Reducción de costes
En la actualidad, cuando hablamos de desarrollo en el entorno empresarial, de alguna manera estamos vinculando el crecimiento a la aplicación o al uso de alguna herramienta o mecanismo que se haya utilizado o implantado en la organización para su éxito.
Uno de las herramientas utilizadas es el de cadena de valor o modelo de desarrollo de procesos, cuyo análisis nos permite optimizar el proceso productivo, al poder observar en cada fase y al detalle el funcionamiento de la empresa.
Los factores de diferenciación, la curva de experiencia, las economías de escala, el establecimiento de precios partiendo del coste de producción, así como una correcta distribución de responsabilidades en la gestión de los procesos, son elementos principales de la aplicación de este método.
La reducción de costes, junto con la diferenciación, y la búsqueda de eficiencia a la hora de gestionar los recursos disponibles, vienen a ser los objetivos principales del directivo en la cadena de valor, y el fruto de su consecución se traduce en la ampliación de su margen de contribución. Todo esto va ligado en la medida que la empresa sea capaz de realizar los procesos que componen su cadena de valor reduciendo su coste para conseguir de esta manera una ventaja competitiva respecto a la competencia.
El uso de estas herramientas en la gestión de la empresa con el fin de utilizar también la innovación, muy útil para reducir costes, requiere de la recopilación de información para la oportuna decisión de acometer la inversión para el nuevo producto o servicio, basándonos en indicadores y en la importancia que puedan tener los costes de oportunidad, los costes futuros, los diferenciales así como en los que ya se han incurrido.
Por último, debemos tener en cuenta que para que las decisiones tomadas sean positivas y exitosas, de manera complementaria al desarrollo de los aspectos anteriormente citados, hay que contemplar que debe ir acompañado de políticas vinculadas al producto y su marketing, cuyos factores pueden estar influenciados por situaciones externas e interferencias en la oferta y la demanda, competencias y decisiones gubernamentales ajenas.