Legislar en favor de las consejeras
La entrada de Francia en el club de países que han decidido legislar de manera contundente sobre la presencia de las mujeres en los Consejos de Administración de las grandes compañías, entre otros aspectos, es importante en un momento en el que la crisis económica está frenando las aspiraciones de muchas directivas. Y es que, desafortunadamente, son muchas las que han tenido que salir de las compañías y otras ven cómo la reducción de los consejos (por fusiones de compañías o por reajustes) limitan sus ya raquíticas opciones de optar a un puesto dentro de estos órganos.
Pero si algo distingue al buen directivo es su capacidad para adaptarse a las circunstancias, darles la vuelta y abrir otros caminos. De las crisis se sale, aunque es posible que en muchas ocasiones con una reestructuración de la propia carrera y un cambio de metas y de objetivos. Pero no hay que tirar la toalla, ni dejar de aprovechar cualquier oportunidad para fomentar la presencia de la mujer en toda la escala directiva hasta la cumbre. Como ese “interés” de muchas empresas españolas por conseguir el Distintivo de Igualdad, que les dará en 2011 preferencia en los concursos públicos. Son 600 empresas que se unen a otras 600 que han solicitado al hasta hace muy poco Ministerio de Igualdad la subvención (10.000 euros) para elaborar un Plan de Igualdad interno, tras diagnosticar sus carencias y fallos en esa materia. No es el momento de sonreír cínicamente, ni de despreciar las “cuotas” (siempre que los perfiles sean adecuados).
Las duras experiencias de las mujeres, especialmente de las directivas, deberían traducirse en más solidaridad y flexibilidad, aunque las beneficiarias sean otras.