Los Viernes de Emprendimiento Social en la EOI
Ya son cuatro los viernes que venimos compartiendo unas horas con emprendedores sociales en la EOI gracias al maravilloso equipo del EOI-Net Impact Chapter: “Leading Our Future”. Cada día uno o dos invitados muy especiales han compartido con todos los que se han acercado por el aula 1.4 de la escuela un poco de su experiencia personal.
Para mi el mundo del emprendimiento social es algo que conozco desde hace unos meses. Hasta ahora nunca antes había oído hablar de él y si me hubieran preguntado qué es, seguro que no podría haber contestado, pero ahora….ahora estoy descubriendo poco a poco de que se trata y me gustaría compartir con vosotros algunas de las conclusiones a las que he llegado.
Lo primero de lo que me he dado cuenta es que no importa en que proyecto esté trabajando cada uno, los valores que transmiten, la fuerza y la energía que ponen en alcanzar sus metas y los motivos que les llevan a trabajar día a día son comunes. Lo que mueve a un emprendedor social y por tanto lo que sería, para mi, la definición de emprendimiento social es la de que cambiar el mundo es posible gracias a acciones locales que afectan positivamente a las personas.
¿Pero qué significa esto?….junto con una cara de desconcierto, esta es la pregunta que me hacen mis amigos cuando les hablo de todo esto y realmente tienen razón al preguntarlo porque, a priori puede parecer una idea utópica e inviable, pero resulta que ¡nada más lejos de la realidad!.
Ser emprendedor social consiste en recorrer la sociedad en busca de sus grietas y conseguir no taparlas si no arreglarlas. Esto puede hacerse desde cualquier parte ya sea en una gran empresa, en ONGs, fundaciones o solo. Sigue sonando a más de lo mismo verdad?
Los proyectos sociales no distan mucho de un proyecto de negocio al que estamos acostumbrados a ver, pero tienen una característica esencial que los diferencia, que es el fin último de éste. Mientras que en el caso del “Business-as-usual” se busca un beneficio económico principalmente, en los otros es la mejora de la sociedad desde distintas actuaciones. Estos proyectos van desde intentar producir cambios de mentalidad, pasando por la inclusión social de colectivos marginados o la construcción de un sistema de abastecimiento de agua en regiones sin medios para ello.
El emprendedor social tiene una manera peculiar de ver el mundo, sabe que acciones locales en sus barrios, su comunidad o su país son la clave para encontrar un modelo de mejora que puede ser replicado y tener una repercusión global.
Otra de las cosas que he aprendido y es posiblemente la razón por la cual algunos proyectos no salen adelante es que si quieres emprender necesitas tener un capital semilla con el que empezar y un plan de viabilidad económica. Muchas veces es difícil conseguir inversores por esta razón y los proyectos no pueden llevarse a cabo. Está claro que la gente quiere hacer posibles estos proyectos, pero también se necesita dinero para vivir.
Por tanto se podría decir que “hacer emprendimiento social” consiste en perseguir y conseguir el cambio, desde cualquier parte y con proyectos reales pero también realistas.
Algo que se me olvidaba mencionar y que creo que es de las cosas más importantes que he aprendido en este tiempo es que el cambio es posible, pero es posible gracias al trabajo en equipo y a la colaboración de gente que comparte un objetivo. Por eso creo que el congreso que se está organizando los días 27 y 28 de mayo y que tendrá lugar en la EOI va a ser un magnífico lugar para conocer a gente con las mismas inquietudes.
Todavía quedan muchos “Viernes de emprendimiento social en la EOI” de los que sacar más cosas en claro y en los que conocer más proyectos como los de aquellos que ya han pasado por la escuela a compartirlos con nosotros. Desde aquí os animo a participar en ellos todos los viernes de 15:00h a 16:30 en el aula 1.4 de la Escuela de Organización Industrial.