La ética en el próximo cierre contable
Queda muy poco para el cierre contable de 31 de diciembre donde la mayoría de las empresas tienen que ofrecernos los datos de cómo les ha ido el año 2010. A partir del mes de enero la prensa económica nos bombardeará con noticias sobre conceptos como beneficio, facturación, EBITDA, etc. y probablemente la mayoría de los lectores evaluará la marcha de las empresas en función de esos parámetros.
Es el momento en el que los empresarios y auditores hagan examen de conciencia. Cierto es que las normas contables no son exactas y que la determinación de parámetros como el beneficio dejan lugar a interpretaciones. Sin ir más lejos ayer me comentaba un empresario que tenía que tomar una decisión sobre la clasificación de unas acciones que posee hace varios años. Si considera que son de permanencia en los activos de su empresa las valora por su coste y si dada la situación de la crisis, las decide clasificar como activos disponibles para la venta por la necesidad de tener que venderlas a medio plazo para obtener liquidez para la marcha de sus negocios, no muy boyantes últimamente, las valoraría, siempre siguiendo normas contables, a cotización a cierre. Según este último criterio se pondría de manifiesto una plusvalía (siempre pensando en un cierre de bolsa optimista) y por lo tanto un aumento del beneficio. Llega un momento en que uno se cuestiona, si va primero la decisión sobre los activos de la empresa o bien prevalece la imagen contable que va a transmitir. Le intentaba yo aconsejar que tomase la decisión sobre ese elemento patrimonial de su propiedad evadiéndose de su impacto contable, ¿Qué son para ti estas acciones? Le preguntaba yo. Me contesta que es difícil dejar de pensar en su impacto contable, que no puede evitarlo.
Mirar si no el enfado del grupo Inditex y otras grandes empresas por el posible cambio de normativa respecto al registro contable de los arrendamientos operativos. Si esta norma prospera, ¿llegará Amancio Ortega a cuestionarse en el futuro si arrendar los locales o comprarlos? Siempre he defendido que la contabilidad es un sistema de información, las empresas toman sus decisiones en base a criterios racionales de gestión y posteriormente la contabilidad los registra y odio que se haga al revés solo por el qué dirán o por la imagen que se quiera transmitir.
Desde aquí pido por favor a las empresas que sean éticas en su cierre contable, todos nos merecemos la mejor información que puedan conseguir sobre el estado económico financiero de las empresas españolas en este duro año 2010. También pido a la prensa que sea consecuente en sus titulares para no condicionar a estas empresas en sus decisiones y pido al público usuario de la información que intente ser lo más objetivo posible en la lectura de los datos. Si entre todos ponemos nuestro granito de arena la ética se irá imponiendo en la vida “contable” y volverá a dar prestigio a los estados financiero contables tal y como tenían hace 50 años y todos recuperaremos esa buena fama que merecen los que realizan su trabajo con amor y con moral.
Fuente imagen: Sección Femenina
Montserrat Vega
Profesora de Análisis contable del MBA Part Time
Auditora de cuentas