El Gran Futuro de España
La crisis económica mundial lleva azotando España desde el año 2008 y sus consecuencias se han extendido en el tiempo hasta la actualidad, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social.
El comienzo de esta crisis supuso para España la explosión de otros problemas: el final de la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria de 2010 y el aumento del desempleo. Este ambiente de crispación desencadenó movimientos sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo así como a cuestionar el sistema político actual, llegando a exigir una renovación democrática.
El movimiento social más importante es el llamado 15-M, que surgió para reivindicar la precariedad laboral y social, además de la disminución del poder adquisitivo de las clases media y baja.
Para afrontar con éxito un problema económico, es fundamental conocer sus causas. Por ello, a continuación analizaremos los factores singulares que han hecho que la crisis tenga en España un perfil algo distinto y que se haya manifestado con más gravedad que en otros países de nuestro entorno. Para poder desarrollar en la última parte del artículo posibles propuestas para mejorar la situación económica que atravesamos.
Antecedentes Económicos:
La asfixia actual de la economía productiva española, viene causada principalmente por la persistente sobrevaluación del tipo de cambio en España, primero con la peseta en 1986 y posteriormente por la política del Banco Central Europeo de mantener el euro sobrevaluado, lo que alejaba el espectro de la inflación pero a costa de llevar a los sectores productivos nacionales a un prolongado estancamiento ante importaciones artificialmente baratas.
¿España tiene solución?:
Un cambio de “Modelo Productivo” es ciertamente necesario, pero de nada servirá sin crear previamente las condiciones necesarias para que el empresariado español encuentre rentable invertir, no solamente en sectores protegidos de la competencia internacional, sino también en aquellos sectores que fueron abandonados desde 1986 en manos de las corporaciones multinacionales, a las cuales no les afecta la sobrevaluación del tipo de cambio de la moneda.
Para llevar a cabo estas acciones se debe desarrollar un Plan Estratégico de redefinición del Modelo Productivo basado en la promoción del mercado interno y la demanda doméstica y que a corto plazo potencie los sectores de las energías renovables, la agricultura ecológica, producción de bienes y servicios de proximidad y el reciclado del sector de la construcción, promoviendo la rehabilitación de viviendas y prevaleciendo el bienestar social. Además este modelo de crecimiento orientado al mercado interno estará basado en altos salarios y elevado gasto público.
La recuperación comenzará tan pronto como se rompan las inercias y las imposiciones de los poderes actuales basadas en el dinero, la manipulación informativa, la imposición y la centralización de los procesos de decisión. Desarrollando otro sistema democrático distinto, plural, libre y eliminando el bipartidismo resultante de la actual ley electoral, muy poco representativa.
Al mismo tiempo que se acomete también un decidido empeño en reducir el servicio de la deuda, principalmente exterior, vía reducción del déficit de las administraciones públicas. Sin lo cual España se puede ver abocada a solicitar la aplicación de ciertas clausulas de excepción ante la UE.
Por otro lado, se tiene que trabajar en el incremento de las partidas de gasto social para lograr que España converja en gasto público social por habitante con el promedio de la UE-15 en un periodo de cinco años.
Todas las ideas expuestas anteriormente no tendrán validez si no se actúa sobre el sistema financiero, creando una banca que garantice la financiación de la economía y la disponibilidad del crédito a empresas y ciudadanos que lo requieran. Llegando a firmar un Código de Comportamiento ético de la banca que asegure que todas las inversiones financieras sean socialmente responsables y contribuyendo con Impuestos sobre los beneficios extraordinarios de la banca y los activos financieros al Estado del Bienestar.
Finalizando todas las medidas con una reestructuración de la educación, aumentando su gasto hasta alcanzar la media europea en todas las comunidades autónomas y dignificando el salario de los investigadores jóvenes para recuperar talentos que actualmente se encuentran fuera de España. Con estas medidas se promocionaría el conocimiento y se formarían personas plurales, creativas, libres y con la posibilidad de un movimiento real entre profesionales de los países miembros de la UE.