EUROPA ES LA RESPUESTA PARA EUROPA

EUROPA ES LA RESPUESTA PARA PARA EUROPA

Europa, tal y como la conocemos hoy, con una Unión Confederal de Estados (27) parte de los cuales comparten una moneda única (15), no es únicamente una confluencia de intereses económicos, es mucho más, es un proyecto político, que aunque desde las primeras décadas del siglo XX comenzó a vislumbrarse. Fue a raíz de la Segunda Guerra Mundial y el en proceso de reconstrucción de la maltrecha Europa de la post-guerra, cuando de forma definitiva se consolida.

Tras la Segunda Guerra Mundial se ponen en evidencia tres hechos:

– Europa había perdido su tradicional hegemonía. EEUU y la URSS son las dos grandes súper-potencias, con mayor poder político, económico y militar.

– Hay una necesidad de buscar un acomodo entre Francia y Alemania, como camino para garantizar la paz en Europa.

– Nacimiento de una corriente de pensamiento europeo, basado en libertad, justicia y prosperidad, con relaciones basadas en la concordia

Este fue el entorno en el que se crea la primera institución Europea, con la firma del Tratado de París (1951), la CECA (Comunidad Europea de Carbón y el Acero), origen de la actual Unión Europea. Aunque sólo estuviesen incluidos seis países (Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) lo que Schuman y Monnet consiguieron materializar fue un paso trascendental, para garantizar la estabilidad política en Europa y por tanto el desarrollo del continente.

Rápidamente se intentó ir más allá con la constitución de una Comunidad Europea de carácter político (CED), que propugnaba una integración militar y política. Rápidamente fracasa el proyecto de unidad política. He aquí la clave de lo que ha sido, y sigue siendo, la mayor restricción hacia una proyecto cohesionador de los países, la cesión de la soberanía política de cada uno de los Estados miembros es un proceso muy costoso en un continente con tantas y tan recientes tensiones. Tras el fracaso de la CED la estrategia adoptada es la que ha marcado, y sigue marcando, la hoja de ruta de la construcción europea: “Integración económica que allane el camino hacia el objetivo final, a largo plazo, de una unión política”.

Ante estas restricciones en el avance, los procesos integradores que han permitido avanzar en la construcción de Europa están condicionados por dos hechos: 1- La aparición de una coyuntura económica-política que no dejase más opción que avanzar en el proceso de construcción y 2- El liderazgo suficiente dentro de los Estados o en los órganos representativos de la Comunidad Europea, para detectar la oportunidad y hábilmente materializar dicha construcción.

Así en la crisis del petróleo de los 70’s, la figura de Jacques Delors lidera un gran impulso político, que se materializa en la firma del Acta Única (1987). Nuevamente y como respuesta de una coyuntura convulsa a finales de los 80’s, grandes inestabilidades financieras, unificación alemana, caída de la URSS, guerra en Yugoslavia (tras 45 años de paz en Europa), Jacques Delors, con el apoyo de Mitterrand y Khol, lidera el mayor hito integrador, ya con clara vocación política, además de introducir en materia económica la creación de la moneda única. En 1993 y tras un costoso proceso de ratificación, el 2 de noviembre de 1993 entra en vigor el “TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA”.

A partir de ese momento se han sucedido diversos hechos como la firma de los tratados de Ámsterdam y Lisboa. Por otra parte, y cumpliendo con el calendario previsto en el Tratado de la Unión ó “Tratado de Maastricht” la unión monetaria se ha implantado y desde ese momento varios países de Europa disfrutamos de una moneda única, el Euro (€).

No obstante y pese al gran esfuerzo realizado, la cesión de soberanía nacional sigue siendo la clave, más aún cuando tras la unión monetaria la política monetaria si pasó a ser común y la fiscal sigue residiendo en cada uno de los Estados miembros. No solo eso, los estados miembros tienen políticas laborales, impositivas,…. diferentes, que les hacen más o menos vulnerables ante las coyunturas económicas externas y sólo era  cuestión de tiempo que un choque se produjese. Las subprime, han sido el detonante, pero si no hubiese sido esta la causa, tarde o temprano alguna otra perturbación hubiese puesto de manifiesto lo que por todos es conocido, la Unión  Europea no es una zona monetaria óptima y ante la rigidez de no poder hacer devaluaciones de moneda para aumentar la competitividad, la falta de movilidad laboral y las rigideces que no permiten devaluaciones competitivas internas, las consecuencias son de manual, generación de déficit y el crecimiento de la deuda soberana.

El problema no ha sido (y es) sólo este, hay otras razones que están haciendo que el impacto sea más duro de lo que debiera haberlo sido:

1- La situación, generalizada, de endeudamiento (público y privado) era excesivamente alta, antes de que los déficits creciesen como consecuencia del choque asimétrico externo. Los Estados, sobre todo los del Sur, estaban “aprovechando la ola” de los bajos tipos de interés, estabilidad de precios, para gastar por encima de lo que la prudencia hubiese aconsejado. Por otro lado, el sistema financiero, lejos de frenar este exceso de optimismo, se convirtió en el abanderado de estas conductas.

2- La Unión Europea ha seguido integrando países y el elevado número de miembros la hace ingobernable, sin unas instituciones con poder real. Las decisiones se siguen tomando por acuerdos, en las cumbres de Jefes de Estado y Gobierno, tras largos procesos negociadores y el papel del Parlamento Europeo está totalmente desdibujado.

3- El centro de gravedad hacia el centro (eje franco-alemán) se ha convertido en una dictadura. Alemania, conocedora del papel crucial que como potencia europea le toca jugar, está imponiendo un método, que siendo el adecuado, en el concepto parece equivocado en la velocidad, y que está sumiendo al resto de los países en una recesión, que está arrastrando al resto de la economía Mundial.

4- La falta de confianza en la devolución de la deuda, los continuos malos presagios, la facilidad con que cualquier entidad emite informes cargados de pesimismo y el tratamiento que de estos se hace. Existe una espiral pesimista realimentada por, políticos, agencias de calificación, …. unida a una falta de liderazgo que marque de forma definitiva la senda de reconstrucción. ¡Ojo! El pesimismo se puede autoperpetuar, es necesario que desde las instituciones europeas se aprueben y pongan en marcha mecanismos de solidaridad y políticas de estímulo al crecimiento, mientras se continúan implantando, los tan dolorosos pero necesarios, mecanismos de responsabilidad nacional.

De nada sirve ahora lamentarse de las medidas no tomadas en el pasado, basta ya de gurús que nos cuentan las ineficiencias del sistema y como todo ello ha desembocado en la situación crítica que tenemos ahora. No es tiempo para “lamerse las heridas” es la hora de actuar y para eso hemos elegido a nuestros líderes, para que piloten de forma pausada la salida de esta crisis, sin prisas (no va a ser inmediato) pero sin pausa, cuanto más se tarde en actuar más tardarán en tener el efecto deseado de las medidas.

Europa está entrando en recesión y como consecuencia de la misma está lastrando las previsiones de crecimiento de la economía a nivel mundial. En la actualidad el encarecimiento de los tipos de la deuda, el desapalancamiento del sector bancario y la consolidación fiscal de los Estados están propiciando esta situación. El reto inmediato es restaurar la confianza, para ello hay que:

– Implantar políticas que impulsen el crecimiento (como vía para la devolución de la deuda). Europa (Alemania) debe comenzar a abandonar el papel de vigilante a ultranza de las tensiones inflacionistas, permitiendo inyecciones de liquidez que permitan que el crédito pueda volver a fluir.

Coordinación política, cediendo competencias nacionales. Los Estados centrales no pueden sustentar a lo periféricos, mientras los primeros mantienen políticas más austeras. Hay que equilibrar a Europa elevando
la competitividad del conjunto de los países.

– Reducir el ritmo de consolidación fiscal. Las previsiones de hace un año, con crecimiento del PIB, ya no son válidas en un escenario de recesión. Mantener el ritmo de consolidación en esta coyuntura, ahondará más en la recesión y en la desconfianza, al no poder cumplirse la senda objetivo para la consolidación, pues supondrá una mayor contracción de la demanda.

La crisis, que llevamos soportando ya varios años, está suponiendo una transformación en la UE y terminará por integrar más aun a los Estados miembros, en un largo proceso de cesión de soberanía y reduciendo las asimetrías entre los diversos países. No me cabe duda que cuando sea necesario se actuará, pero la experiencia está demostrando que con mucho sufrimiento, se esperará al último momento y tras largas e incomprensibles negociaciones (¿Cuántas veces se ha aprobado el 2º rescate de Grecia?, ¿Cuántas veces más habrá que aprobarlo?), en cada una de estas negociaciones las bolsas y primas de riesgo con continuos vaivenes, con continuas bajadas de calificación por las agencias de rating (países, CCAA, bancos,….) y todo ello retransmitido en directo y con un continuo bombardeo de información, para lastar más aún la confianza. ¿Cuál será la siguiente convulsión?, nadie lo sabe, pero todos esperamos que la haya e igualmente estamos confiados en que se superará, no sin dolor.

No hay una solución mágica, pero los ajustes que estamos viviendo (reforma mercado laboral, financiero, aumento IRPF,…. ) aunque no perfectos se mueven en la dirección correcta, pero por si mismos no van a impulsar la salida de la recesión en la que estamos entrando. La respuesta viene de Europa, ¡BASTA YA SRA. MERKEL!, no le parece suficiente sufrimiento, pacte de forma irreversible un calendario para que se tomen las medidas de ajuste y de cesión de soberanía que sean necesarias, reconsidere los plazos de ajuste de la consolidación fiscal (ajústese a la realidad) y sobre todo libere al BCE de su obsesión de control de la inflación y promueva políticas de estímulo.

Fuentes:

– Monitor Fiscal, Perspectivas de la economía mundial, informe de  estabilidad financiera, FMI (enero 2012).

– Informe de proyecciones de la economía española. Banco de España (enero 2012).

– Informes y discursos del Gobernador del Banco de España (nov. 2011 – enero 2012).

– Historia UE – Wikipedia.

– Construcción UE. Revista Castilla y León.

– La Deconstrucción Europea. La UE ¿socio en el desarrollo?. Fundación CAROLINA.

– El proceso de construcción Europea. UCLM A. Sánchez.

– Bibliografía Entorno Macroeconómico – Máster eoi. Agustín del Valle

– Publicaciones económicas País, Mundo, ABC oct-2010, feb-2012.

 


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