Importancia de la INTELIGENCIA EMOCIONAL
Desde los puestos de trabajo más modestos hasta los altos cargos directivos, tanto en nuestra vida familiar como en nuestra interactuación con otros entornos, el factor determinante no es el cociente intelectual, ni los diplomas universitarios, ni la pericia técnica: es la Inteligencia Emocional.
Hablamos de estos ”otros” factores como la capacidad de motivarse y persistir frente a decepciones, controlar el impulso, regular el humor, evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía, etc., que constituyen un tipo de Inteligencia distinta a la racional y que influyen más significativamente en el desempeño en la vida. En todas estas situaciones hay una involucración emocional que puede resultar en una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el desempeño final.
Afortunadamente, y como lo prueban los últimos estudios en conducta humana y neurociencia, todos tenemos el potencial de mejorar nuestra inteligencia emocional en cualquier momento de nuestra carrera. La inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
Más acerca de la Inteligencia Emocional?
Goleman es una buena referencia.