LA IMPORTANCIA DE LA POSITIVIDAD
Hoy en día tener motivación se convierte casi en una necesidad. Es el empuje positivo que se requiere para realizar cualquier tipo de acción. Un estado interno de entusiasmo influye en la manera de enfocar el trabajo, con optimismo y determinación.
Es el estado ideal para afrontar dificultades, tener el espíritu lleno de positividad. Impulsos que mueven a una persona a realizar determinadas acciones y fomentar el logro de objetivos y metas a alcanzar. Es motivador tener a alguien al lado con inquietudes, hay que rodearse de gente optimista. Esa transmisión de sentimientos convierte nuestras ideas en logros. Nuestro rendimiento aumentará y con ello la capacidad de organización y resolución de problemas. Una persona motivada tiene muy claro el objetivo, y se encamina hacia él con decisión. Crea un ambiente de trabajo bueno y dinámico.
Pero no siempre la motivación está presente, ya que se trata de un estado que tiene momentos de crecimiento y declive. Y hay que mantener ese estado positivo el mayor tiempo posible. Porque el efecto contrario, la desmotivación, arrastra al individuo a la indiferencia y desesperanza. Y le hace poco colaborador y mal compañero porque no aporta y demuestra falta de confianza.
El camino se muestra lleno de palabras de ánimo, el desánimo se deja atrás. El ascenso al triunfo se torna duro, pero con tesón se logran los objetivos. De igual manera se aplica al entorno profesional. Hay que mirar siempre al frente e implicarse, de lo contrario nuestro paso será indiferente. Esta actitud mostrada en equipo contagia de positividad al resto. El líder captará el mensaje y potenciará la participación del resto del equipo.
Crear emociones positivas genera abrir la mente a nuevas sensaciones. Hay que agradecer diariamente lo que tenemos y valorar los momentos de disfrute y éxito. Reflexionar dónde queremos llegar, poniéndonos metas alcanzables. Es la esencia de la vida.
Trasladar esas actitudes a nuestro entorno laboral será motivo de éxito. El planteamiento hemos de llevarlo a cabo de forma individual, pero compartirlo con el grupo para ayudar a la consecución de nuestros sueños.
LOS LADRONES DEL TIEMPO
Cada vez más somos víctimas del estrés, sufrimos ataques de ansiedad, sentimos frustración, abatimiento, incluso perdemos la confianza en nosotros mismos. Es muy raro que a lo largo del día no escuchemos a alguna persona decir NO TENGO TIEMPO, para cualquier cuestión que se plantea fuera de trabajo o incluso dentro de él.
El tiempo y la organización del mismo forma un papel muy importante en nuestro día a día, el aprender a decir NO a todos los «URGENTES» que suenan del otro lado del teléfono, en el correo de última hora, del supervisor… es uno de los motivos de la saturación que sufrimos. Son estos los causantes de este desorden global de la situación, los papeles asolan las mesas de trabajo, hay momentos en los que hay que buscar quien está detrás de esa montaña de PENDIENTES, y lo que se encuentra es un trabajador desbordado por su trabajo, el cual no ha sabido clasificar los urgentes de los importantes y por tanto lo urgente le ha ocupado el tiempo de lo importante.
La saturación hace que la desmotivación se haga presente en cada una de las tareas, desde mi punto de vista, es fundamental que las organizaciones dispongan de herramientas para que su equipo pueda organizarse, incluso formarlos para saber gestionarlas, deben ser herramientas sencillas que les ayuden a detectar desde que no se están organizando bien, hasta a determinar cuál es la carga de trabajo que pueden soportar en un día, en muy común disponer, de una forma muy optimista, para una jornada de trabajo un número elevado de tareas, que obviamente no somos capaces de cubrir, esto provoca que nuestras jornadas de trabajo se alarguen hasta que el personal de seguridad nos echa de las instalaciones o que continuemos con nuestro trabajo en nuestros hogares, eliminamos de manera sistemática nuestros tiempo de relax, bien sea el de la familia, el del deporte, charlando con unos amigos o leyendo un libro, finalmente dedicamos las horas a dormir y trabajar. Nos convertimos en personas cansadas ojerosas y hasta en cierto punto gruñonas.
Sería grato conocer que a raíz de esta lectura, muchos realizamos un acto de reflexión sobre nuestra organización del tiempo, y también de nuestro equipo, detectamos esos puntos de congestión y los intentamos aliviar de la mejor forma posible, facilitando el desarrollo de las tareas importantes de nuestra organización y manteniendo la motivación de nuestro equipo. Entonces si podemos pensar en lo realmente importante de nuestra empresa y reconocer el trabajo bien hecho de nuestros subordinados facilitándoles días libres y reconocimientos públicos (entre otros).
El reto de la empresa familiar y el liderazgo
El liderazgo es una cualidad que debe poseer un directivo, con la que promover el desarrollo de las personas y procurar que éstas actúen por motivos transcendentes, de manera que mejoren la unidad y el compromiso con la empresa. A diferencia del directivo y el ejecutivo en donde hay que nacer con ciertas cualidades para ser un buen directivo, el líder se hace, por lo que las cualidades necesarias para ser un líder se pueden adquirir con esfuerzo y empeño personal.
El empresario o el líder es un catalizador de las necesidades de la empresa y es la persona que, teniendo en su mente con claridad el rumbo y los objetivos de la empresa, va guiando a los demás en las consecución de estos objetivos y ayuda a los empleados a comprender a donde se quiere ir con la empresa.
La visión del líder, no tiene por que ser compartida por todos los individuos que componen la familia y es correcto que otras personas no tengan esa misma visión del rumbo a seguir, aunque deben respetar la decisión final tomada por el líder.
El éxito de la empresa familiar puede depender precisamente de las relaciones que mantienen los miembros de una familia que trabaja en un proyecto profesional común, de la gestión adecuada del conflicto y de una profesionalización en el liderazgo, un desarrollo en las habilidades concretas que hacen que el directivo de la empresa familiar se erija como líder.
Teniendo esto en cuenta, se presenta un modelo básico para que un directivo de empresa familiar pueda llegar a profesionalizar esa gestión del negocio, el liderazgo de personas y la gestión de la relación familiar, teniendo como hilo conductor el trabajo en paralelo del autoliderazgo personal o selfcoaching, que aporte coherencia en la dirección del negocio con los valores del directivo.
Inteligencia Emocional
Por Luis Carlos Pérez.
Hoy quiero hablarles de las grandes enseñanzas que me ha dejado el taller sobre Inteligencia Emocional dictado en EOI por el profesor Javier Catalina en el 2009, quien sin duda logra transmitir su importancia en la formación de un Líder:
http://www.eoi.es/savia/video/122/taller-inteligencia-emocional-13
La clave radica en identificar como la motivación y el manejo de las emociones se unen para orientar el comportamiento de una persona que lo convierta en un ser emocionalmente inteligente, cualidad que representa más del 75% de la receta para lograr ser un triunfador; Javier define el éxito como la capacidad de ser felices, por encima de los logros profesionales o económicos, una persona que logra ser feliz es sin duda alguna alguien que ha logrado su propósito, sus metas en el plano personal, profesional y espiritual -para quienes creemos en el significado de esta palabra-.
Según Daniel Goleman -gurú del tema-, el conocimiento de nosotros mismos, del entorno en que nos movemos, entender y manejar las emociones, tener la capacidad de autocontrol, desarrollar una alta empatía con los demás y conseguir generar el impacto deseado en el entorno que nos movemos, logrará llegar a las metas que se propone el ser humano cuyo motor fundamental, ese que está impreso en lo más profundo del ser y que según explica el profesor Catalina, no cambia durante toda la existencia: la motivación.
Una persona que logra mantener su motivación al logro, a la afiliación y al poder –dependiendo de cuál sea su perfil- muy seguramente será feliz y habrá logrado encontrar las herramientas que necesita una líder convertirse en alguien que pueda influir positivamente en el comportamiento de los demás.
Creo que muchos hemos tenido la oportunidad de ver la película de Erin Brokovich, magistralmente interpretada por Julia Roberts (lo que creo le significó un Oscar de la Academia) y a la cual le dedica especial análisis en su exposición el profesor; les confieso que nunca analicé las grandes enseñanzas que deja sobre la empatía, sobre como una mujer con muy pocos atributos de inteligencia racional logra influir positivamente en las personas, creando un gigantesco precedente en la jurisprudencia.
Después de cinco arduos y emocionantes meses de absorber las experiencias y enseñanzas que nos han dejado estos 10 módulos de un magnífico máster, llego a una conclusión: El éxito verdadero consiste en alcanzar la felicidad, no nos cansemos de buscarla, pongamos todo nuestro empeño en convertirnos en verdaderos líderes, desarrollando nuestra inteligencia emocional.
La conciliación de la vida personal y familiar como efecto motivador
En relación a la motivación y en concreto a los factores motivantes que mayor compromiso pueden ofrecer en la actualidad, tenemos un elemento fisiológico que interviene también en la autorrealización personal, la conciliación de la vida personal y familiar.
Encuadro esta conciliación dentro de un liderazgo de tipo relacional, en el que el empleado y el líder establezcan vínculos sociales, de trabajo y de contribución de tal manera que la estrecha unión entre ambos establezca la relación de confianza necesaria para poder trabajar sin el control directo del responsable.
El problema es que para una concepción de liderazgo tradicional, se entiende que la dedicación laboral es directamente proporcional a las horas transcurridas en el puesto de trabajo, y lamentablemente ésta concepción es aún dominante en España. Aunque las políticas de conciliación son admitidas y se consideran teóricamente positivas para la organización, pocas compañías todavía las ponen en práctica más allá de atenerse a la legislación laboral en cuanto a cuidado de hijos menores o lactancia y en casi todas una reducción de jornada para el cuidado familiar se considera una opción que imposibilita el ascenso a puestos directivos.
En este sentido tenemos el artículo de “El caso de la socia a tiempo parcial” del Syllabus, dentro del programa del Desarrollo Directivo para Predirectivas, que describe la dificultad de adquirir la condición de socia, en un bufete laboral muy arraigado en una ciudad norteamericana, a una mujer con reducción de jornada para atender las necesidades familiares producidas por el nacimiento de su hijo, cuando sus implicación y resultados serían determinantes si no fuera por dicha reducción para obtener el ascenso.
Los efectos positivos que para el correcto desempeño y productividad tiene una correcta distribución diaria, semanal, mensual, de las horas laborales y las horas familiares o de ocio, mi experiencia me dice que son claramente positivos. En mi entorno laboral, las opciones de reducción de jornada que se han realizado consensuadas con el responsable las necesidades del puesto han redundado en una mejor actitud, una mayor productividad y un mayor compromiso hacia la organización y la tarea a realizar, si no se ha hecho con el consenso, adecuado, lógicamente la situación es distinta, pero los efectos diría que siempre han sido mejores de lo esperado.
El efecto motivador del tiempo va adquiriendo progresivamente la misma importancia que el salario una vez cubiertas nuestras necesidades esenciales. El tiempo es importante y no exclusivamente para poder atender a la familia sino para poder desarrollar las actividades de ocio, motivantes en los aspectos privados para el individuo.
Además hay que tener en cuenta que la noción de pertenencia ha variado, ya no se trata de estar juntos un determinado tiempo en un determinado lugar, la tecnología ha facilitado otras formas, más provechosas seguramente, de estar implicado y sentirse grupo sin estar juntos durante determinadas horas al día, el teletrabajo lentamente se está viendo como opción provechosa de aumentar la productividad.
Otra consideración sobre la conciliación de vida personal y laboral es que debe ser una circunstancia a tratar de manera individual, no siempre el trabajador responde a ese tipo de estímulo, o de salario emocional, sólo si el trabajador está interesado, y dentro de las posibilidades que la empresa y el puesto de trabajo en concreto permite, se debe contemplar su factor motivante, y en ese caso conseguiremos un compromiso del trabajador, una implicación y un compromiso emocional mayor que el incentivo económico.
Un área empresarial en la que la conciliación no se está considerando aún es en la alta dirección. Aquí la dedicación temporal total es un requisito imprescindible, cualquier distracción personal fuera de los objetivos de la compañía se considera perniciosa y el tiempo libre hay que dedicarlo en parte a socializar entre los otros directivos, léase partidas de golf, cenas, viajes…
Se considera como un canon a pagar a cambio de la alta retribución y los beneficios que la empresa facilita al directivo que serían los efectos motivadores o incluso higiénicos, pero en ratios de dedicación y compromiso realmente efectivo ¿es realmente productiva esa exigencia de tiempo total dedicado?.
Yo diría que no, perder la visión externa no va a permitirnos desarrollarnos ni personal ni profesionalmente y no va a mejorar nuestra creatividad, actitud ni predisposición a mejorar desde la innovación y la creatividad. No por ser directivo se adquiere el conocimiento y la aptitud de liderazgo y valoración de las necesidades de la empresa “por la gracia divina” y se adquiere además indefinidamente sino que hay que estar en contacto permanente con el exterior para ver nuestras limitaciones.
EMPEZAMOS…
Empezamos una nueva etapa…se hace raro empezar sin conocernos… siempre he conocido presencialmente a las personas con las que iniciaba nuevas etapas importantes, pero esto es diferente y, sin duda, será un reto…
Pero un reto de los buenos, de los que te hacen aprender y valorar los conocimientos, las personas y a uno mismo.
un saludo y…empezamos.
EL COMIENZO DE UNA AVENTURA
¿Qué entiendo por una aventura?, yo puedo describir una aventura como un suceso extraordinario basado en una experiencia normalmente de naturaleza arriesgada y compuesta por acontecimientos inesperados. Y dicho así, es lógico que podemos encontrar aventuras de diversos tipos.
Mi aventura en este comienzo del Máster Executive en Administración y Dirección de Empresas la considero arriesgada pero emocionante, donde voy a tener un encuentro con personas que me van a aportar mucho en mi formación académica y personal. Va a ser una meta importante a nivel profesional y un proyecto emocionante a nivel personal.
Saber que voy a experimentar una nueva aventura en todos los niveles me produce una estimulación importante, es una mezcla de ilusión, ganas, entusiasmo, pero a la vez también miedo por lo desconocido, aunque con la autoestima alta porque quiero y espero que el desenlace sea muy beneficioso para mí y para todas las personas con las que voy a contar en este camino.
Si pienso en todo el tiempo que vamos a estar trabajando e interlocutando juntos se me viene una idea a la cabeza, y es que vamos a formar entre todos un gran PLE (Entorno Personal de Aprendizaje), y dada mi experiencia lo considero una herramienta muy eficaz y si la creamos entre el conjunto de personas que comenzamos la andadura en este Máster no me queda la menor duda de que va a ser un éxito.
Mujer y Liderazgo
En el vídeoque encontraran a continuación, he realzado una reflexión personal sobre El foro de EOI – AEDIPE “Estrategias que permiten alcanzar el éxito: “Mujer y liderazgo”, espero sea de su agrado.
Abrazos,
Catalina Salazar
El Camino de un Lider
13 de Abril de 2014
El liderazgo puede ser entendido como un fenómeno social que se presenta cuando un individuo influye en un grupo y lo cordina para conseguir un objetivo. Pero como lograr llegar a influir en un grupo de personas?, como alinearlos a un objetivo común?, en últimas como se hace un líder?
Puedo empezar diciendo que en este camino un líder necesariamente requiere de unos conocimientos, los cuales van a generar credibilidad entre su equipo de trabajo. En efecto si se es un lider empresarial, deberá tener los conocimientos en estos temas, aunque no pe aparto de la idea que un líder debe prepararse en muchas áreas, por que al final el líder debe trascender. Pero no se trata de tener los conocimientos, se deben demostrar, con lo cual se empieza a perfilar el lider.
Viene un conocimiento de si mismo, de conocer cual son las fortalezas y las debilidades existentes, enteder como se reacciona ante distintas circustancias, cual es la actitud frente al éxito y frente al fracaso, cuales son los principios y valores en los que se mueve, que es negociable y que no. Esto va a permitir corregir aquellos aspectos que pueden afectar en interactuar con otras personas, porque ante todo un líder debe ser paciente y conservar siempre la calma, no actuar por impulsos, el conocerse a si mismo permite un ejercicio de retrospección que le permita ser un referente.
En este camino el lider debe saber visualizar un propósito claro y estructurado y debe saber trasmitirlo para que el equipo entienda el mensaje y se lo apropie. Para que exista un lider debe haber un propósoto y un beneficio
El lider debe actuar con verdad y justicia, debe reconocer el esfuerzo de cada uno de los integrantes del equipo, debe generar ambientes de convivencia y participación y transmitir el compromiso desde su corazón.
Debe transmitir su conocimiento y experiencia, debe saber desabegarse y dominar su ego, debe generar y construir conocimiento.
El lider debe entender que el liderazgo no es popularidad, ni rango, ni privilegio. Es ante todo una responsabilidad (P. Drucker)
El lider debe ser un ser integral, que debe pensar el futuro y trabajar para lograrlo, debe ser ético y socialmente responsable, debe ser coherente entre lo que dice y hace, debe mostrar respeto por los demás.
El camino de un líder se construye día a día, no se detiene, porque el líder tiene una responsabilidad superior al logro de un objetivo, debe hacer mejores personas, formar nuevos líderes y construir el camino de un mundo mejor.
El líder que somos (y el que deseamos ser)
¿Qué tipo de líder quiero ser?, debe ser la pregunta que más asalta a quienes empiezan su carrera profesional en una empresa. De hecho, nadie inicia su recorrido laboral como jefe o responsable de área, pero en nuestro mapa mental siempre está presente esa aspiración. Es algo natural, por lo demás.
Hasta que acumulamos experiencia y desarrollamos nuestras aptitudes profesionales, iremos “absorbiendo” todo lo mejor y desechando lo peor de los jefes con los que nos ha tocado trabajar. Así que hasta que asumimos un cargo de jefatura y la pregunta inicial de este blog se transforma en la muy temida ¿qué tipo de líder soy?
Revisando entre los documentos almacenados en Savia, encontré “Jefes irritantes, empleados tóxicos”, una amplia y muy acertada investigación de Francisco Muro, que hace foco en las virtudes y defectos tanto de empleados como jefes al interior de las organizaciones.
Basado en encuestas, la investigación tiene entre sus capítulos, uno dedicado a “¿qué esperas de tu jefe?”. Entre las principales conclusiones del estudio se revela que los empleados esperan que sus líderes exhiban coherencia en su accionar y una comunicación constante.
Para el autor y sus investigadores, está claro que los colaboradores están a la búsqueda de “jefes que escuchen, que cuenten con las ideas y opiniones de su equipo, que sean coherentes, consecuentes y claros en la comunicación de decisiones y tareas”.
Y ahí radica, entonces, para mí, uno de los factores principales a la hora de liderar grupos humanos. Escuchar, oír, atender. Prestar atención a las necesidades de tus colaboradores. No solo en el ámbito laboral, sino también en el personal. Indagar por sus aspiraciones, sus problemas, sus metas y objetivos a alcanzar.
Un jefe cercano se acerca más al concepto de líder carismático. Es indispensable que al desarrollar esta conducta, los colaboradores sepan que la horizontalidad no significa “liberalidad de la confianza”, sino, más bien, un marco de acción en el que todos opinan y trabajan hacia un objetivo común.
Y tú, ¿qué líder crees que eres?