La retroalimentación, paso final pero no menos importante del proceso de evaluación
Por: Edna Barrios
Pasa a menudo en las organizaciones, que se pone mucho empeño en llenar las evaluaciones de competencias o desempeño, pero no se hace igual en la retroalimentación como cierre del ciclo y punto de inicio del siguiente. Olvidamos que al no dar una retroalimentación oportuna y eficaz, estamos quitando oportunidades de mejora en nuestra gente.
Ahora bien, como hemos aprendido, para este importante proceso no es necesario esperar a la evaluación anual. Una buena práctica en efecto es programar momentos de retroalimentación a lo largo del año, de tal forma que se puedan ir tomando acciones de mejora en la medida en que se van observando los comportamientos.
Otra práctica interesante es el llamado feedforward que conocimos a través del artículo “Try Feedforward Instead of Feedback”, de Marshall Goldsmith. Este interesante método ofrece la oportunidad de enfocarse en aspectos a mejorar hacia el futuro, enfatizando en conductas positivas posibles en lugar de errores pasados. Los autores resaltan que su efectividad estriba en varios aspectos, entre ellos, que es mucho más productivo ayudar a la gente a hacer lo correcto en el futuro, en lugar de demostrar que se ha equivocado en el pasado, además no requiriendo un conocimiento previo de la persona sino de la situación que se quiere mejorar.
Estas técnicas u otras que se empleen tendrán el propósito de cerrar el círculo virtuoso de mejora continua que se inicia con la evaluación y finaliza con un paso igual de importante y necesario para el progreso, como es la retroalimentación.