Mejorar productividad no es igual a más desempleo
Me gustaría hacer unas reflexiones acerca de la productividad a propósito de tanto que se está hablando en los últimos tiempos.
William W. Lewis (fundador de McKinsey Global Institute) ha publicado un libro “The Power of Productivity”, donde aporta su experiencia como consultor respecto a la productividad de las empresas y su relación con el gobierno. Entre sus reflexiones se encuentra esta idea que desarrollo a continuación.
Según sus tesis y estudios comparativos, muchos gobiernos ponen trabas a la reducción de costes laborales pensando que es bueno para proteger el empleo. Sin duda, esto eleva los costes de las empresas u Organismos y reduce la productividad de los mismos. Así, señala, que el error de estas políticas es creer que el desarrollo de mejores técnicas de producción, dejarán sin trabajo a muchas personas.
Sin embrago, Lewis mantiene que no es cierto. Por ejemplo, en el sector agrícola, donde un gran porcentaje de la población trabajaba hace más de 200 años, podríamos decir que el desarrollo de nuevas técnicas elevó la productividad, lo que hizo posible una mayor producción con una menor mano de obra. Sin embargo, hoy en día, donde tan sólo el 5% de la población se dedica a esas tareas en países desarrollados, el resto de personas no quedó desempleada. Lo que empezó a ocurrir es que se crearon nuevos puestos de trabajo en otras industrias u otros servicios que demandaban nuevas necesidades de los consumidores.
La explicación es que cuando una empresa se vuelve más productiva, queda libre más capital y sobre todo más trabajo, que permite una mayor innovación en crear nuevas ideas en servicios o productos, o simplemente plantearse a su vez nuevas formas de hacer las cosas dentro de la empresa.
Además, la mayor productividad de las empresas permite vender a menores precios, con lo que los clientes o consumidores disponen de mayores recursos para adquirir otros productos.
Esto es parte de la explicación de que España esté en estos momentos en el puesto número 42 según el GCI (Índice de Competitividad Global) del Foro Económico Mundial
Emilio Gómez García