Economía circular. Ventajas y oportunidades.

El pasado 21 de marzo tuvimos la oportunidad de asistir en la EOI al #EOIgreencoffee, un debate muy interesante acerca de la economía circular. Este post se lo dedico a este concepto, que día a día va adquiriendo una mayor importancia.

Estamos acostumbrados a un modelo de economía lineal de producción y consumo: se extraen los recursos, se fabrica el producto, se usa y finalmente se tira. Este modelo no es sostenible a largo plazo, ya que se consume una gran cantidad de recursos, lo que conlleva a su agotamiento progresivo y a una acumulación, cada vez mayor, de residuos tóxicos.

La economía circular plantea la solución a este problema. Se trata de evolucionar del modelo de economía lineal actual hacia un modelo circular, tal y como sucede en la naturaleza. En este modelo, los residuos de un producto son recursos valiosos para otro producto. Es un sistema de ciclo cerrado, en el que todos los bienes pueden ser desmontados para reutilizar sus partes.

Los componentes que constituyen los productos pueden ser divididos en dos grupos generales:  nutrientes biológicos y técnicos. Los nutrientes biológicos son biodegradables por lo que, una vez que su uso ya no es rentable, pueden introducirse en el medio natural en forma de abono. Por otra parte, los nutrientes técnicos son sustancias no biodegradables, normalmente aleaciones o polímeros, que están diseñadas para ser utilizadas de manera modular e indefinida, y que pueden ser unidas y desmontadas usando cantidades de energía muy bajas, favoreciendo de esta manera la reutilización de materiales y el ahorro energético.

Este modelo de economía genera ventajas y oportunidades tanto para los consumidores como para las empresas. ¿Qué pasaría si en vez de comprar un producto, comprásemos únicamente los servicios de ese producto? Este vídeo lo ilustra muy bien:

Pinche aquí para ver el vídeo


¿De qué manera pueden adoptar las empresas una economía circular?
Daan Elffers, CEO de EMG, describe en 4 pasos el camino a seguir para conseguirlo:

“– Establecer objetivos y elaborar un plan: junto con los miembros estratégicos de la organización, hay que determinar hacia dónde se quiere llegar y qué hoja de ruta será diseñada para lograrlo.

Formar y activar a los miembros de la organización: es vital confirmar que todos y cada uno de los integrantes de la empresa entienden sus nuevos objetivos y aspiraciones.

Innovar y optimizar: analizar los procesos para lograr una mejora inicial, evaluar qué materiales podrían ser reciclados, reutilizados o eliminados y determinar qué artículos podrían ser diseñados de manera que se puedan desmontar con facilidad o volver a ser usados por su propia fábrica o servir como materias primas para otros socios comerciales forma parte de la adaptación.

Comprometer: lo primero es lograr la involucración de los socios, proveedores y clientes del negocio en la aspiración de alcanzar las nuevas metas planteadas, así como en las acciones definidas para conseguirlo.”


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