EL WACC

 No, no voy a hablar de comida ni de sartenes, aunque oído suene igual. El WACC (weighted average cost of capital) ha llenado folios y folios de literatura en el mundo de las finanzas.

En proyectos de inversión se utiliza para descontar los flujos de caja futuros esperados. Se trata de intentar dar respuesta a la terrible pregunta ¿Cuánto vale el dinero? El dinero vale lo que a ti te cuesta obtenerlo. Tan sencillo como eso, el coste medio del pasivo de la empresa, pasivo en sentido amplio dado que englobamos en él al patrimonio neto, asumiendo que tiene un coste implícito para la empresa. Para quien le esté entrando la curiosidad añado aquí una breve descripción del WACC para que no lo tenga que meter en el google.

 WACC = %Ke + % Kd

Claro que lo primero que tiene que evaluar la empresa es el % de activo financiado con fondos propios y el % financiado con deuda. Es posible utilizar la estructura actual pero está claro que el propio proyecto que estamos tratando de analizar puede provocar variaciones en dicha estructura en los próximos años con lo cual el wacc habría sido distinto. Sigamos:

 Kd= i * (1-t)

 Siendo i el coste de las deudas, en cualquier caso casi el 100% de las deudas bancarias están firmadas a tipos de interés variables, que pueden sufrir variaciones importantes en los próximos años. Total, que para no complicarlo la empresa puede utilizar el último conocido y asumir que habrá variaciones posteriores, con lo cual el wacc habría sido distinto. Al menos en el tipo impositivo no esperamos grandes variaciones a medio plazo (es el del impuesto del beneficio al fin y al cabo)

 Ke= Rf + (PRM*Beta)

 No quiero ni hablar de la renta fija si pensamos en las últimas variaciones de la rentabilidad ofrecida por la deuda pública.

 La prima de riesgo al final se determina entre 4 y 6 por eso de que ya que me meto en este lío, al menos que me merezca la pena.

La beta de riesgo quizá sea lo menos vulnerable por eso de que la estadística es una ciencia exacta y las finanzas no.

Conclusión, determinar el WACC para actualizar flujos de caja futuros se puede convertir en la tarea más sencilla, simplificando al máximo, o la más complicada del mundo, cuestionándote todas las variables e intentando dar respuesta. Y al final, preguntas a las empresas:

 En la evaluación de proyectos de inversión, ¿a que tasa descontáis los flujos de caja esperados? y la respuesta que me he encontrado en 4 de cada 5 ocasiones:

“No sé, está en el sistema, es un dato que no se puede modificar ni tocar

¡Impresionante! Total que formulo una nueva pregunta:

 Hace cuantos años está la tasa de descuento metida en el sistema? 

“muchos, ya te digo que no se puede tocar”

 ¡Muchos años! ¡Sin modificarlo!, ¡sin revisarlo! ¿Qué opináis?

 Al final me queda una pequeña esperanza, pensar que en esas empresas, que son las que mueven el mundo, el wacc no está metido en el sistema por ciencia infusa y qua algún directivo en su día lo medito, se cuestionó cada uno de sus componentes y dio respuestas válidas. Y hoy por hoy, las personas que en la empresa evalúan proyectos de inversión, lo utilizan porque confían en el sistema y no se lo cuestionan. En cualquier caso los invito a un curso de reciclaje y les animo a cuestionarse día tras día sus componentes para adaptarlo al entorno cambiante que estamos viviendo y por lo tanto que lo sometan a revisión. No quiero ni pensar en los proyectos de inversión que se están dejando de lleva a cabo ante un VAN negativo solo porque el wacc era demasiado alto. En cualquier caso siempre nos quedará la TIR…

 Montserrat Vega García

Profesora de planificación financiera a largo plazo MBA Full Time Madrid


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