La Motivación para ser Docente
«Tú debes ser el cambio que quieres ser en el mundo…» decía Gandhi. La búsqueda del cumplimiento de nuestros derechos viene enteramente relacionado con lo que hacemos y con las responsabilidades que cumplimos. No hay libertad sin el conocimiento de lo que nos libera, y no hay conocimiento sin educación. Solo a través de un sistema educativo que garantice una formación integral se lograrán las transformaciones que queremos y los cambios que anhelamos.
El maestro debe ser consciente de ese cambio y que es un este que ilumina vidas pues aun sin proponérselo es un modelo a seguir. Si buscamos resultados diferentes no hagamos siempre lo mismo. Lamentablemente, en algunas ocasiones no utilizamos el liderazgo de la manera correcta y como líderes causamos la involución de nuestros alumnos. Es común ver estudiantes en las aulas que están desmotivados, estudiantes que no encuentran sentido al sistema educativo, que ven la escuela como una prisión que cada vez se ha alargado más. Lo peor aún es que muchas veces como maestros nosotros tampoco estamos motivados para continuar con este sistema.
Este sistema nos impone metodologías y limitaciones de contenidos que la actualidad ha demostrado que no son indispensables para el buen desempeño de un futuro profesional. Quizás la antítesis de este sistema se base en que se ha confundido calidad con cantidad, al confundir las escuelas con guarderías.
Nuestra sociedad requiere de un tipo de educación diferente que motive el desarrollo individual de cada alumno sin importar sus limitaciones, pues el avance de las naciones depende en gran medida de la formación integral tanto de los maestros como de sus discípulos. Y que también motive al docente a desplazarse todos los días hacia las aulas de trabajo.
Para gestionar la motivación se requieren cambios transformadores. Mientras que los cambios adaptativos buscan la optimización o la reducción, los cambios transformadores buscan la reinvención, la recreación, la renovación esencial del sistema mediante nuevas creencias y valores legitimadoras de nuevas posibilidades de acción.
Fuente:
Anderson, S. (2010). Liderazgo Directivo: Claves para una Mejor Escuela. Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad, Vol. 9, No. 2, pp 34-52.
Poilano-Lorente, A. (Junio-Septiembre 1982). El estrés en los profesores: estratégias psicológicas de intervención para su manejo y control. Revista Española de Pedagogía , 13-16.
Isis Marlene Féliz