LO VIRTUAL
“Lo virtual” llegó como una da las grandes soluciones a los problemas de la nueva economía. Cuestiones que se planteaban por primera vez y que se desconocían tanto en sus orígenes y principios que los creaban como en sus efectos y repercusiones.
Los académicos y estudiosos vieron en “lo virtual” un proceso de transformación de los espacios económicos y por ende de las empresas. Sin embargo las empresas (fuera cual fuese su tamaño) comprendieron pronto que era una oportunidad de incalculables consecuencias. De manera empírica y sin aporte científico detrás (estos estudios vinieron años después) la empresa integró “lo virtual” sabiendo que tenía que abandonar sus postulados tradicionales. Construyeron (en puro esfuerzo prueba y error) un nuevo paradigma:
- La empresa ha de concretar su “core”. Lo que en terminología de Cuesta Fernandez se llama: Actividades nucleares. Quiere decir que la “empresa para todo” ya no tiene sentido. La empresa debe encontrar su camino hacia la competitividad en aquello que sabe hacer mejor que los demás. Solo en el terreno de la calidad, la excelencia, la alta satisfacción de los clientes y la alta especialización hará a una empresa sostenible y exitosa. Este criterio se avala en dos realidades incuestionables: la competencia sabe lo que tiene que hacer y lo hace muy bien y la demanda es día a día más experta, más exigente y mucho más formada.
- El trabajo y la utilización de las redes sociales. Curiosamente la expresión networking que inundó la comunicación recientemente, ha quedado ya anticuada. Se ha superado largamente por la habilidad en el manejo de las redes sociales, cuyos efectos han multiplicado exponencialmente los resultados buscados. Quien hoy no maneje las redes, estará agonizando mañana.
- Las entrañas de “lo virtual” están en la cooperación. David Nadler dice que lo virtual es “la forma de ganar escala sin ganar peso”. Así las capacidades tecnológicas o mejor dicho la inteligencia tecnológica se ha convertido en el índice profesional de mayor calado. “Lo virtual une, reduce y aumenta”, dice Prohalad. Une en niveles de producción, oferta del mercado, procesos de socialización empresarial, oportunidades, comunicación, distribución, precios o calidades. Reduce costes, mano de obra, riesgos, plazo, espacios o esfuerzos. En todo caso “lo virtual” aumenta mercados y posibilidades.
- Por último se obtendrá (de hecho ya existe) una estructura empresarial basada en lo virtual en la que aparecen claramente cuatro elementos: la confianza, las sinergias, la optimización y la innovación. Este último ha irrumpido con tal fuerza que parece convertirse en la medicina que sana o sanara todos los males.
“Lo virtual” es sinónimo de muchas cosas. Quizá el paralelismo más expresivo y al que de manera más práctica lo identifica para gran público sea considerar que “lo virtual” significa sin límites.