Reflexiones de un profano(II)

Buceando por la red, me he encontrado un artículo del premio Nóbel de Economía del año 2008 Paul Krugman, traducido del New York Times y publicado el pasado domingo en El País.

En este artículo, Paul Krugman habla del caso de Islandia, país considerado como ejemplo perfecto del desastre económico, y de su actual crecimiento, que le hace caminar segura hacia la recuperación económica.

El origen de la crisis islandesa estuvo en el comportamiento (por otra parte generalizado) de los bancos nacionales, lo que provocó una profunda crisis financiera. La sociedad islandesa, al igual que el propio gobierno, entraron en un estado de pesimismo y bloqueo que hizo temerse la bancarrota más absoluta del país.

El gobierno islandés, quizás más por el propio desconcierto del momento que por tratarse de una acción premeditada, no hizo ningún rescate a la banca, tal como estaban haciendo los demás países europeos, permitiendo la ruina de los mismo. Paralelamente el gobierno amplio la protección social de los ciudadanos islandeses. Estas dos acciones marcaron el comienzo de la recuperación del país. 

¿Qué pienso yo, un total desconocedor de las teorías económica, sobre lo que he expuesto sobre estas líneas?. Sencillamente que el gobierno islandés se limitó a dar CONFIANZA a los únicos que podían sacar al país de la crisis: los ciudadanos, con lo que el motor económico no se paró en ningún momento.

Esto hace pensar en si las decisiones que se tomaron al comienzo de la crisis y en la pasada cumbre de Bruselas fueron las correctas. Éstas parece que no han ayudado a atenuar el pesimismo y bloqueo reinante en la sociedad.

Esta crisis es una crisis acentuada por una clara falta de consumo. La gente no consume por varios motivos, pero en mi opinión, los principales son dos: el primero y más evidente es la falta de financiación (ahí entran nuestros amigos los bancos) y segundo, y para mi de vital importancia, por la incertidumbre hacia el futuro de la población en general.

Todo lo expuesto en este post me genera una pregunta: si las medidas de recapitación de los bancos no provocó la dinamización del consumo esperada, al no favorecerse realmente la financiación necesaria para “engrasar” el motor económico , y por otra parte el ejemplo islandés parece que está dando buenos resultados. ¿por qué no se toma la decisión de adoptar medidas sociales que des confianza a la población, que al fin y al cabo es la única que puede reactivar la demanda?.


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