Consideraciones sobre la implantación de nuevos aprovechamientos y recuperación de instalaciones mini hidráulicas.
Tanto el desarrollo de nuevos aprovechamientos minihidráulicos, como la recuperación de instalaciones existentes, se hallan condicionados a las restricciones que imponen la disponibilidad del recurso y la posibilidad de aprovechar el mismo con la tecnología existente en términos que produzcan un retorno económico adecuado respecto de la inversión incurrida.
En ese sentido, una vez identificada una oportunidad de desarrollo minihidráulico, el primer paso se constituye en la evaluación del recurso mediante la determinación de la cuenca a ser aprovechada y su régimen de caudales disponibles considerando las restricciones ecológicas y que por otros usos puedan existir, así como el levantamiento topográfico del terreno para determinar la altura o salto aprovechable; posteriormente en base del conocimiento del caudal y la altura aprovechable se establece la capacidad de la central hidroeléctrica utilizando la turbina más adecuada para la combinación salto-caudal de diseño que permita maximizar la rentabilidad del proyecto.
De ser viable el proyecto se deberá llevar adelante los trámites que suponen la obtención del permiso de uso de aguas y autorizaciones de instalaciones electromecánicas y de transmisión eléctrica, la realización de estudios de ingeniería y de impacto ambiental (incluidas medidas correctoras de los impactos negativos que pudiera producir la central), las conformidades de parte del dueño de la red eléctrica para efectuar la conexión de la central y la elaboración de los documentos para la contratación de la construcción y puesta en servicio de la central. Finalmente, en caso se establezca algún mecanismo de incentivo económico asociado a mini hidroelectricas se deberá efectuar también los trámites necesarios para acceder a dichos incentivos (p.e. feed in tariffs, primas, beneficios tributarios o arancelarios, etc.)
En el caso particular de la recuperación de instalaciones existentes, es importante hacer un reconocimiento de campo de la central para conocer el estado de conservación y el tipo y capacidad de sus instalaciones (civiles y electromecánicas), pues estos factores impondrán restricciones adicionales en cuanto a las opciones que son posibles de implementar; por ejemplo, en el caso que al existir canales de conducción construidos se deberá sopesar el costo que puede suponer ampliarlos respecto de asumir como una restricción la capacidad de transporte pre-existente.
Además de los costos propios de inversión y operación y mantenimiento de la central, al desarrollar y evaluar la viabilidad de las diferentes alternativas para la implementación del proyecto debe tenerse en cuenta los costos y el riesgo que puede suponer la obtención de los permisos, la variación de los ingresos por el riesgo el riesgo propio de la hidrología y el riesgo regulatorio, y la aceptación que las comunidades afectadas por el proyecto.
Si se tiene en cuenta estas consideraciones es de esperar que se minimice el riesgo que se asume al emprender la implantación de una instalación minihidráulica.
Nota: Adjunto enlace a un informe del Banco Mundial sobre rehabiltación de hidroeléctricas que puede ser de interés