Presentaciones Eficaces: Si quieres, puedes.
De nuevo me encuentro frente al blanco y frío folio para expresar como de gratificante resultó el módulo de Comunicación y Presentaciones Eficaces. En este post no puedo aplicar la regla de los tercios para una correcta estructura visual, ni puedo hacer uso de una trabajada y meticulosa puesta en escena que embelese a mi audiencia como un cantante de pop lo consigue con las quinceañeras. De todas formas sí puedo compartir la sensación de adrenalina al sentir la aceleración de las pulsaciones de cero a cien en lo que recorro cuatro decisivos pasos para encarar una audiencia deseosa de aprender si hago bien mi presentación o de dormirse si no doy la talla como comunicador.
Los nervios, uno de los temas que querría tratar, tan buenos para mantenerse alerta y rápido de reflejos; como traicioneros siendo capaces de romper una sólida presentación y un sesudo guión como si se tratase de un mero eje de cristal. En mi caso, los nervios debidos a la presentación del pasado 18 de Noviembre jugaron en campo opuesto, siendo en comienzo un rival duro, ya que consiguió que olvidase una de las ideas principales. Aunque la mencionada adrenalina causada por los nervios consiguió agudizarme el ingenio, el instinto de supervivencia, para que pudiese improvisar sobre la marcha de forma casi natural y volver a un guión roto y una presentación avanzada.
Intentaré explicar con una idea, la conclusión a la que he llegado con el tema del nerviosismo. Los nervios sin son controlables, son buenos, no debemos olvidar que en todo presentación, adecuando tanto el mensaje como la exposición, podemos encontrar tras las intimidatorios miradas fijas de la audiencia, mentes con ganas de ayudarte aportando con un concluyente feedback.
El segundo y último tema que querría tratar es el agradecimiento a las guías maestras para saber transmitir un mensaje, siendo uno mismo medio y valor añadido del mensaje, y no ser un mero altavoz inexpresivo y sin vida que aburre y/o ayuda al espectador con sus problemas de sueño. Hasta el momento en el que recibí las clases de este módulo, estaba obcecado en recargar con grandes cantidades de datos, números, fotos…mal distribuidos y mal ordenados; sin una conclusión ó mensaje claro que conecte con el público y deje un poso de interés en todos los oyentes.
La conclusión está clara, tenemos las herramientas, solo nos hace falta la voluntad personal para realizar lo que hasta el 18 de Noviembre pensaba que se encontraba en manos de unos pocos elegidos, que no es más que ser capaces de trasmitir información con claridad y contundencia.
Proverbio chino: Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos. Tengamos la voluntad de mejorar, tenemos las herramientas.