500 millones de toneladas de CO2 reducidas mediante el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)
El nuevo año ha traído consigo el primer hito en la lucha contra el cambio climático en el momento que Naciones Unidas anunció a principios de enero de 2011, la certificación de 500 millones de créditos de carbono mediante el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Sin duda, un hito histórico para esta herramienta establecida en el marco del Protocolo de Kyoto en el que los proyectos de reducción de emisiones obtienen créditos de carbono, llamados certificados de reducción de emisiones (CER por sus siglas en inglés), para cada tonelada de CO2 evitada en proyectos sostenibles realizados en países en vías de desarrollo. Los CER se venden a empresas o países para cumplir con objetivos en materia de emisiones de CO2 establecidos en el Protocolo de Kyoto y aportan liquidez económica a los proyectos sostenibles, los cuales, no se hubieran implantado sin tener en cuenta ese incentivo económico.
En la actualidad, hay cerca de 2740 proyectos MDL registrados en 70 países en vías de desarrollo, 855 de los cuales han obtenido CER. El número total de las reducciones certificadas de emisiones (CER) expedidas por la ONU se elevó a 502 millones después de la emisión de 1,3 millones de toneladas de CO2 evitadas en un proyecto industrial de reducción del gas HFC-23 en la India. Cabe destacar que esos 502 millones de CER proceden de diferentes fuentes de proyectos y tecnologías, las cuales pueden estar más o menos cerca de la lucha contra el cambio climático y por el desarrollo sostenible que se persigue con el MDL.
Se estima que las tres mayores fuentes de CER para el 2020 serían, en orden decreciente, los proyectos industriales, proyectos de energía renovable y eficiencia energética. No obstante, la principal incertidumbre para este suministro de CER se refiere a los proyectos industriales y específicamente a las reducciones del gas HFC-23 y del N2O en plantas de ácido adípico ya que parece ser que éstos no serán elegibles por los países en su cumplimiento de la fase 3 del EUETS (sistema europeo de mercado de emisiones). La incertidumbre radica en el hecho que más de la mitad de los CER expedidos hasta la fecha proceden de este tipo de proyectos industriales y que se prevé difícil reducir un volumen semejante de emisiones con proyectos de energía renovable y eficiencia energética. El HFC-23 tiene un poder de calentamiento 11.700 veces superior al CO2, así que por cada tonelada de HFC-23 que no va a la atmósfera, se obtienen 11.700 créditos de carbono. El HFC-23 es un residuo que aparece al usar HFC-22, gas empleado en la fabricación de aires acondicionados en países en desarrollo y que ya está prácticamente en desuso en países industrializados. La razón de la no utilización de estos CER por los países en la fase 3 del EUETS es la controversia que se ha generado a raíz de que algunos desarrolladores de proyectos estén utilizando los beneficios del MDL en estas aplicaciones industriales como un negocio que a día de hoy parece superar incluso el beneficio por la producción de HFC-22.
Como medida de control, el Panel de Metodologías del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), establecido por la Junta Ejecutiva de Naciones Unidas, ya ha discutido la revisión de la metodología que limitaría ostensiblemente los CER que puedan generarse a partir de proyectos de reducción de emisiones de HFC-23. Además, ya se habla de que los mercados de carbono penalizarán el precio de los llamados CER grises (procedentes de proyectos industriales) en beneficio de los CER verdes (procedentes de proyectos de energía renovable y eficiencia energética). Con estas medidas, se espera promover la inversión del MDL en países que realmente necesitan de estos beneficios (mayoritariamente en África) mediante tecnologías que inequívocamente mitiguen el cambio climático y que ayuden a establecer las bases de un desarrollo sostenible.
Profesor del Programa Carbon Training
Head of Carbon Operation and Verifications en Zeroemissions