No es lo que parece
Aunque los más entusiastas de las energías renovables se pueden llevar un buen susto cuando lean esta noticia, las cosas no son lo que parecen. La mayor y más exitosa entre las compañías españolas del sector de la construcción, con ventas superiores a los 15.600 M€, beneficios de casi 2000 M€ y un grado de internacionalización que supera el 30% de sus ventas, no abandona la energía renovable.
La propia compañía el pasado 25 de noviembre ya comunicó que “siguiendo su política habitual de venta de infraestructuras que han entrado o van a entrar en operación, ha acordado iniciar el proceso de venta de sus activos de energías renovables, tanto nacionales como internacionales”. El proceso de venta se aproxima, pues, a su fase definitiva.
Hay razones subyacentes que trascienden con mucho a la obtención de esos 5.000 M€, que pueden resultar muy útiles en estos tiempos de liquidez escasa. Es bien sabido que ACS tiene un litigio de primer orden con Iberdrola, y que esta misma semana llegará a los tribunales. La eléctrica, de la que ACS es el mayor accionista (un 20% del capital, mayor participación que el resto de los accionistas de referencia juntos) nunca permitió que ACS tomase un asiento en su Consejo de Administración, y uno de los argumentos que ha esgrimido es su participación en el negocio de las energías renovables y, por lo tanto, un rival directo.
Con este movimiento, ACS obtiene la liquidez que necesita para continuar su movimiento en Iberdrola y culminar la adquisición de Hochtief.
Imagen: xtyler
Emiliano Mata
Profesor de Estrategia en EOI