La reputación y la paz que busca Río de Janeiro

Me pidieron para comentar algo de un periódico, para ser publicado aquí. Me quedé en duda en escribir algo sobre un tema muy relacionado con lo que estudio y trabajo, la reputación corporativa. Pensé en comentar lo que había salido en la prensa sobra la “asociación” entre Telefónica y Ferrán Adriá. Una asociación improbable entre un cocinero y la mayor empresa de telefonía de Europa. Sin embargo, más allá del improbable resulta una verdad: nuestros cerebros trabajan por asociaciones, alimentadas por sinapsis, y esta asociación de dos “marcas”, o mejor, dos conceptos de excelencia e innovación en campos aparentemente tan distintos- la gastronomía y la telefonía- me parece una idea excelente, pertinente y relevante, y ,  al final y al cabo, como todas las ideas brillantes, hasta cierto punto, obvia. Es una asociación de significados de dos  reputaciones españolas líderes mundiales se reforzando mutuamente.

Pero no voy a hablar de eso.

Pensé en  hablar sobre otro tema de momento. El hundimiento de la economía de Irlanda, y la caída anunciada de Portugal, la próxima pieza del domino de la falta de la confianza de los mercados. Dentro de las mil líneas escritas durante toda la semana, credibilidad y transparencia fueron las palabras-llave utilizadas por las autoridades, sobre todo de España, para intentar calmar los mercados. Yo pensé en comentar como conceptos tan intangibles como confianza y transparencia, casi poéticos de tan abstractos, pueden generar efectos tan concretos, derrumbando las bolsas, presionando los gobiernos.rio de janeiro

Pero no voy a hablar de eso, tampoco.

Las estrategias de refuerzo de la reputación de Telefónica me parecen muy bien. Las preocupaciones del Gobierno de España con su credibilidad me parece muy bien.

Yo quiero hablar sobre otra cosa.

Quiero hablar sobre lo que está en la portada de los periódicos de mi país, Brasil, y que también está en la portada del periódico El País, periódico número uno de mi otro país, España, donde vivo hace tres años. Lo que está  en juego en estos días en Río de Janeiro es la credibilidad de un proyecto de nación, Brasil. Un país que ha superado tantas dificultades y que se encuentra, sin duda, delante de una ventana de oportunidad como nunca había estado antes. Brasil lleva, tras la estabilización de la inflación en mediados de los años 90, una racha económica positiva de por lo menos 15 años,  pero con una acentuada inflexión en los últimos cuatro años. Con ello, Brasil tiene, seguramente, 10 años más de grandes resultados económicos por delante, culminados por eventos-estrella como la Copa del Mundo y las Olimpiadas.

Si hay una ciudad que representa caleidoscópicamente Brasil  y que será el epicentro de la atención en los próximos años, esta ciudad es Río de Janeiro. Capital del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve entre 1807-1821 y del independiente Brasil por casi dos siglos. Una ciudad que se orgulla – y con razón – de su apodo de “Maravillosa”, el principal destino turístico del país, la segunda ciudad en importancia económica de Brasil, y posiblemente la primera en cultural.

Pues esta ciudad está cansada y quiere vivir en paz.

No la paz que en los años 90 se escribía en los muros de las favelas, palabra ditada por las armas de los traficantes, una paz hecha de complicidad, corrupción, populismo y pasividad.

La paz que se está buscando ahora es la paz que se consigue a través de la reacción, que por más enérgica que sea, es una reacción necesaria para restablecer una regla fundamental para la vida en sociedad: la ciudad es de todos, no de algunos, muy, muy pocos, que no la merecen y no la representan, y que quieren – y han conseguido en los últimos 30 años – destruir la alegría de vivir de los ciudadanos y exportar una imagen que, amplificada por los medios, denigre a todo el país.

Como todos nuestros actos en nuestras vidas, la reacción del gobierno del estado de Río de Janeiro es un mensaje claro, un acto de comunicación y que puede permitir que Río y Brasil se posicionem como sitios donde se pude vivir y prosperar en paz. Paz, este intangible de valor incalculable.

Fuente imagen: O Globo

Carlos Víctor Costa

Profesor EOI en Reputación Corporativa


Cómo ser un líder en tiempos revueltos

jefes

“Qué nota le ponen los empleados a sus jefes” es un estudio elaborado en 2009 por Otto Walter sobre la forma de dirigir de los altos directivos y los mandos medios en un ámbito empresarial español. Los “investigados” fueron “jefes” de empresas grandes y medianas y sus “críticos” 4.312 personas a su mando. En este caso, no había ninguna referencia a mujeres, pero las conclusiones del informe demuestran pueden ser orientativas y esperanzadoras para las “jefas” o aspirantes a serlo, ya que muchas de las mejores cualidades que harían bueno o excelente a un directivo están en perfecta línea con un estilo de actuación al que a veces las profesionales renuncian o no refuerzan por adaptarse al ambiente.

Ante todo, del informe se deduce que los tiempos de “vacas gordas” hacen bajar la guardia en lo que se refiere a la calidad de la dirección. La corriente se suele mover a favor de los audaces (más exactamente, de los poco escrupulosos), pero cuando las aguas se amansan (y en el mundo económico los ciclos son inevitables) la falta de ética y de coherencia de los planteamientos deja un saldo de errores y de imprevisión que se pagan. Lo lamentable es que esos fallos los van detectando los empleados que, sin embargo, no tienen los cauces o la confianza para poder señalar los peligros.

Tan solo un 22,6 por ciento han obtenido en este estudio la valoración de “buenos jefes” y un 35,4 de “válidos”, a los que faltaría un entrenamiento adecuado y un desarrollo de aspectos personales para dar el salto. El 42 por ciento restante no dan la talla y, dentro de este grupo, un 17,3 son mediocres. Este grupo es demoledor para la “moral” del equipo, ya que es difícil comprender cómo personas de tan escasas capacidades (al menos para ejercer el mando) son elegidas y, sobre todo, mantenidas en sus puestos.

¿Qué mejoras piden los empleados? La mayor parte pide “reconocimiento”, que se valore su trabajo de forma explícita. También que se gestione creando un clima positivo, frente a la presión negativa, el estrés y el agobio, donde entra la incapacidad del jefe para aceptar sugerencias o cambios. El trato considerado y la orientación: son aspectos que se relegan y eso va desde la relación personal, a la desorganización del trabajo por la que no se tiene en cuenta la vida personal del empleado, así como la escasa dedicación a formar al equipo y darles pautas para poder trabajar mejor y entender el contexto en el que se mueve la empresa. La mayor parte, por ejemplo, se queja de recibir “broncas” en muchos casos por haber actuado sin pautas claras.

En relación con el apartado anterior, la crítica es unánime en el caso de las reuniones. Mal planteadas y sin puntualidad, se consideran una pérdida de tiempo. A menudo los convocados no saben para qué les reúne el “jefe”. También desmoraliza y crea un pésimo ambiente entre los empleados, el directivo que se pasa el día criticando otras áreas de la empresa.

Comunicación, gestión de emociones, sentido del tiempo, jerarquía y responsabilidad sin rigideces: ¡son grandes valores de las mujeres! La cuestión es desarrollarlas conscientemente y prepararse a conciencia para ejercer el mando. Porque algo que señala este trabajo es que perfectos líderes natos nacen pocos. Los demás deben canalizar sus buenas cualidades para sacar lo mejor de sus equipos.


RSE: Las PYMES también, sobre todo las PYMES

Hojeando entre mis RSS de noticias, no resulta extraño encontrar referencias a congresos, sesiones técnicas, cursos y convocatorias de premios para empresas e instituciones que desarrollan políticas socialmente responsable.

Pero cuando se trata de PYMES la cosa cambia, ya que son las grandes corporaciones las que han abanderado los estudios sobre la corresponsabilidad, invirtiendo gran cantidad de recursos y sentando las bases de las buenas prácticas en la materia.

Responsabilidad Social

Hace algunos años, en las clases de los cursos de emprendedores de la EOI, comenzamos a hacer reflexionar a los futuros empresarios sobre la responsabilidad que se adquiere en la sociedad en el momento de crear una empresa, de cara principalmente a los trabajadores y a la administración pública. Con el tiempo incorporamos al discurso otras patas hasta llegar a la configuración actual de la RSC. La cuestión que se nos plantea, suele ser el qué hacer desde una PYME incluso una microempresa, para cumplir con los preceptos de la RSC.

De un tiempo a esta parte, se ha entendido que si se quiere universalizar el compromiso empresarial de la responsabilidad con la sociedad, hay que vertebrarlo a través de las que suponen el principal motor del desarrollo. Por ello aplaudo las iniciativas en este sentido, como algunos manuales (cinco díasclub de la excelencia…) y los premios que refiero en el artículo, en su apartado correspondiente.

Fuente de la imagen: Flickr by Rafa.López

Juan Cid

Profesor  de FSE de RRHH y RSC en EOI


La diversidad en los Consejos de Administración, clave del éxito

La necesidad de que exista diversidad en las organizaciones empresariales y, especialmente, en los puestos directivos ha sido el tema central de la mesa redonda que se ha celebrado en la Escuela de Organización Industrial. En ello ha incidido Isabel Tocino, la consejera del Banco Santander, quien ha asegurado que se requiere diversidad para que una empresa tenga éxito. Se ha mostrado, sin embargo, contraria al establecimiento de cuotas como fórmula para garantizar el acceso de las mujeres a estos órganos. _DSC0009En su opinión, no todas las mujeres quieren llegar a esa posición y, de hecho, muchas de ellas son quienes se ponen barreras para continuar su carrera.

Laura González-Molero, consejera del Grupo Leche Pascual y Viscofan, y Fernando Igartua, presidente del Instituto de Consejeros-Administradores, también han subrayado la importancia de que se promuevan conductas que faciliten la incorporación de las mujeres en los consejos de administración y, por ello, han considerado oportuno medidas de buen gobierno en las empresas, entre las que se encuentra la diversidad.


Mejorar productividad no es igual a más desempleo

Me gustaría hacer unas reflexiones acerca de la productividad a propósito de tanto que se está hablando en los últimos tiempos.

William W. Lewis (fundador de McKinsey Global Institute) ha publicado un libro “The Power of Productivity”, donde aporta su experiencia como consultor respecto a la productividad de las empresas y su relación con el gobierno. Entre sus reflexiones se encuentra esta idea que desarrollo a continuación.

Expansión y crecimientoSegún sus tesis y estudios comparativos, muchos gobiernos ponen trabas a la reducción de costes laborales pensando que es bueno para proteger el empleo. Sin duda, esto eleva los costes de las empresas u Organismos y reduce la productividad de los mismos. Así, señala, que el error de estas políticas es creer que el desarrollo de mejores técnicas de producción, dejarán sin trabajo a muchas personas.

Sin embrago, Lewis mantiene que no es cierto. Por ejemplo, en el sector agrícola, donde un gran porcentaje de la población trabajaba hace más de 200 años, podríamos decir que el desarrollo de nuevas técnicas elevó la productividad, lo que hizo posible una mayor producción con una menor mano de obra. Sin embargo, hoy en día, donde tan sólo el 5% de la población se dedica a esas tareas en países desarrollados, el resto de personas no quedó desempleada. Lo que empezó a ocurrir es que se crearon nuevos puestos de trabajo en otras industrias u otros servicios que demandaban nuevas necesidades de los consumidores.

La explicación es que cuando una empresa se vuelve más productiva, queda libre más capital y sobre todo más trabajo, que permite una mayor innovación en crear nuevas ideas en servicios o productos, o simplemente plantearse a su vez nuevas formas de hacer las cosas dentro de la empresa.

Además, la mayor productividad de las empresas permite vender a menores precios, con lo que los clientes o consumidores disponen de mayores recursos para adquirir otros productos.

Esto es parte de la explicación de que España esté en estos momentos en el puesto número 42 según el GCI (Índice de Competitividad Global) del Foro Económico Mundial

Emilio Gómez García

Director Master Executive Gestión Cadena Suministro


Agua en la luna

El pasado 22 de octubre, la prensa recogía la noticia de la presencia de cantidades de agua importantes en la luna

El 18 de junio de 2.009 la Nasa lanza a la luna un satélite de observación del cráter lunar Cabeus  en el polo sur de la luna, (Misión LCROSS) portando un cohete centauro de 2.300 kg. El 9 de octubre ya en órbita lunar, el satélite dispara el cohete Centauro sin carga sobre la superficie de la luna, generando un agujero de más  de 25 metros de diámetro y una columna de polvo de más de 750m de la superficie lunar. Cuatro minutos después, la sonda atraviesa la nube generada, toma muestras mediante una sonda especial para proceder a su análisis e identificación.

Los resultados analíticos  llegan a la conclusión de que entre un cinco y seis por ciento de la composición de las muestras recogidas  es agua, junto con entre otros compuestos plata, oro, anhídrido carbónico, mercurio, etc.luna

Según el diario Público del 22 octubre, si la composición fuese constante alrededor del punto se impacto, en un radio de 10 Km se podrían obtener según los cálculos de la misión unos 4.000 MM de litros de agua, comentando los responsables del proyecto que se podría alimentar un población de 1.000 colonos durante 500 años.

A esta información habría que objetar entre otras cosas:

Me temo que los colonos o se llevan el botijo con agua de la tierra o lo van a tener muy duro.

Fuente de la imagen: freewares.com

Juan Antonio Sáinz

Profesor de Medio Ambiente de EOI


Libro Electrónico Ilustrado

Hemos leído en Cinco Días un artículo muy interesante sobre contenidos digitales. Aprovechando el Foro Internacional de Contenidos Digitales que se ha celebrado estos días en Madrid hemos podido comprobar lo optimistas que se muestran con el futuro.libro

Esto nos ha llevado a pensar en una realidad que conocemos de cerca: hace tiempo que los editores conviven con la idea de que su sector está sufriendo un terremoto. Como dice un amigo «el libro electrónico no es un libro, es otra cosa», y tiene razón, pero mientras el mercado digiere esa nueva forma de acercarse a la lectura los editores no dejan de hacerse la pregunta clave: «¿cuándo?» (nos digitalizamos). En palabras de mi profesor de Derecho Civil, «cierto en el sí aunque incierto en el cuando».

Y la digitalización de contenidos está empezando a afectar también a los libros ilustrados. Pensábamos que el horizonte de las editoriales infantiles era más estable puesto que los diferentes modelos de libro electrónico que se comercializan no contemplan aún la reproducción de imágenes … pero esto era así hasta que Steve Jobs rompió las reglas y presentó su flamante iPad. Hemos tenido la oportunidad de ver, en las manos de los editores de Nórdica Libros, lo extraordinaria que resulta la experiencia de leer un álbum ilustrado en este soporte. Sencillamente maravilloso.

En realidad, la respuesta a la pregunta «¿cuándo?» es muy sencilla: «ayer».

Fuente imagen: publishersweekly

Rafael Vivas

Profesor de Derecho Empresarial EOI


El gobierno apuesta por la «economía verde» como solución a la crisis

En las últimas jornadas hemos podido apreciar cómo la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar ha afirmado que el gobierno apostará por la “economía verde” como solución antes la crisis, defendiendo que ésta representa un gran potencial para la generación de empleo, el avance tecnológico y la competitividad. También ha señalado que su departamento trabajará por “un modelo de desarrollo sostenible” con ONG, empresas y entidades regionales y locales para que la salida de la crisis permita una recuperación de largo plazo.

Estas afirmaciones están en línea con el manifiesto firmado por más de 100 empresas e instituciones, en el marco de congreso nacional de medio ambiente (conama) de cambio de rumbo hacia la sostenibilidad. «Hay que aprovechar esta coyuntura para introducir los cambios que desde hace años venimos reclamando desde el sector ambiental, para conseguir reducir la huella ecológica de nuestro desarrollo. La crisis nos ha dado la razón. No dejemos escapar esta oportunidad histórica para tomar un nuevo rumbo».GreenGrowth

Antes estás declaraciones nos pueden surgir muchas preguntas de no fácil respuesta ¿qué entendemos por economía verde? ¿Qué empleo representa en la actualidad? ¿Qué perspectivas reales de crecimiento tienen el empleo verde? ¿Cómo puede realmente ayudar a salir de la crisis? ¿Qué supone ese cambio hacia la sostenible? ¿Son la economía verde y la sostenibilidad el mismo concepto?

El concepto de economía verde se identifica con el desarrollo de economías sostenibles, capaces de conservar el medio ambiente para las generaciones actuales y futuras, pero también con grandes oportunidades de negocio y desarrollo económico. La tendencia hacia un modelo de producción y gestión verde, impulsada por la necesidad de frenar el cambio climático, tendrá también importantes repercusiones sociales a través del empleo.

Ejemplos de este tipo de instituciones puede encontrarse en el Libro Economía Verde 20+20 que la Escuela de Organización Industrial acaba de presentar recogiendo 20 casos de éxito empresarial. Pero quizá lo más importante es la cuantificación económica del sector y su potencial desarrollo en el que jugará un factor determinante los altos niveles de innovación e internacionalización del sector.

EOI ha cuantificado las actividades nucleares y las relacionadas, de la economía verde en un 2,2% del empleo total de la economía española (407.200 personas) y un 2,4% del PIB a precios de mercado (25.000 millones de euros anuales). En términos relativos, la economía verde alcanza ya un tamaño similar al del conjunto del sector primario (Agricultura, Ganadería y Pesca) o al de dos de los sectores más importantes de la industria española: Industria de la alimentación y Metalurgia y productos metálicos.

Imagen: ourgreenguild

Maribel Martínez
Profesora EOI


El dilema de la maternidad

Motherhood

Imagen de Javier Delgado Esteban, en Flickr Commons

Solemos quejarnos, con razón, de lo inaccesible que resulta la maternidad para muchas mujeres que quieren desarrollar una carrera y en estos tiempos de paro, simplemente para las que quieren… trabajar. Es cierto que muchas decisiones se tienen que tomar de acuerdo con una escala de valores y aceptar el precio, pero resulta contradictorio insistir tanto en los “derechos humanos” y, por otra parte, castigar una aspiración tan íntima y legítima como es tener hijos, imprescindibles además para el futuro de una sociedad.

En España, la maternidad se ha ido retrasando hasta los 30,83 años, en cifras de 2010, cuando en 1990 era de 28,86 y ya significaba un retroceso notable respecto a décadas anteriores. Datos de IE Business School señalan que el sueldo de las mujeres que deciden ser madres es un 24 por ciento inferior, de media, que el de los hombres en las mismas circunstancias; también demandan contratos temporales o reducciones de jornada, lo que supone un 20 por ciento menos la hora trabajada. Estos últimos datos, si bien negativos, entrarían dentro de esa valoración que una mujer puede hacer cuando se plantea tener un hijo y siempre será más interesante que abandonar el mundo laboral. Pero no es lo ideal, ni lo justo. Sin embargo, la maternidad preocupa. Sería interesante saber cuánto ha influido en esa inquietud la presencia de mujeres en diferentes instancias públicas, pero hasta la Organización Internacional del Trabajo señala que la protección gubernamental de la maternidad está avanzando en el mundo, si bien de forma desigual y en ocasiones únicamente como un propósito en la agenda, aplazado por razones económicas o estructurales.

Otra prueba de la preocupación es la coincidencia en el tiempo de unas iniciativas tanto en el Parlamento Europeo como en el de España. El pasado 20 de octubre, el Parlamento Europeo aprobó la extensión del permiso de maternidad de 14 a 20 semanas y que se sufrague el cien por cien de la baja. Dos años ha costado llevar adelante esta decisión rodeada de enorme polémica (la batalla, de todas formas, no ha terminado), aunque la votación (390 a favor, 192 en contra) demuestra la agilidad de los lobbies femeninos y de otro tipo para convencer a los reticentes. Los motivos de oposición eran económicos, especialmente vinculados a las actuales circunstancias de crisis, pero también de defensa de la mujer, aunque parezca paradójico, ya que son muchos (también expertas) los que creen que el exceso de protección penaliza el empleo femenino, enmaraña la legislación y refuerza las desigualdades, al menos mientras el padre no reciba un tratamiento similar en este ámbito. Sin embargo, ha pesado más la idea de que las mujeres que se saben protegidas tienen menos tentaciones de abandonar su trabajo y permanecen en el empleo, devolviendo con creces la “inversión” hecha en ellas. El estudio de la Unión Europea encargado a Ramboll Group con este fin señaló que bastaría el incremento de un 1% en la tasa femenina de participación en el mercado laboral para que el gasto público quedase de sobra compensado. Actualmente, en los 27 países de Europa sólo 10 tienen permisos de 20 semanas o más y 13 financian íntegramente el permiso con dinero procedente de la seguridad social y aportaciones empresariales.

Por otra parte, en España, y ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo se presentó en los mismos días una propuesta para que se tenga en cuenta la “cotización demográfica” en las mujeres que por haberse retirado del mercado laboral o ingresado tarde en él por los hijos. Esa “cotización” se sumaría a los quince años mínimos para recibir una pensión. La iniciativa del PP, CiU, PNV y ERC-IU-ICV cuenta con la consideración inicial del PSOE y viene a iluminar un poco un panorama habitualmente apagado, además de recordar a las mujeres el alto precio diferido que pagan por su situación de desventaja en el mundo laboral.


Seis claves para el éxito de las mujeres

exito

Detrás de esta crisis, como detrás de esas nieblas repentinas en las montañas, hay un futuro. Un futuro marcado por la multipolaridad del mundo, factor que influirá cada vez más en el devenir económico, en el estilo de hacer negocios y que justifica más que nunca la necesidad de abrirnos a lo mejor de la diversidad. Un interesante documento de Accenture (One Step Ahead of 2011. A New Horizon for Working Women, del que existe una versión española en la página web, en esa línea de pensar más en las oportunidades a las que tenemos que lanzarnos que a lamentar lo perdido, establece las habilidades que debemos desarrollar las mujeres para triunfar, cada cual en su escala, en ese nuevo horizonte.

Hay seis claves de éxito:



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