La base del despegue: 1984-1990
Carlos Solchaga, Ministro de Industria y Energía con Cristian Sala, Director de EOI
A partir de octubre de 1982 la vida pública española entró en un nuevo cauce. La rotunda victoria del PSOE hizo que el gobierno socialista gozara de una estabilidad y una capacidad de actuación sin precedentes desde la instauración de la democracia.
“Con esta mayoría tiene el PSOE el gran reto de modernizar España, si no cae en actitudes prepotentes” comentaba “Diario 16”.
Los desafíos económicos y la anhelada incorporación a la Comunidad Europea exigían esa modernización en profundidad.
El gobierno se centró en una política de reconversión industrial, de reorganización de las empresas públicas, de privatizaciones y de recorte del poder de los sindicatos. En 1984 la destrucción de empleo fue superior a la de los años precedentes y unas 260.000 personas fueron a engrosar las listas del paro.
Unos meses después de que el primer gobierno socialista comenzase su andadura, se nombró a Cristian Sala director de la Escuela de Organización Industrial, su etapa abarcó casi 5 años, hasta comienzos de 1988.
Alumno de la primera promoción de Ciencias Empresariales de la barcelonesa ESADE, es uno de los pocos directores de la Escuela que no era ingeniero, contaba a su favor con una gran experiencia en el campo de las finanzas y era Doctor por la Manchester Business School, sin embargo carecía de experiencia para moverse en los entresijos de la Administración, lo que acabaría siendo un grave problema.
En aquel momento el Ministerio financiaba el 70% del presupuesto.
Un presupuesto muy reducido que no permitía hacer grandes cosas, además estaba el agravante de que la Escuela fuese un organismo Autónomo de la Administración, teniendo que seguir sus pautas. También se presentaban problemas con el profesorado, sus retribuciones no podían competir con las de las escuelas privadas.
EOI pasó por un momento muy crítico del que afortunadamente salió reforzada, gracias al apoyo del Ministerio de Industria y Energía, encabezado por Carlos Sochaga, con Croisier como subsecretario y desde el INI con Fernando Maravall.
Sala recibió la valiosa colaboración de los pocos docentes que aún quedaban de la época anterior, destacando entre ellos Fernando Díaz Pividal.
Una vez configurado el equipo humano, se fue ajustando un programa de actividades actualizado y sugerente, con unas prioridades claras: formación de directivos de empresas públicas, formación de postgraduados, ampliación del ámbito geográfico de EOI, apoyo a la modernización de las administraciones públicas a través de la formación empresarial y capacitación sobre nuevas tecnologías de la información en la empresa.
En principio los dos pilares de las enseñanzas ofrecidas eran el Programa Master en “Dirección de Empresas” (actualmente MBA) y el “Programa de Desarrollo de Directivos” (actualmente executive MBA), a los que se añadía el curso de “Ingeniería Ambiental”, en el que EOI fue pionera en España. Este curso fue potenciado de inmediato. El Ministerio de Industria y Energía era el encargado de velar por la calidad de las aguas, del medio ambiente, etc.
El curso 1983-1984 representa el punto de ruptura con un periodo de incertidumbre en la Escuela, se comienzan a generar recursos propios, reconquistando posiciones en el mercado.
Sin embargo se puso de manifiesto que si EOI quería estar a la altura de sus competidoras europeas debía tener mayor autonomía transformándose de organismo autónomo a fundación.
Los logros alcanzados al cabo de cuatro años de trabajo eran innegables, pero Cristian Sala consideraba su ciclo agotado.
El 8 de enero de 1988 fue nombrado director de la Escuela de Organización Industrial Juan Manuel Romaní Bueno.
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01 Feb 2012
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