Medición del ruido ambiental

Diagnóstico

Diariamente inciden sobre el ambiente múltiples focos de emisiones sonoras, haciendo del ruido ambiental un producto derivado de múltiples emisiones que contribuyen a generar niveles de contaminación acústica inadecuados desde el punto de vista ambiental y sanitario (RD 1367/2007). Las fuentes generadoras de ruido son muy diversas, obras de construcción, fábricas, aviones… Pero, sin duda, el tráfico se ha convertido hoy en uno de los principales focos de ruido, deteriorando la calidad de vida urbana.

En esta práctica se intenta describir, medir y evaluar los niveles acústicos generados por el tráfico rodado en el entorno del edificio de la Escuela de Organización Industrial, en el distrito de Moncloa – Aravaca de Madrid.

Tras 11 mediciones in situ, localizadas en una distribución homogénea y al azar en la zona de estudio, y por la aplicación del Método Nacional de Cálculo Francés para tráfico rodado NMPB-Routes-96, se obtienen los valores de los niveles equivalentes de ruido para cada punto de muestreo.

La evaluación de los resultados obtenidos con respecto a los límites indicados en la normativa RD 1367/2007 manifiesta que, tanto para los niveles obtenidos con las mediciones in situ así como para la modelización realizada, el ruido ambiental en la mayoría de los puntos de muestreo no cumple la regulación.

Pese a que este incumplimiento no es de gran magnitud, es importante realizar un Plan de Acción para evitar la superación de estos niveles elevados de ruido.

Plan de Acción para la mejora del entorno

Dado que el ruido predominante es aquel del tráfico rodado, las medidas correctoras a aplicar estarán centradas fundamentalmente en evitar la generación del ruido en estas vías.

-Mejora de las condiciones de las vías: Durante la realización de las medidas se observa que es frecuente el mal estado y parcheado del pavimento de la vía. El estado del asfalto tiene una gran influencia en el nivel de ruido generado.

Es de gran importancia la selección de pavimentos menos ruidosos, como por ejemplo aquellos con revestimiento drenante. La estructura porosa de este pavimente puede llegar a reducir la presión sonora hasta en 3 dB(A). Además, habrá que gestionar el mantenimiento de la vía para no alcanzar la situación ruidosa de partida.

Regulación de la velocidad: Pese a que la velocidad de las vías se limita a 30 ó 40 km/h, no es raro encontrarnos con situaciones en que la velocidad de circulación es sobrepasada en las vías de la zona de estudio.

La correcta regulación de la velocidad en la zona, limitándola a los límites impuestos hará que los niveles de potencia sonora alcanzada se reduzcan.

-Control del flujo de vehículos: Madrid es una ciudad densamente poblada con una gran afluencia de tráfico. Esto es debido a la gran cantidad de gente que necesita desplazarse hasta su lugar de trabajo o estudio.

El mayor paso de vehículos hace que el nivel máximo de ruido vaya aumentando por cada vehículo que se incrementa.

La promoción del uso del transporte público, siempre que este esté bien organizado y conecte todas las zonas del municipio, hará innecesario el uso del vehículo por el centro. Aparejada a esta medida será necesaria la disuasión del usuario del coche particular mediante la restricción de la circulación en el núcleo urbano por la aplicación de métodos de regulación del flujo de coches circulantes, tales como el cobro de peajes para entrar o para transitar determinadas zonas de la ciudad, limitaciones por el número de la matrícula, aparcamientos disuasorios a las afueras del centro de la localidad, etc.

-Disminución de paradas y arranques: La existencia de varios semáforos para regular intersecciones, como en la confluencia del Paseo de Juan XXIII con Avenida de la Moncloa hace que aumente el nivel de ruido por la necesidad de parada y arranque de los vehículos en los semáforos, especialmente aquellos que llegan aquí desde la Avenida de Gregorio del Amo, cuya incorporación es en pendiente ascendente.

La instalación de rotondas en este tipo de confluencias de vías hará que haya un mejor reparto del tráfico y una disminución de estas acciones, ayudando a disminuir el ruido.

-Buenas prácticas: Todas estas medidas deben ir acompañado de planes de concienciación de la población y promoción de las buenas prácticas de conducción:

-Disminución del nivel sonoro en los edificios: Como medida última y aplicable, siempre y cuando no se puedan aplicar las demás medidas o estas no sean efectivas y el nivel de ruido sea excesivo, se podrían aplicar medidas para reducir el ruido en los edificios. Estas medidas irían desde el aislamiento acústico de las viviendas, centros de enseñanza y sanitarios hasta la utilización de métodos de enmascaramiento del sonido (mediante fuentes, música ambiental,…).

 


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