Cumbre de Cancún, acuerdo de intenciones

La cumbre de Cancún para el cambio climático COP16, celebrada entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre de 2010 bajo el auspicio de Naciones Unidas, consiguió finalmente, contra todo pronóstico, un acuerdo de mínimos que plantea un porcentaje en la reducción de emisiones de efectos invernadero de entre un 25 y un 40% por debajo de los niveles de 1990. Aunque el acuerdo no garantiza la reducción de emisiones que los científicos señalan como necesarias para evitar el peligroso cambio climático, sí acepta que el aumento de la temperatura global debe mantenerse por debajo del nivel de seguridad de 2 grados centígrados sobre los niveles preindustriales

La cumbre parecía estar descafeinada durante la primera semana de su celebración por la situación de crisis financiera en la que muchos gobiernos están inmersos, además de por el desánimo que generó las grandes expectativas depositadas el año pasado en Copenghagen durante la COP15. Un resultado similar al del año pasado hubiera desmoronado el proceso multilateral sobre cambio climático y con ello, cualquier marco regulatorio que nos hiciera creer en la reversión de una alarmante situación de vulnerabilidad a los efectos del cambio climático.

Bajo este ambiente de desánimo y poca esperanza, los 194 países presentes en la COP16, con la reserva de Bolivia, establecieron un objetivo de reducción para antes de 2020 que aporta esperanza internacional a una solución climática global. El compromiso en cuestión atañe a aquellos países que están vinculados legalmente por el actual Protocolo de Kyoto, que expira en 2012. A nivel práctico, es un acercamiento hacia una prolongación del protocolo durante ocho años más, aunque los países se han negado a renovar automáticamente el tratado. Sin embargo, el llamado «acuerdo de Cancún» tiene como parte positiva en que sería más ambicioso que el tratado de Kioto, firmado en 1997, ya que éste último sólo establecía una reducción del 5% de las emisiones.cancun

El texto acordado también acepta formalmente alrededor de 30 mil millones de dólares en fondos para el período 2010-2012  y 100 mil millones de dólares por año para 2020.para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático. Además, también se estableció el principio de pagar a los países en desarrollo por no talar sus bosques.

En definitiva, el resultado en Cancún, representa una buena base para avanzar hacia un pacto más profundo y legalmente vinculante en materia de cambio climático. Sin embargo, el de Cancún no deja de ser un acuerdo de intenciones ya que los países no han hecho compromisos concretos de reducción de emisiones ni se han establecido mecanismos de control para la mitigación de emisiones.

La mayoría de estos interrogantes serán discutidos en la próxima COP 17 en diciembre de 2011 en Durban (Sudáfrica).

Imagen: de Jim Dougherty, del grupo Sierra Club, que hizo una manifestación en la COP16 haciendo una metáfora de la actitud de avestruz de algunos paises respecto al cambio climático.

Sergi Cuadrat Dieste

Profesor de Cambio Climático del Programa Carbon Training en EOI

Responsable de Operaciones y Verificaciones de Carbono en Zeroemissions Tecnologies S.A

La fotografia es de Jim Dougherty, del grupo Sierra Club, que hizo una manifestación en la COP16 haciendo una metáfora de la actitud de avestruz de algunos paises respecto al cambio climático


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