GERENCIA BASADA EN VALOR

Entendiendo el valor del accionista como la diferencia entre la rentabilidad de las inversiones y  el coste de la financiación, hemos de acordar que dicho indicador es importante y se optimiza, cuando maximizamos aquella (rentabilidad de las inversiones), minimizando el segundo factor que interviene en dicha ecuación- coste de la financiación.

¿Cómo influyen los distintos Directivos en ambos factores?. Está claro que las áreas más operativas de la Compañía , como son, Producción, Compras, Logística, Comercial, intervienen en la rentabilidad de las inversiones y por su parte, Finanzas, es decisivo en la segunda parte.

Los directivos desempeñan un papel fundamental en la creación de valor en las empresas al ser los líderes que señalan y guían el rumbo que deben seguir todos los colaboradores.

Relacionado con este objetivo primordial de generar valor en la empresa surge el proceso de management denominado “Gerencia Basada en el Valor” (GBV). Esta estrategia se ha implantado de forma generalizada en los últimos años, en los que paralelamente se ha ido haciendo habitual el uso en el ámbito empresarial, tanto a nivel nacional como internacional, de la expresión creación de valor para el accionista.

Se define la GBV como un proceso integral diseñado para mejorar las decisiones estratégicas y operacionales hechas a lo largo de la organización, a través del énfasis en los inductores de valor corporativos.                                                                                                                                                                                                                                                                                          

Requiere conectar la fijación de objetivos corporativos con el empleo de recursos, con la estrategia de desarrollo, con la medición del desempeño y la remuneración según éste y finalmente, con la creación de valor.                                                                                              

Cuatro procesos principales rigen la adopción de la GBV: primero, desarrollar estrategias para maximizar el valor; segundo, traducir la estrategia en metas de corto y largo plazo que se enfoquen en los principales inductores de valor; tercero, desarrollar planes de acción y presupuestos enfocados al cumplimiento de las metas de corto y medio plazo; y cuarto, introducir sistemas de medición de resultados y esquemas de compensación con el fin de monitorear e incentivar a los empleados para que cumplan las metas establecidas. Estos cuatro procesos deben estar conectados en los niveles corporativo, de unidades de negocio y funcionales.


DIRECTIVO Y ACCIONISTA – CREACIÓN DE VALOR

Por todos es conocida la influencia que ejercen las decisiones de un directivo en una empresa sobre los resultados de la misma. Una buena o mala gestión puede derivar en el éxito o fracaso de la estrategia empresarial. Consideramos como valores de empresa a los clientes, empleados, accionistas, proveedores. Todos en su medida, contribuyen en la Creación de Valor, aportando recursos y compromiso.

El accionista, como parte fundamental de este grupo, invierte en la empresa con afán de conseguir rentabilidad al capital que ha aportado. Se crea una estrecha vinculación que le hace ser parte de la compañía. Pero el fin es puramente económico; si el resultado de la inversión financiera es positivo, el accionista permanecerá con nosotros. Si es negativo, buscará rentabilidad en la competencia, con el consiguiente riesgo de posicionamiento de nuestra empresa en el mercado.

Hay que fomentar la credibilidad, el producto es bueno y hay que venderlo así. Fomentar la creación de valor a largo plazo, proporcionando estabilidad y capacidad de gestión, generando valor añadido.

La contribución de los directivos en este proceso es vital para alcanzar el objetivo deseado y mantener satisfecho al cliente. Gestionado bajo estrategias de I+D, RRHH, Marketing, Finanzas… Es la base de un compromiso, donde la comunicación con el accionista es vital. Como también es vital la comunicación interna, a nivel de compañía, partiendo de la cúpula directiva, fomentando un sistema de incentivos, para que el sistema de implantación resulte con éxito. ¿Cómo contribuye EVA a las gestiones de negocio? Aportando luz a la generación de valor y de flujos de caja.

Todo conforma un conjunto de actuaciones supervisadas escrupulosamente por el directivo, para que la planificación de negocio sea un éxito. Apoyado por analistas que estudiarán los riesgos y verificarán cuáles son los puntos fuertes y débiles. El accionista satisfecho generará beneficios a la compañía y contribuirá a su expansión y crecimiento.


Directivo/Valor/Accionista

Cuando un inversor se plantea la posibilidad de depositar su dinero en acciones de una empresa, bien sea porque le apasiona el proyecto que proponen, o porque se ve identificado con la marca de la misma, o porque después de analizar la trayectoria económico-financiera de la empresa obtiene la recomendación de acometer la inversión, el objetivo principal, obviamente es el de ampliar la renta utilizada en dicho desembolso, y es ahí donde entra en juego el equipo directivo de la empresa receptora de la inversión y su entorno, pues están recibiendo un encargo que requiere de responsabilidad, esfuerzo y dedicación con respecto a la empresa.
El directivo, independientemente del departamento que gestione, debe aunar esfuerzos en detectar las debilidades que pueda acusar su área de gestión que tiene encomendada, para poder erradicarlas y de esta manera fortalecer la estructura del negocio que estén desarrollando. En las lecturas que hemos realizado estos días, respecto a generar valor añadido, podemos llegar a la conclusión que dicha creación de valor puede suponer un sacrificio de otras prestaciones o servicios que recibían los accionistas o benefactores de la empresa, en beneficio de la estabilidad y crecimiento de ésta. Es decir, para poder generar valor añadido para el accionista, en ocasiones se debe de prescindir de operaciones que no reportan la rentabilidad suficiente para sufragar los costes que representa dicha operación, así como destinar parte de la rentabilidad esperada por el inversor en proyectos con mayor retorno, en detrimento de los dividendos que esperaban los accionistas.
Todas estas medidas de creación de valor, solo pueden ser entendidas y puestas en marcha, desde un buen entendimiento y con una correcta comunicación entre la compañía y el accionista. Para ello debe de existir un conocimiento de las estrategias de la empresa y su desarrollo, además de facilitar y extender a los inversores las intenciones, trayectoria y pasado de la entidad a la que representan, para que éstos tengan en todo momento una visión clara y objetiva de la situación y evolución de la inversión realizada.


Creamos valor en la empresa?

En la actualidad empresarial y sobre todo en multinacionales, tenemos un concepto que cobra fuerza, se oye en reuniones, se calcula, se reporta.. pero no se explica convenientemente, como casi todo lo que entra dentro de la esfera financiera-contable, se sabe que existe, que es importante pero no se explica que mide realmente y como.

Lógicamente no voy a solucionar yo esa problema siendo neofito en la materia, voy a tratar de contar que creo que es y en que me ha podido afectar en mi vida profesional.

En primer lugar es un concepto muy positivo, crear valor en una empresa, aumentar el valor de una compañía, es algo bueno, necesario incluso para que todos los miembros (empleados, directivos, accionistas, clientes, proveedores) sepamos que nuestro trabajo o nuestra colaboración es acertada, la empresa es más con nuestro trabajo, genera valor.

En segundo lugar aumentar el valor tiene una consideración económica de aumento de riqueza, la empresa vale más este año que el anterior por ejemplo, un valor cuantificable, un precio podríamos decir, nuestras acciones, nuestro trabajo, nuestro suministro tiene un precio en el mercado, genera un rendimiento, un fruto, es cuantificable económicamente.

Y en tercer lugar y la clave de mi razonamiento es sobre ese valor generado, ¿merece la pena? Es decir ¿conseguiría más valor haciendo otra cosa? O el mismo valor con menor esfuerzo? Esa es la pregunta que la empresa trata de descubrir y los intervinientes en ella deben hacerse y contestarse.

Estas preguntas hay que sacarlas del concepto abstracto y medirlas. Yo lo he conocido hasta ahora referido a los accionistas, hay que generar valor para ellos, no tanto que obtengan un beneficio por su inversión lo cual se da por supuesto sino que ese beneficio colme su expectativa, que si compararan ese beneficio con otros posibles que les ofrece el mercado, sobre todo con el que les ofrece con poco riesgo, la diferencia sea sustanciosa que les merezca la pena invertir en nosotros. Esto se ha convertido en el principal motivo de la actividad, en lo que más hay que cuidar, la clave de la subsistencia de las grandes empresas sobre todo.

Si la situación es ideal, generamos cada vez más valor, el accionista está contento, por lo que la dirección está contenta y el empleado es agasajado por ello, todo perfecto. Pero si ese valor decae, el beneficio obtenido respecto al coste que genera no es tan interesante o empieza a parecerse o es superado por otras opciones, o por la competencia…hay que corregirlo rápido, antes de que el accionista se lo piense, y esto hace que se recurra a la manera más fácil y rápida para conseguirlo: ajustes de costes, que sobra? de que podemos prescindir?Donde? Pues dicho y hecho.

Cualquier otra medida de corrección sería más lenta, trabajosa e incierta, y se presume que el accionista no tiene paciencia para ello o en cualquier caso no se va a probar si la tiene o no, demasiado riesgo. Como en los globos aerostáticos la solución es tirar lastre.

 

 

 


Gestión del Valor del Accionista

De acuerdo a la situación que rige la mayoría de negocios y de acuerdo a la filosofía que se manejan hoy por hoy los mercados y estudios financieros, se comentan que las empresa se ven obligadas a crecer  como estrategia de supervivencia, diversificar productos y/o  servicios lo cual hace que los principios de las empresas como “Crecer”  pasen a ser políticas y misiones  de las mismas, y eso conlleva -para los accionista- un paradigma con un sinnúmero de retos en cierta forma atrevidos en cuanto a la consecución de recursos para llegar a ese gran aumento de la inversión cuyo único camino inmediato es la financiación y/o la creación de estrategias referentes a reinvertir  y recomprar las acciones a sus mismo socios pero a menores precios (léase baratas);  sin embargo esto no sucede en la mayoría de los casos, por lo cual al final son muchos los accionistas que pueden crear tensiones dependiendo de la visión del negocio que tenga cada socio, ya que  se puede presentarse que en un momento determinado que un accionista no pueda tener  para reinvertir o capitalizar en el negocio, lo cual es delicado ya éste podría perder porcentaje de participación  por estas recompras lo que hace que baje su capital social invertido en la empresa.

Pero el deber ser es aumentar el valor para el accionista, el cual se da cuando aparecen indicadores de crecimiento de la inversión como son índices de crecimiento Interno (ICI) = Beneficios retenidos / fondos propios; índice de crecimiento por ampliación de capital (ICA) = Importe de la ampliación del Capital / fondos propios; índice de Crecimiento por variación del endeudamiento = Endeudamiento Inicial/(1+endeudamiento inicial)

Y es cuando dependiendo de las consideraciones previas de la gestión basada en el valor existen algunos requerimientos específicos tales como la transformación profunda de los procesos, el EVA  como indicador de esta cultura de empresa, incentivos de retribución por el desarrollo de la creación del valor, para finalizar se podría decir que el beneficio económico como alternativa en la evaluación de proyectos de inversión es la creación del valor del accionista teniendo siempre un programa de recompra de acciones creando un valor para el accionista impresionante bien llevado tanto en la parte contable , financiera, jurídica, fiscal y legal

En este blogs se define y cuantifica la creación de valor para los accionistas, término muy utilizado tanto por las empresas en sus declaraciones de objetivos (aunque casi nunca definen su significado ni la cuantifican) como por empresas consultoras que ofrecen productos para medirlo (por ejemplo, el EVA). Aunque muchas veces se utiliza el EVA (economic value added) para medir la creación de valor para los accionistas, no tiene ningún sentido dar al EVA el significado de creación de valor en cada periodo. Ninguna medida basada en datos contables (como el EVA) puede tener mucho que ver con la creación de valor paralos accionistas. En este artículo proponemos una definición lógica de la creación de valor para los accionistas.

También se muestra que el ROE (Return On Equity), que se calcula dividiendo el beneficio neto del año entre el valor contable de los fondos propios, guarda muy poca relación con la rentabilidad para los accionistas.

Esto se debe a que cualquier medida basada en datos contables (como el ROE) tiene escasa o ninguna relación con la rentabilidad para los accionistas. Para llegar a la creación de valor para los accionistas, es preciso definir antes el aumento de la capitalización bursátil, el aumento del valor para los accionistas, la rentabilidad para los accionistas y la rentabilidad exigida a las acciones.


CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

investigando con más detalle el tema encomendado, he buscado resumir algunos criterios que considero muy interesantes y que paso a compartir con ustedes, incluyendo tal como menciona catalina en su blog, la interesante «EVA».

El objetivo de toda empresa es la creación continua de valor, principalmente para sus accionistas, pero también para sus clientes (lo que le proporcionará una buena posición competitiva en el mercado), para sus propios empleados (lo que le llevará a mantener una estructura humana sólida, vinculada y motivada en la empresa para la consecución de los objetivos fijados) y, en los últimos años, también para la sociedad y el medioambiente. Es decir, una creación de valor sostenible (económica-social-medioambiental), para todas las partes interesadas en su actividad, que permita conseguir una ventaja competitiva respecto a empresas de la competencia que no tengan en cuenta criterios de responsabilidad social, especialmente cuando la sociedad sea capaz de pagar un plus adicional en productos de empresas con esta visión.

Centrándonos en la parte del accionista, la más importante de las comentadas anteriormente, una empresa que no crea valor para los accionistas o inversores no tiene sentido económico, ya que éstos pueden retirar sus fondos de la empresa desde el momento en que tengan otras inversiones alternativas de mayor rentabilidad (coste de oportunidad). Es decir, los accionistas invierten en una compañía porque esperan un retorno a su inversión superior al coste del capital, tanto en el corto como en el largo plazo, esperando también unas perspectivas de crecimiento de la compañía positivas.

Es importante no confundir la rentabilidad exigida por los accionistas, ni la rentabilidad total de una inversión, con el valor creado para los accionistas. Si la rentabilidad del capital invertido es superior al coste de capital, entonces el proyecto de inversión creó valor por un importe equivalente a la diferencia de ambos conceptos multiplicada por el capital total invertido. Es decir, la creación de valor para el accionista es el aumento del valor para los accionistas por encima de las expectativas, las cuales se reflejan en la rentabilidad exigida a las acciones.

Por tanto, aquí está ya el concepto de creación de valor para el accionista, o Valor Económico Añadido (EVA, por sus siglas en inglés), que es, la diferencia entre la rentabilidad del capital invertido y el coste de capital. De otra forma, el EVA es la diferencia entre todos los ingresos del año y el coste de todos los recursos consumidos para generarlos, y después de satisfacer también la rentabilidad mínima esperada por los accionistas.

Algunas de las ventajas de la gestión por valor añadido son las siguientes:

– Se concentra la atención en la generación de flujos de caja, considerando de forma explícita, por tanto, el coste de capital.

– Considera el riesgo asociado a las operaciones de la empresa.

– Tiene en cuenta todos los costes de la empresa.

– Alinea  los objetivos de gestión con la generación de valor, simplificando la evaluación de la estrategia empresarial e invirtiendo únicamente en aquellos negocios que creen valor.

– Permite la evaluación de los negocios sobre una base contable.

Por tanto, las políticas que se lleven a cabo en la empresa deben ser coherentes con este objetivo de creación de valor para el accionista. Algunas de ellas pueden ser las siguientes:

– Invertir en proyectos con una rentabilidad superior al coste de capital, y liquidando aquellos que no lo son.

– Mejorar el rendimiento de los activos sin invertir más, es decir, aumentando el margen de beneficio o la rotación del activo.

– Disminuir el activo neto, para reducir la financiación total y su coste, y poder desarrollar las actividades actuales.

– Compra de acciones propias, para aumentar el valor de los títulos que quedan en el mercado.

– Ampliaciones de capital a la par, para que el accionista las adquiera a un precio inferior al de mercado.

– Operaciones de desdoblamiento para mejorar la liquidez de las acciones.

– Premiar y potenciar a los directivos que creen valor para la empresa.


La misteriosa EVA

Por: Catalina Salazar

Después de investigar sobre la misteriosa EVA, realmente me ha dejado sorprendida su alcance Efectivamente, es un concepto financiero (o simplemente una ecuación)  que resume el objetivo de la mayoría de las empresas: generar riqueza. Al calcular EVA, una empresa puede revisar si efectivamente crea o genera valor sobre el capital invertido, es decir si genera valor a los accionistas; así que se abre un mundo de posibilidades gigantes pues a través de este indicador puedes empezar a tomar decisiones financieras-administrativas que van a afectar positivamente o negativamente el futuro de la empresa (la idea es que sean siempre positivamente).

A continuación resalto algunas estrategias que se pueden implementar desde el ámbito directivo siempre y cuando sus directivos estén motivados a generar o crear valor a sus accionistas, en lo personal me han llamado la atención las siguientes estrategias: liberación de cualquier activo improductivo “ocioso”. Por ejemplo fijarse en la rotación de inventario y cartera así como en la política de pago a proveedores ayudaran a reducir la inversión. Así mismo, revisar  e identificar las unidades de negocio que son improductivas, para tomar acción y retirarla definitivamente o implementar un plan de mejora que la transforme en una unidad productiva y que genere valor a la empresa. Por último y de más cuidado, estar siempre vigilante de los riesgos de las deudas, las cuales puede afectar terriblemente la creación de valor para los accionistas.

Sin embrago, una cosa es identificar estrategias para generar y crear valor y otra cosa es la puesta en marcha de dichas estrategias, hace falta un plan de negocios, un equipo dedicado, políticas de recursos humanos efectivas, políticas de comunicación interna y externa claras, políticas de promoción y mercadeo optimas, etc, etc. para que la estrategia o decisión que se tome sea exitosa, de otra forma si fuera así de sencillo todas las empresas se dedicarían a enriquecerse con estas formulillas mágicas.

 

 

 


CREACIÓN DE VALOR COMO OBJETIVO DEL PLAN ESTRATÉGICO

Por Wilson Llauger Hung.

La creación de valor es el objetivo de toda buena gestión empresarial. Si hace un tiempo el objetivo era la maximización del beneficio, ahora éste ha sido sustituido por la «creación de valor».

Una buena idea general, para visualizar la “creación de valor”, debemos comparar las magnitudes no solamente del beneficio sino también el coste que ha supuesto generar ese beneficio. En definitiva si el beneficio obtenido supera el coste de los recursos implicados, entonces podremos decir que se ha creado valor. Si esto lo trasladamos a la toma de decisiones de inversión significa que para que se cree valor en la empresa el VAN de la inversión deberá ser positivo y por tanto estaremos invirtiendo en activos que generan un valor adicional al de esas inversiones.

Para determinar o enmarcar la creación de valor, es importante definir un modelo de Planificación Estratégica, el cuál debe analizar profundamente las relaciones y los procesos de creación y transformación del valor en todas sus formas. Entiéndase para los Accionistas, para el cliente, para la empresa, para la sociedad, para el sector, etc.

Es conveniente focalizar los esfuerzos en la «creación de valor para el accionista» especialmente en las PYMES, debido a las necesidades particulares de las mismas.

La creación de valor para el accionista tiene como punto de partida el concepto de valor de mercado de la compañía y su estimación a través del flujo de caja (). Este planteamiento identifica las bases necesarias para alcanzar un control riguroso por parte de los directivos y para potenciar el desarrollo y crecimiento sólido de las compañías. Esto es respaldado por la idea de que los inversores no sólo buscan recompensas en forma de dividendos y en forma de aumento del valor de sus acciones, sino que también desean perspectivas de crecimiento de la compañía a largo plazo.

Una empresa crea valor para los accionistas cuando la rentabilidad para los accionistas supera el costo de las acciones (la rentabilidad exigida a las mismas). Dicho de otro modo, una empresa crea valor en un año cuando se comporta mejor que las expectativas o mejor que lo que podría comportarse si esas acciones estuvieran puestas en otra empresa o negocio (incluyendo por supuesto, depósitos bancarios, bonos del tesoro, etc.). La creación de valor es el aumento del valor para los accionistas por encima de las expectativas, que se reflejan en la rentabilidad exigida por los accionistas, pero además es el signo de salud de la gestión empresarial, generalmente más aceptado hoy en términos financieros, por lo que considero debe ser un OBJETIVO que no debe faltar en el Plan Estratégico de cada empresa.


Creación de Valor

Por Camila Diaz Baires

Cuando comencé a escribir este post para el blog, tenía en mente al principio que la creación de valor, era únicamente una fórmula que me mostraría un número, el cual el accionista podría tomar a bien o para mal, en los resultados de sus inversiones.
ERROR. Cuando investigue más sobre la creación de valor, esa definición de ¨la diferencia entre todos los ingresos del año y el coste de los recursos consumidos para lograrlos¨ tomo mucho más sentido, y expandió miles de ideas en mi caótica mente (que es nada numérica, y mucho menos financiera).
Además, de que es un indicador que proporciona ventajas como, una muy buena generación de flujos de caja, simplifica la evaluación de la estrategia de la compañía, evalúa de manera estratégica los negocios sobre una base contable y real, facilita la asignación de recursos, y sobre todo supera el enfoque contable concentrado en el beneficio. Adicional a esto, detecte dentro de la creación de valor, que traspasa más allá de los conceptos y beneficios financieros y económicos. La creación de valor engloba a todas las áreas de la compañía, genera indicadores estratégicos, financieros, operativos y regulatorios, que involucran a todas las áreas como mencione. Los accionista con la generación de creación de valor, recibirán un análisis global que involucra TODO lo relacionado a su negocio. Un análisis detallado de su portafolio de producto, relacionado con una visión estratégica en todas las áreas, con todos los colaboradores que deben de estar comunicados con el compromiso de la dirección general, motivados con una compensación y plan de incentivos acorde al objetivo. Obviamente esta acción, requiere de una estrategia de planificación donde los departamentos de marketing, finanzas, recursos humanos, operaciones, producción estén completamente alineados/comunicados en los objetivos, objetivos que serán los resultados. Este proceso de creación de valor, requiere de etapas las cuales, son la base del éxito y resultado. El identificar las partes involucradas correctamente, evaluar el valor actual, y determinar el valor futuro, definir los value drivers, la gestión y recompensa, creación de estructura y la pieza CLAVE comunicación, comunicación y comunicación. Para cerrar mi post la creación de valor, es un canal directo entre los accionistas y comunidad inversora, la cual da una conexión clara y real del status del negocio, obviamente como toda acción es necesario monitorear y experimentar en acciones, las cuales se van convirtiendo en historia/lecciones para la compañía.


Gestión Basada en el Valor

La implementación de la gestión empresarial a través del valor económico añadido es un proceso que afecta a toda la compañía y por tanto es preciso que todos los empleados comprendan y compartan los objetivos perseguidos.
Desde el punto de vista del directivo, implica grandes esfuerzos en el análisis financiero y operacional, así como la capacidad de mantener el equlibrio entre las exigencias del accionariado y la responsabilidad social coorporativa, y dotes para la resolución de conflictos entre todos los agentes implicados (clientes, empleados, proveedores, etc.).
Será también esencial la definción de indicadores de rendimiento adecuados para cada tipo de actividad y un sistema de recompensa en función de los mismos.
La definción de la estrategia empresarial debe dirigirse a la creación de ventaja competitiva, y a la explotación de las sinergias internas de la compañía.



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