de convencer y de rodearse de los mejores talentos para llevarla acabo.
Silicon Valley es en cierto modo pragmático, no se trata de perder tu tiempo, ni de lo que es peor para ellos, hacérselo perder a los demás. Como de una forma muy elocuente Laura Gómez dijo en una de sus presentaciones ante un inversor: “Mi tiempo es mi único recurso, por favor decidan lo antes posible y háganmelo saber cuanto antes”.
También llama la atención la facilidad con la que en Silicon Valley se comparten las ideas. Los emprendedores no son tus enemigos, ellos te presentan inversores y te ponen en contacto con personas que pueden facilitarte el trabajo. No hay problema en dar feedback a tus colegas. Es más, seguramente sea la única forma de crecer. El networking es imprescindible en un ecosistema como Silicon Valley, sin él no tienes futuro.
Pero no todo es de color de rosa en el valle. Como antes he comentado, el tiempo es el único recurso y para llegar a tus metas tienes que sacrificar, si quieres ser emprendedor, tu tiempo, tu familia, tus amistades y parte de tu vida personal. Todo los emprendedores lo remarcan. Llegar lejos no es sencillo y hace falta mucha constancia y persistencia para conseguir salvar cada uno de los pasos que te van a ir surgiendo hasta empezar tan siquiera a caminar.
En resumen, Silicon Valley es un ecosistema único en el mundo. En él el talento está concentrado. Y si quieres triunfar en materia tecnológica es imprescindible hacerlo desde allí.
La cultura norteamericana ha influenciado enormemente en ello. Como bien dijo Hugo Giralt, los americanos llevan vendiendo limonada desde que tenían 6 años. Ellos demuestran que no sólo se trata de conocimiento sino de actitud. Las empresas no buscan al que mayor conocimiento tenga, sino al que mejor actitud tenga y mejor funcione y haga funcionar al equipo.
Todo el mundo es conocedor de que no todo Silicon Valley es maravilloso. Pero esta claro que si aquello funciona es porque algo bueno tienen. Tratemos de copiar lo bueno de esta experiencia que los que hemos tenido la oportunidad de visitar hemos podido comprobar en nuestras propias carnes. Ya que en España tenemos los conocimientos y la capacidad para hacer las cosas bien. Sólo nos falta la cultura de creérnoslo.