Sentido Común

Encaminada y bien encaminada la recta final de Enero toca hacer memoria de las épicas frases que recitábamos no mucho tiempo atrás en un bar cualquiera copa de cava o champán en mano. Fuera aparte de los buenos propósitos de fin de año, como el de perder peso, que en mi caso es motivado por la desafortunada oratoria del rey mago de turno:”este año una talla más, ¿verdad?; que a tu ritmo rellenas antes del verano”; últimamente se escuchan otras promesas.

En el pasado mes de diciembre de 2011 escuché propósitos comparables al de dejar de fumar o perder peso, por estar relacionadas con la vida sana, como el siguiente: “¡joder! Este año sin ERE casi no podré ir a esquiar!”; ante tal afirmación de intenciones, ¿qué puedes contestar?,¿debes sentir comprensión o permanecer indiferente?, ¿o preocupación por la incertidumbre que supone atravesar un ERE?, o tal vez deberíamos entender su frustración por no poder sacar provecho al elegante porta esquís comprado en épocas pasadas.

A mi entender parece que la crisis se ha llevado algo más que la riqueza y el estado de bien estar de mucha gente, se ha llevado también su sentido común, eso, o soy yo quien ha olvidado las matemáticas básicas de la extinta EGB.

Estando en tiempo de vacas flacas, y apretando el cinturón como nunca, los hay que todavía se sorprenden cuando al preguntar por el sitio de vacaciones se les responde:”al pueblo de los abuelos”, “a casa de mis padres”,”…” y no escuchan el nombre de algún sitio recóndito o exótico (que conste, que soy partidario de conocer y explorar distintos lugares, si la situación acompaña) donde hacerse una foto para poner de fondo de pantalla en el ordenador del trabajo, en mi opinión carece de sentido común.

Por eso creo que el sentido común se ha ido con el estado de bienestar, los hay que a día de hoy compran dinero a los bancos con una tremenda incertidumbre sobre su futuro laboral con el único propósito de irse de vacaciones. Tengo entendido que en España no existe la esclavitud (si los contratos mediocres y precarios) y que el disfrutar de vacaciones es un derecho de primera necesidad, pero hacerlo esquiando mano a mano con Rey en Baqueira-Beret siembra dudas; o también el simple hecho de confundir un ERE con una ampliación pagada de las vacaciones, creo que no parece muy lógico.

Puede que sea yo quien no sabe que los tiempos están cambiando, soy yo el que está anclado en un principio de prudencia, o que simplemente el concepto de sentido común ha cambiado y yo no he evolucionado con los tiempos…pero a todo esto solo el paso de los fines de año con sus nuevas propósitos para años venideros nos dará respuesta, hasta entonces no esperéis a que pase la tormenta, aprended a bailar bajo la lluvia.

 


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