Viejas y nuevas leyes del management (8/11). Nueva visión del tiempo y del espacio

Una de las nuevas leyes que regirán la manera de manejar las empresas se refiere a la visión que se ha de tener del nuevo mundo y de la nueva sociedad. Sobre todo por una razón fundamental: el tiempo y el espacio se han hecho uno, se han fundido en una realidad que permite, sin duda, aseverar que se está construyendo un círculo nuevo de relaciones geopolíticas, económicas y sociales en el que no va a ser prioritario nada de lo que hasta hoy se consideraba imprescindible y vital.

La nueva visión del tiempo y del espacio se está construyendo sobre los siguientes pilares:

1- La velocidad, que tiene en su expresión material al concepto del tiempo real; es decir, todo pasa ahora y ahora tiene valor. En un mismo momento. Ahora ocurre y es válido para todo el espacio conocido. Tiene también una experiencia formal, aquella que le permite la existencia del tiempo real y que en términos generales (y actuales) podemos concretar en la tecnología como mejor herramienta del “ya”.

La velocidad máxima que la tecnología nos permite será la velocidad actual. Una velocidad tal que permita que en un mismo momento todos los espacios conocidos estén conectados.

Desde el punto de vista del management es esencial estar preparado para aprovechar ese momento, ya sea comercialmente, técnicamente o desde una perspectiva administrativa. Nunca estuvo tan vivo el principio generador de la filosofía Gestalt: “Aquí y ahora”. Estratégicamente nos viene definido por el gestor del tiempo y éticamente por la herencia del carpe diem. Si tuviéramos que ponerle un nombre popular a este principio, le llamaríamos “el efecto clic”, de cuya imagen ya tiene un recuerdo perdurable la memoria colectiva del empresario.

 

2- El segundo pilar de este nuevo paradigma se podría enunciar como todo a disposición de todos. Una nueva versión de la comunicación humana que revierte en un valor extraordinario: el conocimiento. Por primera vez en la historia se ha puesto a disposición de más de siete mil millones de personas la misma posibilidad, el mismo producto o la misma necesidad. Es obligado cambiar de chip y empezar a pensar de manera diferente. Pensar con criterios globales y flexibles para modificar nuestros comportamientos porque seguro así nos lo va a exigir la nueva sociedad que nace cada mañana. Según esta ley será el management llevado a los criterios de una socialización mundial.

3- Y en tercer lugar, el acceso de todos los mercados a todas sus soluciones. Es decir, desde la visión generalizada de las necesidades humanas trasladada a la praxis empresarial de tener al mundo por cliente. Esos nuevos mercados que hasta hoy han permanecido ocultos, que no han tenido acceso a la información o sus canales de distribución. Sin embargo, para una empresa tener al mundo por cliente es abrir un abanico infinito de posibilidades y encender la llama de la creatividad como una garantía de futuro.

Los managers deben responder al nuevo acceso de todos los mercados y ser capaces de dotar a sus organizaciones de la flexibilidad precisa para responder a cualquier cliente allá donde y como sean requeridos.
Nueva visión del tiempo y del espacio como prólogo imprescindible de las nuevas leyes que ordenan el management.


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