Gestión de la Información
La tecnología y su impacto en el mundo educativo
Nos inmersos en una revolución tecnológica, cada día nuestra vida cotidiana es bombardeada por cambios de las tecnologías que nos hacen variar nuestra forma de vida.
El aula de clase no escapa a esta realidad y es que se ve inmersa en la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías al campo educativo o preparar al/a la alumno/a para un mundo donde impera la tecnología (Sarramona 1990).
De una forma u otra la tecnología ha cambiado nuestra realidad social, lo que hace necesario que integremos a las aulas una educación real mediante la cual el/la discente pueda afrontar el mundo y sus desafíos.
A considerar…
Integrar las tecnologías al ámbito educativo no es una tarea sencilla. Para Haddad y Jurich (2002) significa analizar el acceso, la aceptación y la disponibilidad, en el entendido de que debemos de conocer los requisitos básicos para la utilización de la tecnología, los factores que podría propiciar el triunfo o fracaso de la inserción de tecnologías, y las condiciones para la permanencia de la tecnología implementada.
- Acceso: Debemos de tener en cuenta que las tecnologías necesitan de una estructura para su funcionamiento, por lo que se debe analizar si se cuenta con las posibilidades de acceso a los medios necesarios para las instalaciones tecnológicas.
- Aceptación: Se debe de realizar un diagnóstico de la realidad social de la comunidad educativa en la que se pretende insertar novedades tecnológicas, esto así en el entendido de que factores culturales o políticos podrían ocasionar el fracaso de un proyecto por la existencia de resistencia o por no ser el interés del grupo al cual está dirigido.
- Disponibilidad: Implantado un nuevo sistema, mantener su funcionamiento también constituye una tarea que se debe pensar con detenimiento. Se debe de contar con las personas capaces de gestionar la tecnología y mantener un funcionamiento óptimo.
Las ventajas de la tecnología en todos los ámbitos de la vida humana son infinitas. El éxito depende de una buena planificación y asumir los pro y contras de la inserción de nuevas tecnologías, pensando siempre en las ventajas curriculares que la tecnología puede ofrecer al ámbito educativo.