El futuro de la energía

Mucho se ha hablado sobre el futuro de la producción de energía en general, desde la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles a los peligros y virtudes de la energía nuclear, la posibilidad de alcanzar la conocida fusión nuclear y la importancia del proyecto ITER y la de las posibilidades que ofrecen las diferentes energías renovables existentes.

Centrándonos en las energías renovables, parece que es obvia la necesidad de contar con un «mix» de las diferentes tipologías que existen para contar con una suministro que se adecue a las necesidades de la sociedad. Pero en este caso he querido transmitir el mensaje centrándome en la energía eólica, la realidad de lo que existe actualmente y el futuro de la misma.

Conocidos son los inconvenientes actuales de la energía eólica actual, desde la irregularidad de la producción hasta los inconvenientes ambientales, que varían desde el impacto visual a la muerte de aves, que puede tomar tintes dramáticos en caso de coincidir con rutas migratorias importantes, hasta el punto que se han tenido que parar parques enteros para evitar lo que hubieran sido auténticas masacres.

En cualquier caso la tecnología eólica terrestre ya ha llegado en muchos casos al punto de competitividad con otras fuentes tradicionales, a pesar de que en algunas ocasiones, una errónea planificación o ubicación puede ciertamente llevar a situaciones mas que desafortunadas. En cualquier caso, parece que el futuro otorga soluciones y oportunidades que o bien solucionan o mejoran muchos de estos aspectos, dejando claro que el desarrollo y la innovación son la clave, no solo para la energía, sino para todo.

Esta solución a los problemas de la energía eólica viene de la mano del mar. Ese viejo amigo de muchos nos proporciona vientos más constantes, ubicaciones lejanas de cualquier población alcanzando con ello un impacto visual mínimo o nulo y además lejanas de las principales rutas migratorias de aves, que se suelen concentrar bien en tierra o en las zonas costeras más próximas. Es tal su ventaja, que incluso a día de hoy la inversión en este tipo de energía se encuentra en niveles significativos, principalmente centrados en Inglaterra y otros países con acceso al Mar del Norte y a pesar de que si solo se compara en coste, esta fuente de energía marina dista aún de ser competitiva.

Las ventajas del mar del norte son fácilmente apreciables, con gran cantidad de recurso eólico a unas profundidades relativamente reducidas y todo esto en ingentes cantidades. Pero, ¿Y el resto de países que, por desgracia, no disponen de una piscina gigante donde instalar sus molinos? La técnica tiene soluciones para todos y en este caso la respuesta viene de las plataformas flotantes.

La tecnología, para alegría de muchos, avanza constantemente, y tanto para la eólica marina fija como para la flotante los costes descienden año tras año, haciéndose más y más competitiva, obteniendo mejores rendimientos, reduciendo lo que se conoce como coste de la energía a marchas forzadas, y haciendo que el futuro parezca cada vez más verde y más sostenible.
En conclusión, el punto de inflexión está cerca, bien por el lado de la eólica, por la llegada de la energía solar, que se espera que protagonice una auténtica revolución en un futuro no demasiado lejano o por el desarrollo de la fusión nuclear, que puede ser el punto final al problema de la energía; lo cierto es que las posibilidades son múltiples, elegid la que queráis, pero la realidad es que el modelo ya está cambiando, ya ha cogido velocidad, a todos los efectos más sostenible y seguro que nunca, y como siempre de la mano de la investigación, del desarrollo y de la innovación, aunque esto no debería ser ya una novedad para nadie.

2 comentarios / 04 Sep 2015 por aurruchi
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