La gestión EFICIENTE de la energía
Hola queridos lectores.
Hoy vamos ha hablar de los problemas que residen en el ahorro energético y en el sector en general. Os presento…..
La gestión eficiente de la energía y la necesidad de un cambio de tendencia.
Mientras escuchamos las poco alentadoras noticias sobre la Cumbre de Durban, durante la cual, los 195 paises participantes no son capaces de legar a un nuevo acuerdo que ponga freno a las consecuencias del cambio climático, lo cierto es que España aún está lejos de cumplir los compromisos ya adquiridos con anterioridad. Las Empresas de Servicios Energéticos (ESEs) se presentan como parte de la solución para cumplir los acuerdos internacionales y compromisos adquiridos por España y para mitigar los mayores retos de nuestra generación : crisis económica, desempleo, dependencia energética y cambio climático.
La ONU ya ha avisado de que es absolutamente necesario reducir el nivel actual de emisiones de CO2 en un 50%. Sin embargo, 2010 fue un año record en emisiones de gases de efecto invernadero. La dependencia energética de nuestro país es 20 puntos superior a la media europea con un 74 % de importaciones energéticas. La intensidad energética española es un 15 % superior a la media de UE15.
España derrocha energía por 3 razones:
- Permisibilidad en el derroche energético. Se puede tener a calefacción a máxima potencia y todas la ventanas abiertas.
- Falta de incentivos que nos motiven a ser más ahorradores.
- Porque el mundo de los servicios energéticos es un desconocido y el usuario final desconfía de un sector nuevo cuyo modelo se basa en la consecución de ahorros.
El Mityc, a traves de IDAE, ha llevado a cabo una serie de iniciativas para impulsar el sector que, sin embargo, han mostrado ser poco eficientes, como por ejemplo el Plan 330 AGE, el Plan 2000ESE y la Linea de financiación Ico-Inversión Sostenible 2011. Los resultados de los tres casos han sido poco alentadores, no llegando a 10 los proyectos que se están desarrollando en lo 2330 centros públicos de consumo sobre los que se pretendía actuar. Así pues, es necesario cambiar la tendencia y ponernos a la altura de mayores exigencias.
La clave es que las partes implicadas actuen:
- INSTITUCIONES PÚBLICAS: deben liderar el despegue del sector mediante el ejemplo, no puede haber edificios públicos que no cumplen sus propias leyes, así como desarrollar iniciativas que impulsen al sector privado mediante incentivos a los usuarios. Las administraciones deben estructurar un sistema para que quien haga las instalaciones y las gestione, opere de acuerdo a las normativas (RITE), de manera que no se derroche energía y sean respetuosas con el medio ambiente.
- USUARIO FINAL: es el elemento principal y necesita concienciación sobre las consecuencias que tiene desaprovechar energía para la sociedad, el medio ambiente/salud, la economía y los ciudadanos. Para ello es necesario que sepan lo que son las ESEs y que es lo que proporcionan: servicios de ahorro y eficiencia energética, asumiendo un riesgo económico al hacerlo porque sus ingresos dependen de los ahorros energéticos conseguidos con los servicios prestados (definido en la Directiva Europea 2006/32/CE). Las ESEs consiguen reducir el consumo energético mediante la implementación de medidas de ahorro de energía (MAEs). Hoy día las ESEs financian total o parcialmente la inversión y están consiguiendo reducciones en la factura energética por encima del 40%.
- GRANDES EMPRESAS ENERGÉTICAS: principalmente aquellas cuyo negocio se basa en la venta de energía tienen que comprometerse con los problemas del país mediante la aplicación de modelos sostenibles y abandonando prácticas como la superproducción aunque garanticen más negocio. Es cierto que cada vez muestran más implicación con las energías renovables pero solo desde el lado de la producción, no estando tan interesados en la gestión de la demanda.
- EMPRESAS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS: las ESEs basan su negocio de ahorro y eficiencia energética mediante contratos que garantizen ahorros. Es decir, la rentabilidad del proyecto depende total y absolutamente del ahorro energético conseguido. El resultado es que mayores ahorros energéticos implican; mayor negocio para la ESE, ahorro económico para el usuario por la reducción en la factura energética y en emisiones de CO2. Las buenas prácticas en el sector convencerán a los demás implicados de la viabilidad y necesidad de una gestión energética adecuada. Un modelo que además conlleva una disminución de la dependencia energética y generación de empleo.
En definitiva, 2012 debería ser el año en el que se produzca un cambio de tendencia y en el que los mercados y servicios energéticos despeguen. Mediante voluntad política, reglamentación adecuada, responsabilidad en las actitudes individuales, el conocimiento y la diseminación de este nuevo modelo y las buenas prácticas dentro de las empresas del sector; la aplicación de MAEs y la gestión adecuada de la energía se irán implantando en los centros consumidores con todos los beneficios que ello conlleva.
Fuente de información: “Energética”