Carpe diem

“Aprovechad el momento”, ese era el lema que utilizaban en el “Club de los poetas muertos”, he de admitir que siempre me enganchó.

Hace unos días Steve Jobs me lo recordó cuando vi su famoso discurso de Stanford en 2005, donde contaba que cada día al levantarse se preguntaba qué haría si ese fuese el último día de su vida.

Quisiera en esta breve reflexión compartir contigo mi opinión sobre lo importante que es vivir en el presente, aprovecharlo al máximo, que no sea simplemente un medio utilizado para lamentarnos por el pasado y preocuparnos por nuestro futuro. El presente está sucediendo ahora mismo y se merece que le dediquemos todo nuestro esfuerzo.

Quizás desde hace unos pocos años mi forma de ver la vida ha cambiado. Lo cierto es que me he cansado de lamentarme por mi pasado, de sufrir por acciones que han quedado atrás, y he descubierto que preocuparme por lo que me sucederá en el futuro consume gran parte de mis energías, y lo que es peor, en el 99% de los casos sin necesidad. Como afirmó Michel de Montaigne, filósofo y escritor del siglo XVI: “mi vida estuvo llena de grandes desdichas, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”. Es genial…

Vayamos un poco más allá, te propongo que te detengas un momento y pienses en estas preguntas: ¿el pasado y el futuro existen? ¿O son simplemente un producto de la imaginación? Quizás esta frase de Einstein te ayude a enfocar las preguntas: “la diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es solamente una ilusión persistente”.

No sé si logro transmitirte la idea, que para muchos es incluso una forma de vida: el pasado y el futuro están en nuestras mentes, lo único real es el presente. No es que considere que la mente y la imaginación no sean importantes, pero sí pienso que es vital saber distinguir entre la realidad imaginada (la mente) y la realidad presente (la acción). De esta forma seremos capaces de canalizar toda nuestra energía hacia lo que en realidad está sucediendo, el presente.

Me daría por muy satisfecho si en estas pocas líneas te he logrado transmitir el mensaje de que no vale la pena dedicar nuestra energía a cavilar sobre qué hubiese sucedido si hubiese hecho esto o lo otro, o que pasaría si…

Deja el pasado atrás, recuerda las experiencias útiles y agradables y como dijo Einstein: – yo no pienso en el futuro, llega enseguida.

Concentra todos tus sentidos en el presente, y hagas lo que hagas, dedícale toda tu energía.

¡Carpe diem!

 


Suscribirse a comentarios Respuestas cerradas. |

Comentarios cerrados.


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies