Gestión y operación de la red eléctrica. Esquema de la red eléctrica de España. Asimetría peninsular: generación y consumo. Conexiones internacionales

Hoy en día no concebimos un mundo sin electricidad. Se ha convertido en un recurso imprescindible y cotidiano para todas las personas. Cuando encendemos la luz, vemos la televisión, nos secamos el pelo, cocinamos, etc., hacemos uso de ella. Toda esta energía debe llegar a nuestros hogares de forma adecuada, y es ahí donde entra en juego Red Eléctrica de España (REE), transportista único y operador del sistema eléctrico en España.

La principal función de REE es garantizar la seguridad y continuidad del suministro eléctrico, manteniendo el equilibrio instantáneo entre generación y demanda, así como diseñar, desarrollar y mantener la red de transporte.

En la Figura 1 se esquematiza la red eléctrica, quedando dividida en tres partes: 1) generación, 2) transporte y distribución y 3) consumo, todas ellas gestionadas por REE.

Figura 1. Esquema de la red eléctrica de España. Fuente: REE

Uno de los principales retos que la red eléctrica ha sabido solventar con éxito es el de la asimetría peninsular, gracias a un extenso mallado de la red eléctrica. Este término significa que hay comunidades autónomas cuya producción bruta de electricidad es mayor que su consumo y viceversa.

La Figura 2 da una idea general del balance de energía eléctrica por comunidades autónomas:

Figura 2. Balance de energía eléctrica por comunidades autónomas en 2014. Fuente: REE y elaboración propia

En base a estos datos se puede observar como los grandes productores de electricidad son Cataluña, Castilla y León, Andalucía y Galicia, mientras que el consumo recae en Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid. Llama la atención el caso de Madrid, con un balance eléctrico negativo de 27.000 MWh, es decir, que prácticamente toda la energía que consume se genera en otras comunidades.

Tener una mayor capacidad de interconexión con los países vecinos aporta una mayor seguridad de suministro, un aumento de la eficiencia y competencia entre sistemas vecinos y una mejor integración de las energías renovables.

En la Figura 3 se puede observar la capacidad de intercambio comercial de España con Francia, Portugal y Marruecos:

Figura 3. Capacidad de intercambio comercial (MW) en noviembre de 2015. Fuente: REE

En Octubre de este mismo año, ha entrado en operación comercial un ambicioso proyecto consistente en una línea de corriente continua entre España y Francia de 1.400 MW que duplica la capacidad de intercambio existente hasta los 2.800 MW.

A pesar de estos importantes avances, España está considerada como una “isla eléctrica” por su condición geográfica de Península, que hace que la capacidad de interconexión represente un 6% de la potencia total instalada (102.238 MW en octubre de 2015).

En 2020, con las interconexiones previstas, España será el único país por debajo del objetivo del 10% marcado por la Unión Europea, por lo que será necesario seguir desarrollando nuevas interconexiones, especialmente con Francia, ya que es la entrada al mercado eléctrico europeo.

A pesar de ello, ya hay Proyectos de Interés Común (PIC) en marcha, tanto con Francia como Portugal. El más ambicioso de todos ellos es el Proyecto Bahía Vizcaya, una interconexión entre el País Vasco y la región francesa de Aquitania, consistente en un enlace submarino de corriente continua de 2×1000 MW, el cual permitirá incrementar la capacidad de intercambio entre España y Francia hasta el rango de 4000-5000 MW, acercándose al 10% demandado por Bruselas. En la actualidad el proyecto se encuentra en fase de estudios de viabilidad y se prevé su puesta en servicio con posterioridad a 2020.

1 comentario / 15 Nov 2015 por cgonzalezgisbert
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