Papel del directivo en la creación de valor para el accionista
Una de las principales consecuencias de la carencia de liderazgo en el proceso de planeación, es que los directivos se concentran en métricas erradas de creación de valor.
En el mundo actual, los accionistas no solamente buscan ganancias en forma de dividendos y en forma de aumento de valor de sus acciones, sino que también desean perspectivas de crecimiento de la compañía a largo plazo, por tanto, el valor no solo depende de lo que esperamos que ocurra en el futuro con el bien o servicio que pretendemos valorar, sino de nuestras expectativas.
Para poder conseguir la creación de valor, la empresa debe asegurarse de que exista una coordinación entre las políticas financieras básicas: de inversión, de financiación y de retribución al capital. Alineadas con la política de inversiones que la empresa trata asegurarse su futuro.
Con la política de financiación se trata de obtener los recursos necesarios para el logro de los objetivos de la empresa. La política de retribución al capital (política de dividendos) establece los mecanismos de remuneración a los accionistas. La creación de valor es el aumento del valor para los accionistas por encima de las expectativas que se refleja en la rentabilidad exigida por ellos mismos.
La dirección de la empresa crea valor para los accionistas cuando la rentabilidad obtenida sobre el capital invertido es superior al coste de dicho capital. La idea básica de la gestión basada en el valor parte de la premisa de que el objetivo de la función financiera es maximizar el valor de la inversión de los accionistas.
Lo que determina la creación de valor para el accionista es que el rendimiento obtenido de las inversiones de la empresa sea capaz de superar sus expectativas; con independencia de que dicho progreso se materialice en los resultados contables del período analizado.
Saludos,
Evelin Valdez.-