2016/2017
Todos los años igual. Al final se llega al final y de nuevo los deseos y las buenas intenciones. Solamente compensa lo que los alemanes llaman el hochmut y que ha llegado a convertirse en una de las leyes de la motivación. Hochmut es la satisfacción por el trabajo bien hecho, el orgullo profesional, autocomplacencia o “esencia profesional”, como diría el maestro Umberto Eco.
Es verdad que cuando un año termina surgen algunos aromas de nostalgia, algún reproche por lo no conseguido y un mundo de propósitos nuevos, grandes ilusiones.
Una vez más se escapa un año que nunca volverá. Marcel Proust en toda su plenitud y una sonrisa con rictus incluido de la queja y de la pena.
Pero da igual, porque tras el año que se va, está el año que comienza y en este año centraremos, con toda la ingenuidad posible, nuestro futuro inmediato cargado de expectativas que seguro se van a cumplir. Pero “nada se cumple si nosotros no cumplimos con ello”, así rezaba un verso de Atahualpa Yupanqui. Y otro verso más de Silvina Ocampo decía:
“Cada día levántate poniendo tu voluntad a tu servicio y verás lo que podrás conseguir al final del año”.
Probablemente lo único sensato en estos días de final de año sea escapar de la realidad y soñar con un constructo insensato de actividades que jamás llevaremos a la práctica. Un momento onírico. Un mundo tan real, tan duro, tan competitivo y tan cruel como el que vivimos, bien se merece un sueño.
Tarjeta de felicitación del año 1909 (fuente: Wikimedia Commons)
Y si “nadie debe cargar con nuestras cargas” (Don Quijote), tampoco nosotros debemos convertirnos en masoquistas y castigarnos con los comportamientos que a lo largo del año hemos mantenido. Antes del momento del balance anual, están las 365 decisiones diarias de qué hacer y cómo hacerlo. Ese balance es simplemente el resultado, la consecuencia de todo un año, de un año más.
Para todos mis mejores deseos para el año que comienza. Este deseo está cargado de una alta dosis de esperanza. Esperanza para que todos en general y cada quien en particular puedan cumplir sus ilusiones. ¡Feliz año, feliz futuro!
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27 Dic 2016
por
Fernando Bayón
coaching /
Año nuevo, Don Quijote, expectactivas, futuro, hochmut, Silvina Ocampo
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