Entorno macroeconómico
En los últimos años, y con más intensidad en los últimos meses, una palabra se repite de forma constante: Crisis. Parece que todo lo que nos rodea no pasa por su mejor momento, crisis financiera, crisis del euro, índices de paro record en nuestro país, recortes… etc. Son muchos los datos de coyuntura y expectativas económicas que recibimos a diario, y hasta hace relativamente poco tiempo, los afortunados que tenemos un empleo observábamos la situación como si de una película se tratara, esperando que pasara el bache. Nada más lejos de la realidad.
La falta de crédito desde 2008 hasta hoy, para una economía que depende del consumo casi en un 80%, es insostenible y es necesario tomar medidas de carácter urgente para facilitar que fluya el crédito y así empezar a resolver el resto de problemas. A las pequeñas y medianas empresas y especialmente a las familias se les han recortado los préstamos bancarios más de un 50% y un 75% respectivamente. Hoy en día es muy complicado, a pesar de tener una situación económica estable, conseguir una hipoteca para una primera vivienda, y ser emprendedor o empresario resulta frustrante. Esto es muy grave en nuestra situación dado que, está demostrado en multitud de estudios, que la mayor parte de la creación de empleo es generada por las pequeñas y medianas empresas
Fuente: Banco de España
La reciente reforma financiera no implica ningún cambio a corto plazo para esta situación por lo que tendremos que esperar para ver sus efectos. Además, no se puede afirmar que esta reforma vaya a cambiar la percepción que tienen las entidades sobre el riesgo de dar créditos a familias y empresas.
Además de la falta de crédito, a finales de este mes muchos sufriremos la última subida fiscal que se ha acordado. Las razones para esta subida son diversas, pero desde cualquier punto de vista resulta injusta para el empleado.
Con estas subidas fiscales, los tipos impositivos son los más elevados de Europa, a pesar de que tenemos rentas por debajo de la media.
Fuente: Eurostat
Teniendo en cuenta estos dos aspectos, resulta que la recaudación adicional es más bien modesta a pesar del efecto negativo que pueda suponer en el consumo. Es injusta, porque cada vez menos ciudadanos mantienen al resto de habitantes que no trabajan en el sector privado. De 47 millones de habitantes sólo 15 millones aportan riqueza mientras los parados y los funcionarios crecen y las clases pasivas aumentan. Realmente, el problema del déficit público se debe al exceso gasto público y no a la falta de recaudación.
Otro aspecto que nos afecta directamente es la variación salarial prevista para los próximos años. Es necesario conseguir un proceso de devaluación interna, por lo que los salarios serán congelados, y los que no, se verán reducidos. La imposibilidad de devaluar nuestra moneda obliga a reducir el coste laboral bajando los sueldos para ser más competitivos, dado que a corto plazo y con los recursos existentes, tampoco será posible mejorar nuestra productividad.
Fuente: Eurostat
El primer trimestre de 2012 termina y los ciudadanos no vislumbramos la salida del túnel, más bien todo lo contrario. Aún es pronto para evaluar los efectos de las reformas y demás medidas anticrisis, si bien, la población es consciente de que estos esfuerzos son necesarios y en general son aceptados con resignación.
A los ciudadanos nos deberían preocupar cuáles van a ser los objetivos a largo plazo y qué rumbo seguirá el país dado que el modelo económico – productivo que conocemos es insostenible. Somos un país ineficiente que necesita invertir en Educación, Innovación y Competitividad, pero lamentablemente ahora no es una prioridad porque “primero tenemos que salir del agujero”.
En Estados Unidos por ejemplo, son muy conscientes de que el crecimiento está ligado al de las pequeñas y medianas empresas, y se promueve la creación de estas empresas con ayudas, subvenciones y desde la Educación. En USA, el 60% de los universitarios quiere ser emprendedor, mientras que en España no llega al 5%, este dato refleja la escasa conexión entre nuestro sistema educativo y el laboral.
Si realmente queremos conseguir un crecimiento sostenible, en un mercado cada vez más a global y exigente, la inversión en innovación tecnológica debe ser también una prioridad. Israel, un país con pocos recursos naturales y una situación política complicada ha sido capaz de desarrollar una industria de desarrollo e innovación tecnológica reconocida mundialmente. En este proceso, el Estado ha jugado un decisivo papel junto a un sector empresarial realmente emprendedor, que ha apoyado gracias a subvenciones e incentivos a la inversión.
Bibliografía:
–http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/eurostat/home/
– http://www.guillermodeladehesa.com/