¿Qué hay de nuevo en las empresas?

En época de crisis se agudiza el ingenio empresarial. En este sentido, estamos asistiendo a un importante cambio en la propia mentalidad de la empresa, cambio que afecta tanto a su estructura como a su forma de actuación.

La tecnología y la creatividad consiguen hacer posible la viabilidad empresarial con muchos menos recursos de los que disponían en épocas de mayor bonanza económica.

Nuevos usos para los mismos productos, nuevas formas de comunicación, nuevos incrementos de valor añadido… esta es la realidad de las pymes en este momento.

Uno de los factores más importantes es el de la comunicación. Las empresas tradicionalmente, se posicionaban mediante el contacto directo, la promoción y la publicidad, pero en la actualidad disponemos de un medio rápido, barato y eficaz para dar a conocer la empresa y sus productos… la RED.

El uso de las redes sociales se ha constituido como un medio natural de posicionamiento empresarial, que permite mantener permanentemente informado al cliente de todas las novedades respecto a productos y servicios de los que dispone la empresa. Si a esto le unimos una buena página Web ya tenemos la mejor presentación de la empresa. Rompemos barreras temporales y geográficas, permitiéndonos acceder a un número infinito de clientes que pueden conocer que somos y lo que hacemos a un solo click.

Otro de los factores que destacan en la nueva empresa es la preocupación por el medio ambiente. Tanto a nivel normativo, como a nivel de concienciación de los posibles consumidores, ha pasado de ser un recurso adicional como argumento de venta, a ser un factor diferencial y en muchos casos decisorio a la hora de efectuar la compra.

Evidentemente tener un buen producto o servicio es necesario para la viabilidad empresarial, teniendo en cuenta que, dados los avances tecnológicos y el abaratamiento derivado de la producción en terceros países, la competitividad está empezando a ser realmente complicada. Por tanto, lo fundamental es encontrar ese factor diferencial que sea el determinante del posicionamiento de nuestro producto.

La creatividad, la tecnología y el respeto al medio ambiente se constituyen como esos elementos diferenciales, que por un coste módico nos permiten incrementar de forma exponencial el valor de nuestros productos.

Maria José Cano

Profesora de Programas de Internacionalización en EOI


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