Directivos y creación de Valor

El término de crear valor para el accionista héroe para unos y villano para otros ha adquirido desde hace algunos años un protagonismo notable en el mundo empresarial y sus aledaños. Sin embargo, a pesar de su amplia utilización en la empresa y por los medios de comunicación, con frecuencia resulta confuso para el ciudadano común e, incluso, para el profesional no financiero. Pero compartir lo que significa la creación de valor en general y en concreto para el accionista “Hacerlo más rico», y los mecanismos para conseguirlo es imprescindible para cualquier profesional de la empresa dado que, con su trabajo, contribuye a su generación aunque carezca de una comprensión completa del término.

Es un error considerar que crear valor sea sólo una asignatura financiera, pues su principal origen reside en las actividades vinculadas con los mercados de oferta y demanda de productos y servicios, y con los procesos internos de la empresa, independientemente de que se estime, en última instancia, mediante magnitudes monetarias. El protagonista en este empeño es, sin duda, el profesional no financiero, inmerso y siempre atento a dichos mercados y procesos. Participar en algo sin entenderlo limita la eficacia de la contribución porque impide aprovechar en su totalidad los medios para gestionarlo; es como colaborar en la fabricación de relojes y no saber dar la hora o intervenir en una película sin conocer su argumento.

Esta limitación quizá nazca de la especialización, una de las rivales de la cultura, y de la tendencia a menospreciar lo que se ignora. La parcelación y desconexión del conocimiento, tan frecuente en nuestra época en la que se desvinculan las especialidades del tronco común, rompen su naturaleza unitaria, cuando su integración es clave para comprender y gobernar la realidad. El catedrático Salvador Giner afirma: “No es el patán la mejor imagen del hombre masa, sino el especialista, el técnico moderno, que sabe mucho de una parcela reducidísima de  la realidad e ignora todo el resto”.

 


Los vértices del triángulo: Accionista, valor, directivo

Cuando me despierto subjetiva, como hoy, sólo puedo producir opiniones, percepciones, pensamientos. Y esto es lo que les propongo de desayuno. Mis disculpas…
El valor o el binomio valor – añadido, es un concepto que las escasas ocasiones en que lo empleo, lo hago con apocamiento. Como si un eco la acompañara: » VALOR, OR, OR, OR». Me resultó extremadamente reconfortante este artículo: http://blog.linkedin.com/2010/12/14/2010-top10-profile-buzzwords/ porque sí, lo hemos convertido en cliché, lo hemos condimentado tanto que ha quedado salado. Dadle una vuelta a vuestra CV.
Si un accionista es un individu@ que busca obtener más de cada unidad monetaria sin, en la mayoría de los casos, importarle con qué. ¿Qué es el valor? Darle lo que busca.
Si un directivo es un individu@ que asegura al accionista un rendimiento de cada unidad monetaria, en la mayoría de los casos, sin importarle a quién. ¿Qué es el valor? Conseguir lo que asegura.
Luego en este triángulo accionista – valor – directivo, la apotema es la CONFIANZA. El papel del directivo es proteger la confianza que sus accionistas depositan en él. Es una batalla infinita, cada día, cada mes. Hasta que la muerte los separe.
Después de años formando parte de esta figura geométrica, humilde punto en la arista, lo tengo cristalino, la base del triángulo es la predictibilidad. Conseguir que cada elemento en la cadena de producción haga suyo el objetivo de rentabilidad. Y la aritmética es sencilla, ingreso menos gasto. Si eres ingreso, ingresa lo que dijiste (sales) pero si eres costeador, ídem. Tan importante es la función de ventas como la del productor de lo vendido. Confianza.
El que mayor confianza crea, será el baricentro del equilátero. Todo pasará por él.
Me despido con interesting Reading: http://www.forbes.com/sites/robertsher/2013/01/31/will-your-forecast-make-you-look-stupid/


Ideas Práticas para Reducir Costes

Ideas prácticas para reducir costes


La reducción de gastos tiene como objetivo final maximizar recursos y lograr mayor eficiencia en una empresa.
Según Perales (2008), para reducir los costes no hay reglas generales. Por el contrario, “cada caso es diferente y cada proceso es un caso. No se puede aplicar un ahorro o reducción de determinado material a toda la empresa, porque tal vez afectes a tus vendedores o clientes.
Sin embargo, existen pasos para iniciar el proceso de reducción costes:
 Conocer los costes de operación y piensa que reducirlos tendrá un beneficio inmediato en los estados de resultados.
 Definir las necesidades, es decir, establece que requiere el negocio y en qué áreas hay escapes de dinero.
 Observar el mercado, para cumplir con la demanda y con las expectativas del consumidor.
 Comunicarle a cada responsable de las áreas para transmitirle la estrategia de reducción de costes y de esa forma revisar área por área en que se están invirtiendo los recursos.
 Tener Claro las siguientes interrogantes: ¿En qué se invierte el dinero? ,
 ¿Cuál es el objetivo que se busca? y ¿Cómo se beneficia la empresa?
 Delegar responsabilidades a la dirección de finanzas

También existen Errores Típicos al momento de la reducción de costes:

1.- Obviar si se trata de un recorte estructural o coyuntural.
2.- No valorar las relaciones causa-efecto que provocará el recorte de gastos.
3.- Eliminar ineficiencias, ¿cuánto está gastando la empresa en clientes poco rentables, en productos ineficientes, en procesos que no añaden valor, en recursos caros e inútiles?
4.-No saber decir que no a los clientes.
5.-Algunas empresas diseñan los productos sin pensar en su ciclo de vida.
6.-Hay que ser consciente de los lujos innecesarios.
7.-La compañía debería concentrar sus esfuerzos en aquellas actividades que pueden generar ventajas competitivas, porque la diferencian de la competencia.
8.-Reasignar recursos de las áreas que no son necesarias para mantener las ventajas competitivas y prescindir de las actividades que, aunque añaden valor al cliente, no son necesarias en el proceso operativo eficiente de la empresa.
9.-Pedir consejo y dar ejemplo. Olvidarse de las personas es otro error frecuente..
10.-Los directivos olvidan trazar un plan de mejora continua.

Bibliografía:
http://www.altag.net/ideas-practicas-para-reducir-costos/
http://www.gerencie.com/reduccion-de-costos.html
http://www.areadepymes.com/?tit=reduccion-de-costes-y-competitividad&name=Abanfin&fid=redcost

 


Sobre el papel del Directivo de Empresa en la Creación del Valor para el Accionista

La “Creación de Valor para el Accionista”, es un término acuñado en las últimas décadas del Siglo XX, como criterio de orientación para la toma de decisiones en la empresa. Aun cuando había sido anunciado en el Siglo XIX por John Stuart Mill y posteriormente por el premio Nobel de economía, Milton Friedman, para quien la responsabilidad social de la empresa era el   rendir beneficios para sus accionistas, en concordancia con las reglas legales. Aún antes que ellos, Adam Smith formuló su teoría de la mano invisible, según la cual, el egoísmo individual del empresario por obtener un beneficio, lo estimula a ofrecer productos de calidad a un precio competitivo, contribuyendo así, según él, al interés colectivo. Sin embargo, Alfred Rappaport (1986), en su libro “La Creación de valor para el Accionsita”, fue quien concretó y divulgó el contenido de este objetivo a partir de la experiencia de compañías en los Estados Unidos de América.

Como gestión, la Creación de Valor para el Accionista, tiene sus parámetros de medición, entre los que destacan el Valor Actual Neto (VAN) y el EVA, como indicadores de rentabilidad económica para los accionistas.

El Valor Actual Neto (VAN).

El VAN, ofrece una medida de rentabilidad absoluta del proyecto, permitiendo definir un  criterio diferenciador que selecciona únicamente los proyectos que incrementan el valor total de la empresa, es decir, aquellos cuyo VAN es positivo (VAN >0).

Asimismo, el VAN determina un criterio de decisión acorde con la suposición que el objetivo de la empresa es la maximización de valor de mercado de sus acciones, bajo la hipótesis que en condiciones de certeza, el precio de un activo viene determinado por su valor actual.

La ecuación que define el VAN es:

Donde:

A = Desembolso inicial

CFt = Flujo neto de caja en el período t

r = Tasa de descuento que refleja el rendimiento mínimo requerido por la empresa a sus inversiones, es decir, el coste de oportunidad de los usos alternativos de los fondos.

n = Vida útil estimada para la inversión.

Economic Value Added (EVA ®)

El EVA es un término que la consultora Stern & Stewart define como  el beneficio antes de intereses menos el costo del capital necesario para generar dicho beneficio:

La ecuación que define el EVA es:

Donde:

ROIC = Retorno sobre el capital invertido (Return On Invested Capital) (NOPAT/C)

WACC = Coste medio ponderado de Capital (Weighted Average Cost of Capital)

C = Capital empleado o invertido

Siendo un indicador, el EVA depende de los parámetros ROIC y WACC (al igual que el capital invertido), que a su vez derivan de:

Así, el ROIC es una medida de la eficiencia con la que la empresa emplea los fondos propios y ajenos en los proyectos de inversión emprendidos. Mientras que:

El WACC es la retribución esperada por los proveedores de fondos de la empresa (financieros y accionistas) dado el riesgo asumido en el proceso de financiación del presupuesto de capital de la entidad.

El ROE (Return on Equity), que aparece en la ecuación del WACC es la rentabilidad Financiera, que es la medida de eficiencia general de la empresa y cuantifica la capacidad de generación de fondos para los accionistas.

El papel de los Directivos consiste entonces en maximizar el ROIC y minimizar el WACC a los efectos de elevar la creación de valor implícita en el concepto de Beneficio Económico de Alfred Marshall y por lo tanto del indicador EVA.

El análisis de los valores de ROIC y WACC y su incidencia en el EVA, tiene al menos cuatro estadios, que representan:

ROIC < 0 Los ingresos operativos no cubren a los gastos operativos de la empresa por lo que la rentabilidad es negativa
WACC > ROIC (ROIC > 0) Los ingresos operativos superan los costes operativos, por lo que hay un beneficio contable, que significa que el rendimiento sobre el capital invertido es inferior al coste promedio del capital. Hay entonces una pérdida económica, dado que la inversión no está recuperando todos los costes y por ende la empresa pierde valor en el mercado.
WACC = ROIC (ROIC > 0) Hay un beneficio contable dado que ROIC > 0, pero  el beneficio económico es nulo (WACC = ROIC), de forma que la empresa mantiene constante su valor en el mercado.
ROIC > WACC (WACC > 0) Hay un beneficio contable y económico, por lo que el valor de la empresa aumenta, incrementando su competitividad.

 

La continua vigilancia de las tendencias y las medidas que influyan en la variación de los parámetros (controlables) por parte de los directivos pueden hacer que los indicadores de beneficio económico y financiero se mantengan a favor de la creación de valor para los accionistas y para la empresa en sus proyecciones futuras.

Bibliografía consultada:

López Dumrauf, Guillermo, Gestión basada en el Valor, Rescatado de www.cema.edu.ar/u/gl24, el 16 de enero de 2014.

Dirección Financiera I, La Función Financiera de la Empresa, Universidad Autónoma de Madrid, 2012

Sobre la evaluación y selección de inversiones véase, Suárez, A. (1995): “Decisiones óptimas de inversión y financiación en la empresa” Pirámide. Madrid. (17. ª ed.)

Rappaport, A. (1998): “La creación de valor para el accionista: una guía para inversores y directivos”. Ed. Deusto, S.A. Bilbao.

Responsabilidad social de la empresa: Una revisión crítica a las principales teorías. Revista Economía N° 65, 2° cuatrimestre, 2007, en Dialnet (Ekonomiaz: Revista vasca de economía, ISSN 0213-3865, Nº. 65, 2007 (Ejemplar dedicado a: Responsabilidad social de la empresa. Más allá de la sabiduría convencional / coord. por José Miguel Rodríguez Fernández) , págs. 50-67)

 

 


¿Cuál es el papel del directivo en la creación de valor para el accionista?

¿Cuál es el papel del directivo en la creación de valor para el accionista?


Hace un tiempo atrás el objetivo de toda empresa era la maximización del beneficio (Rentabilidad), ahora este objetivo de beneficio ha sido suplantado por la “Creación de Valor”.
El valor creado para la empresa equivale al incremento o disminución del valor de la firma, o lo que es lo mismo, la variación de la cuantía correspondiente a la variable fondo o “valor”. En otras palabras, crear valor para la empresa se identifica con generar utilidad con respecto a una situación de partida.
La creación de valor es el objetivo de todas las empresas con fines de lucro, Según Rapallo (2002) el objetivo de la creación de valor es puramente financiero y técnico, es decir, que el objetivo de la creación de valor es beneficiar al accionista y la empresa.

¿Cómo se mide el valor?
Según Calva (2001), uno de los principales objetivos en el proceso de medición de creación de valor en la empresa es asegurar que la utilidad o riqueza generada en la misma sea lo suficiente grande para cubrir las deudas que se generaron para iniciar el negocio (capital semilla), así como obtener un medidor de alta dirección que sirva para monitorear a todas las áreas de la empresa y asegurarse de que cada área proporciones valor a la misma, Por tanto, podemos medir el valor creado en la empresa considerando no solamente el beneficio sino también el coste que ha supuesto generar ese beneficio. En definitiva si el beneficio obtenido supera el coste de los recursos implicados, podremos decir que se ha creado valor.
El directivo crea valor para sus accionistas cuando la rentabilidad obtenida sobre el capital invertido es mayor que el coste de dicho capital, por lo que todo dependerá en la gestión operativa y estratégica del directivo.
En otras palabras, la verdadera creación de valor se identifica con la superación de expectativas previas, con la generación de utilidad para sus partícipes, que en última instancia se medirá a través del valor creado para el accionista.
Por tanto, el valor creado para los accionistas tiene en cuenta implícitamente la remuneración del resto y, puede considerarse como una medida de la gestión empresarial basada en la satisfacción de los intereses de todos los implicados en la empresa, y por ende de la generación de valor.

Bibliografía
http://habilidadesdirectivasitzel.blogspot.com/2010/01/que-es-un-directivo.html
http://www.altair-consultores.com/images/stories/articulos/co/co06.pdf
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lad/mercado_g_ja/capitulo5.pdf
http://www.expansion.com/diccionario-economico/creacion-de-valor.html


PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

El papel que tienes que jugar los directivos en la creación de valor para los accionistas en
una empresa o negocio, es tener estrategia exitosa que pueda ser mediada en su
corto y largo por sus beneficios.

Más que la búsqueda de los gastos y reducción de costos que se conserve la inversión en un retorno  de la inversión más allá del tiempo  para una mejoría monetaria continúa para los accionistas.

Los accionistas  son unas de las piezas más importantes para la
sostenibilidad del negocio tanto como los directivos y los distintos empleados de la misma.

Los directivos tienes la obligación de aplicar todas estrategias necesarias para hacer que el
valor del negocio pueda tener una evolución contante para ser un proyecto sostenible en el tiempo, desarrollado un plan de negocio eficiente y dentro de los marcos legales.

 


PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

En la organización, el directivo  juega un papel determinante, ya que como líder es responsable de definir y asegurar la ejecución de las estrategias y operaciones, que conlleven a la creación de valor para la empresa y los accionistas. Este debe contemplar y alinear los objetivos de su gestión, la dinámica organizacional, las operaciones y los recursos puestos a su disposición, así como una gestión de las finanzas, dirigida a generar y maximizar las riquezas en la empresa.

Para los accionistas, el hablar de creación de valor se define como la obtención de una rentabilidad económica que supera los recursos aportados o invertidos. Ante esto, los directivos constituyen un pilar esencial, ya que son el motor y enlace con los recursos humanos, que con una visión y gestión estratégica, dirigen y direccionan las operaciones al logro de los objetivos empresariales.

En los últimos años, se ha popularizado en el ámbito empresarial la Gestión basada en el Valor, que orienta la gestión y operaciones de la empresa a la maximización de las riquezas para los accionistas. Según un informe de la revista Fortune 100[1], “las compañías que adoptaron la filosofía de gestión orientada al valor aumentaron resultados en un 5%”. Esto muestra cómo este tipo de estrategia, junto al direccionamiento de acciones de la empresa considerarando los indicadores de rentabilidad, crecimiento, liquidez y riesgo, traen como consecuencia la generación de valor.

Un punto que resulta determinante, es la presencia de una comunicación eficiente entre los directivos y los accionistas. Es necesario que el directivo contemple la presentación de forma recurrente a los inversionistas la situación actual, resultados, próximas acciones, riesgos, estrategias y resultados futuros esperados de la empresa. A la vez, los accionistas deben considerar su participación e involucramiento en la toma de decisiones claves para la empresa.

Es importante destacar, que para los accionistas y la organización, la prioridad no debe ser únicamente la obtención de una rentabilidad económica de su inversión en el momento, sino la visión a largo plazo de la empresa. De acuerdo a informaciones publicadas por la revista Harvard Business Review[2], “los ejecutivos han desarrollado visión de túnel cuando se trata de crear valor para los accionistas, pues se concentran en un buen desempeño a corto plazo en vez de preocuparse por el crecimiento a largo plazo. Pero es hora de ampliar esta perspectiva y empezar a crear estrategias a la luz no de la lista del accionista sino del panorama competitivo”.

En conclusión, podemos decir que el rol del directivo en la creación de valor para el accionista es el de líder, motor, persona clave y hasta visionario, que debe guiar  a los recursos humanos al logro de los objetivos organizacionales y la generación de riquezas. Todo esto alineado a una gestión estratégica y políticas empresariales que aseguren el logro de los objetivos.


[1] Articulo LA GESTIÓN ORIENTADA AL VALOR COMO FILOSOFIA DE GESTION, Altair Consultores.                            http://www.altair-consultores.com/images/stories/articulos/co/co15.pdf

[2] Revista Harvard Business Review, Septiembre 2006. Alfred Rappaport http://www.derevistas.com/contenido/nota/4897/diez-modos-de-crear-valor-para-el-accionista


EL PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

El papel del directivo debe estar enfocado en el manejo de las diferentes áreas de la empresa como lo son: financiera, recursos humanos, producción, planificación estratégica, entre otras. Al tener la responsabilidad del crecimiento y mejor desempeño, debe estar directamente ligado con la generación de rentabilidad de las inversiones para los diferentes accionistas.

La rentabilidad como fin principal de un dinero invertido en la mayoría de los casos debe ser el objetivo de los accionistas de una empresa, es por esto que el directivo debe maximizar los recursos incrementando la renta, disminuyendo costos, administrando de forma adecuada los riesgos.

Para generar valor, una empresa debe tener una estructura organizacional coherente y adecuada de acuerdo a las expectativas que el mercado plantea. De ahí sus diferentes áreas deberán actuar de acuerdo a políticas para la definición de estrategias y la búsqueda de los resultados esperados, así mismo debe tener una renovación de conocimientos, herramientas y medios que le permitan a los directivos una toma adecuada de decisiones que conlleven a la realización de los objetivos empresariales y como consecuencia los mejores beneficios para lo inversionistas.

Algunos links relacionados.

http://www.gerencie.com/rentabilidad.html
http://www.expansion.com/2013/03/31/mercados/1364760548.html
http://es.scribd.com/doc/2383313/Estructura-Organizacional-Como-Generar-Valor-en-las-Empresas
http://www.gestion.com.do/index.php/julio-2010/148-por-que-crear-valor-en-las-empresas

 

 

 


EL PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

La creación de valor en una empresa esta relacionada con la generación de riquezas. La creación de valor es el objeto principal de toda empresa, a fin de beneficiar al accionista y a la organización y además de aumentar el valor de la inversión de los accionistas.

La creación de valor para el accionista no se trata solo de la mejora de la situación de la empresa sino radica en el crecimiento residual del valor de su inversión y en el incremento del flujo de efectivo.

La gestión empresarial tiene por objeto la maximización del beneficio a largo plazo con el propósito de crear valor para los grupos involucrados en esta. La creación de valor en una empresa exige una constante renovación de conocimientos y aptitudes, innovación, búsqueda de ventajas, incorporación a la empresa de los medios necesarios, que posibiliten una adecuada toma de decisiones, que le permita a la empresa ser competitiva. En este contexto el papel del directivo consiste en ser mas eficiente en la toma de decisiones implementando estrategias ue le permitan generar valor tanto a  la empresa como al accionista.

 


El papel del directivo en la creación de valor para el accionista.

El concepto de “creación de valor” es, en esencia, verdaderamente simple: una compañía crea valor para sus accionistas cuando la rentabilidad obtenida sobre el capital invertido es superior al coste de dicho capital.
La creación de valor para el accionista así considerada tiene como punto de partida el concepto de valor de mercado de la compañía y su estimación a través del descuento de flujos de caja. Este planteamiento pone las bases necesarias para alcanzar un control riguroso por parte de los directivos y para potenciar el desarrollo y crecimiento sólido de las compañías.
El valor depende solamente de lo que esperamos que ocurra en el futuro con el bien o servicio que pretendemos valorar y de nuestras expectativas.
El problema del futuro es que no lo conocemos con certeza: así que cualquier valoración de hechos futuros debe tener en cuenta el factor riesgo. En la mayoría de las aplicaciones prácticas de la gestión basada en el valor, el criterio del valor actual neto (VAN) del flujo de fondos (flujo de caja) originado por una determinada decisión o acción directiva es, por definición, la medida del valor creado por esta decisión.
Una empresa crea valor para los accionistas cuando la rentabilidad para los accionistas (RA) supera el coste de las acciones (Ke), es decir, la rentabilidad exigida a las mismas.
Dicho de otro modo, una empresa crea valor en un año cuando se comporta mejor que las expectativas. Por consiguiente, la creación de valor para los accionistas por encima de las expectativas, las cuales se reflejan en la rentabilidad exigida a las acciones y puede expresarse de la siguiente manera:
CVA = VMT x (RA – KE)
Es importante que hoy en día la empresa se empeñe en crear valor en cada una de sus áreas de trabajo y no tanto en los beneficios que estos proporcionan en el corto plazo, ya que los beneficios se podrán dar si la empresa es una potencial creadora de valor. Cuando una empresa desempeña adecuadamente sus operaciones, el resultado será tener clientes satisfechos lo que tendrá como recompensa, ganancias y un incremento en el valor de los accionistas sin mencionar la estabilidad financiera que esto proporciona a la empresa en consecuencia.



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