¡Innovar! ¿Y tú dónde estás?
Hoy en día la innovación se ha convertido en una de las disciplinas más de moda en los negocios.
En esta carrera por la innovación, lo primero que hay que tener en cuenta, es saber cuáles son los factores necesarios para iniciar este camino, que se pueden resumir en cuatro elementos fundamentales:
- Estrategia: alinear la innovación con la estrategia de la empresa, obtener un compromiso del equipo directivo y fomentar una cultura innovadora en toda la organización.
- Recursos y tiempo: si no se invierte tiempo y dinero para desarrollar las habilidades, capacidades y aptitudes para innovar, no se puede esperar que las personas innoven de forma continuada.
- Conocimiento: en los últimos años se ha pasado de una economía basada en el capital y el trabajo, como principales factores productivos, a una economía basada en el conocimiento. Los profesionales necesitan disponer de los conocimientos apropiados, para descubrir, evaluar y ejecutar las mejores ideas.
- Motivación: para que se desencadene un proceso innovador en una organización, es necesario que las personas que forman la misma, tengan estímulos positivos para realizarla, de manera voluntaria y expresa.
Conociendo cuáles son los factores de la innovación, podemos diagnosticar cuál es el estado de la innovación. El desarrollo general de la innovación, no puede ser igual para todo tipo de empresa. Los modelos de trabajo serán diferentes en función de la situación dónde se encuentre la organización.
En este sentido, podemos encontrar cuatro culturas diferentes:
- Cultura cerrada: no tienen interés en la innovación a nivel estratégico.
- Cultura de la eficiencia: empresas que han consolidado su negocio y se centran en ser más eficientes.
- Cultura del aprendizaje: organizaciones que han entendido la importancia de la innovación, pero su implementación no es del todo efectiva.
- Cultura innovadora: la innovación forma parte de la estrategia y del compromiso de toda la organización.
¿Dónde se encuentra tu organización?
¡Gracias EOI!
Después la noche mágica del Acto de clausura con la ceremonia de graduación de la promoción 2014/2015, me gustaría reiterar mi agradecimiento a todas las personas que trabajan y colaboran con EOI y a todos los alumnos con los que compartimos experiencias, conocimientos y valores.
Me siento muy orgullosa de pertenecer a la COMUNIDAD EOI.
Transcribo mis palabras de ayer:
«Recibo con enorme ilusión y emoción este premio.
Esta mañana recordaba una tarde, de hace ya algunos años, cuando tomaba un tren de Zaragoza a Madrid, con una maleta cargada de muchos sueños, para hacer un Master en esta Escuela.
Seguro que todos vosotros recordáis los hitos importantes de vuestra vida, yo tenía dos vinculados a EOI, el día que acabo de relatar y el día que obtuve mi título de la 2º promoción de MBA de EOI. Hoy ya tengo un tercer hito importante relacionado con la Escuela.
Así que mi gratitud a la Dirección, Decanato, Directores de programas, coordinadores, personas de soporte técnico y todo el personal que trabaja en esta Institución. Sin todos vosotros, sería imposible realizar nuestra labor como profesores.
Gracias también a mis compañeros. Este premio reconoce el trabajo de muchos profesionales que nos apasiona enseñar y sobre todo aprender enseñando.
Este reconocimiento habla de los valores EOI y hoy quiero hacer referencia a todos esos valores: la creatividad, innovación, sostenibilidad, tecnología, internacionalización. Todos estamos obligados a seguir transmitiendo esos valores y ponerlos en práctica en nuestras organizaciones y en la sociedad, en general. Fomentando una cultura empresarial más colaborativa y participativa, centrada en las personas, donde la inteligencia emocional y colectiva tienen mucha importancia.
EOI, un lugar donde emprender. Es verdad que la palabra emprendimiento está de moda, pero no es menos verdad que tenemos que seguir impulsando los valores del emprendimiento: valentía, esfuerzo, asunción de riesgos, compromiso, pasión, constancia, curiosidad, entusiasmo, inquietud, flexibilidad y trabajo en equipo.
Felicidades y enhorabuena a todos vosotros y a muchos alumnos internacionales, procedentes sobre todo de Latinoamérica, que también se han graduado con éxito. Ya formáis parte de la comunidad EOI y queremos que sigáis compartiendo con todos nosotros vuestras vivencias y experiencias. Hay un proverbio africano que dice: “Si quieres ir rápido camina sólo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.
Seguid en constante adquisición de conocimiento. Recuerdo que mi padre siempre nos decía que el mayor activo que una persona puede tener es el conocimiento. Esto hoy es mucho más evidente, en un mundo de cambios profundos y rápidos. Tenemos que ser capaces de aprender a desaprender, de forma constante.
Continuad cargando vuestra mochila de sueños y luchar con pasión por conseguirlos. El futuro sólo se predice inventándolo, así que tenéis todo el camino para inventar vuestro futuro».
¡GRACIAS EOI!
Scale & Agile
Conceptos como lean, agile, startup, pueden parecer contradictorios para una gran corporación. Sin embargo, son términos cada vez más utilizados en las grandes empresas para cambiar la cultura, la organización y la gestión de este tipo de compañías y responder, de una forma más rápida y ágil, a la mayor incertidumbre y complejidad de los mercados.
En un post anterior, «Los elefantes también pueden ser ágiles», hablaba de cómo una compañía como Telefónica había adoptado metodologías Lean Startup, para gestionar sus procesos de innovación.
Otras grandes corporaciones como GE, IBM, Cisco o Cocacola, están siguiendo también estas metodologías e invirtiendo en startups para generar procesos de innovación en sus organizaciones. Estrategias que tienen como finalidad, no sólo, invertir en proyectos rentables sino también infundir el intraemprendiemiento dentro de sus empresas.
Pero, ¿qué pueden aprender las startups de las grandes empresas?. ¿Por qué el 90% las nuevas empresas fracasan?. ¿Cómo deben las startups escalar sus negocios?.
¿Es lo mismo crear un negocio que hacerlo crecer?. La respuesta es no. Actualmente, es más fácil comenzar un negocio, que escalarlo. El mundo es cada día más complejo y esto crea muchos obstáculos para hacer crecer a las nuevas empresas.
David Butler (Coca-Cola VP Innovation&Entrepreneurship) y Linda Tischler (Fast Company Magazine) hablan de cómo aprender a crear y escalar negocios en su libro Design to grow: how Coca-Cola learned to combine scale and agile.
«Las empresas establecidas saben cómo escalar, pero no saben cómo iniciar negocios. Iniciar un negocio, es diferente a hacerlo crecer. Si bien se ha hecho mucho énfasis en el inicio, se ha producido una sorprendente escasez de herramientas y de información sobre la forma de cruzar el abismo entre el inicio y el crecimiento». David Butler
¿Cuáles son esas diferencias?
- Una startup está desarrollando sus activos (IP, producto, marca, relaciones comerciales). El crecimiento se basa en el aprovechamiento de los activos para obtener la máxima rentabilidad.
- En el inicio, se requiere mucha exploración e iteración rápida para llegar a crear un modelo de negocio. El crecimiento busca normalizar y ejecutar el modelo de negocio.
- En una startup todo el equipo debe estar preparado para repensar todo, si las cosas no están funcionando. El crecimiento, se basa en la planificación y desarrollo de las competencias fundamentales.
- En la creación, se requieren movimientos muy rápidos, con los mínimos recursos. Las grandes empresas piensan en «millones» y «años», no en «cientos» y «semanas».
Aprender de ambos mundos, startups y grandes corporaciones, para crear y gestionar nuevos tipos de empresas.
«Creo que sólo hemos comenzado a ver lo que puede suceder cuando las startups y las grandes organizaciones, especialmente las multinacionales, trabajen conjuntamente. Yo no estoy hablando de grandes empresas que financian startups. Me refiero a cuando ambas, startups y grandes compañías, empiecen a entender lo que cada una aporta y a construir nuevas formas de hacer las cosas». David Butler
Menos “famoseo” y más emprendimiento
Si hiciéramos una encuesta preguntando si conoces a Belén Esteban y alguien respondiera «no», seguramente, pensaríamos que es un marciano que acaba de aterrizar en la tierra.
No tengo nada contra “la princesa del pueblo”, sino contra todos esos medios de comunicación que le han aupado a ser un referente para muchas personas en este país, después de su constante aparición en los diversos reality shows y programas del corazón, que inundan las parrillas televisivas.
“Nuestra princesa”, tiene más de 1 millón de seguidores en Twitter. La final de GH VIP batió record de audiencia, con más de 5 millones de espectadores, con un share de 35,9%. Según Trendinalia, empresa que audita tendencias mundiales, cerca de 100 trending topics se han registrado en 2015 relacionados con Belén Esteban y más de 3 millones de usuarios podrían haber estado expuestos a esos trending topics.
Tras años de crecimiento económico, la crisis económica puso de manifiesto las dificultades de nuestro modelo económico y productivo, pero qué pasa con nuestro modelo cultural.
Según el último informe GEM 2014, observatorio internacional que con carácter anual analiza el fenómeno emprendedor:
“Las decisiones del individuo suelen estar influenciadas por factores culturales y características de la sociedad en las que se desenvuelven. La existencia de modelos de referencia suelen ser uno de los factores que refuerza las percepciones del individuo y en todo este proceso de socialización, los medios de comunicación juegan un papel muy relevante”.
Poco ayudamos a este país, si como referentes tenemos a personajes mediáticos que lo único que hacen es vender su vida y hacerse millonarios a costa de las personas que los idolatran, por culpa de la exposición constante en los medios de comunicación.
Necesitamos una nueva generación de referentes que impulsen otros valores a nuestra sociedad, como el emprendimiento: pasión, resiliencia, confianza, creatividad, propensión al riesgo, trabajo en equipo… Cambiar los valores y los referentes sociales para crear una sociedad donde haya más personas dispuestas a arriesgar, a innovar, a crear empresas, a luchar por hacer realidad sus pasiones.
¿Conoces a Bosco Tamames?. Probablemente, el 99.9% de la población contestaría «no».
Bosco Tamames sobre TEDxYouth Madrid, Hipshirt y la generación Y: “En cuanto hablas con él, notas un entusiasmo, una curiosidad y una energía que no percibes en mucha gente, sea de la generación que sea. Pero lo que aún conquista más, es su humildad y lo genuino que puede ser alguien que ha conseguido tanto con solo 19 años”.
Necesitamos menos «belenes esteban» y más «boscos tamames».
Realidad y futuro de nuestras ciudades
Según el informe World Urbanitation Prospects del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA), actualmente un 54% de la población mundial (3.900 millones de personas) vive en áreas urbanas, estimándose que en 2050 la población urbana representará un 66% del total (alrededor de 6.300 millones).
El informe señala que en la actualidad, existen más de 28 mega-ciudades en el mundo con más de 10 millones de habitantes. En 2030, el número total de mega-ciudades superará las 40.
El reto de este crecimiento imparable de urbanización es la búsqueda de una mayor eficiencia, sostenibilidad y bienestar de los ciudadanos que habitan en las zonas urbanas.
Las limitaciones energéticas, el modelo de vida actual y la inviabilidad de los modelos de gestión pública, hacen necesario buscar nuevos modelos para gestionar las ciudades. Así lo afirmaba John Wilmoth, Director de la División de Población de DESA de la ONU, en una reciente entrevista en el diario El País:
«La gestión de las áreas urbanas se ha convertido en uno de los retos más importantes del siglo XXI. El acierto o fracaso que tengamos al impulsar ciudades sostenibles será el factor más importante».
El término que mejor define esta solución es el de la ciudad inteligente o smart city, en donde los ciudadanos juegan un papel primordial, creando ciudades más eficientes donde la información de la ciudad sea compartida de forma más operativa a través de la tecnología. Donde la gestión de los recursos naturales sea más eficaz. Entornos que proporcionen un mayor bienestar a sus habitantes invirtiendo en su capital humano (educación y cultura), mejorando infraestructuras y transportes y generando unos sistemas de gobierno más participativos.
En un estudio de PWC sobre las ciudades del futuro, se han analizado los elementos constitutivos de la ciudad, agrupados en grupos llamados “capitales” (intelectual y social, medioambiental, cultural y de ocio, técnico, financiero y democrático) y que correctamente integrados, conforman la base para impulsar un programa estratégico que contribuya al progreso de la ciudad.
En esta misma línea, está el estudio del Centro de Globalización y Estrategia del IESE, que trabaja con diez dimensiones (capital humano, cohesión social, economía, gestión pública, gobernanza, medio ambiente, transporte y movilidad, planificación urbana, proyección internacional y tecnología), evaluando a 148 ciudades de todo el mundo.
Las tres primeras ciudades de este ranking son Londres, Nueva York y Seúl, por este orden.
¿Y dónde están las ciudades españolas?. Barcelona ocupa el puesto 31, mientras que Madrid se encuentra en el puesto 35.
Hace escasamente un mes, se aprobaba el nuevo Plan Nacional de Ciudades Inteligentes, que está dotado inicialmente de un presupuesto de 153 millones de euros. El plan crea un Consejo Asesor de Ciudades Inteligentes que estará conformado por la secretaría de Estado de las Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del MINETUR, Red.es, SEGITTUR, IDAE, las entidades locales y los representantes de la Industria y esta Escuela de Negocios (EOI).
Su objetivo es mejorar la eficacia y eficiencia de las entidades locales en la prestación de los servicios públicos a través del uso de las TIC y avanzar en la gobernanza del sistema de Ciudad y Destino Turístico Inteligente.
La Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) ha respaldado este plan. Según afirma su presidente Íñigo de la Serna:
“Este Plan representa una apuesta muy importante para el avance de las ciudades inteligentes en nuestro país, y un punto de inflexión que resultará definitivo para consolidar la posición de España a la vanguardia de las smart cities a nivel mundial”.
Realidad y futuro para vivir en entornos más humanos, sostenibles, colaborativos y eficientes.
Holocracia: organizaciones más ágiles y creativas
La innovación se ha convertido en una actividad altamente colaborativa, que está produciendo un enorme cambio en la cultura y la organización del trabajo de muchas organizaciones: estilos de liderazgo más flexibles, equipos de trabajo multidisciplinares, modelos de empresa más transparentes, abiertos y colaborativos, en los que personas con distintos conocimientos, experiencias y habilidades, comparten ideas.
Una de las tendencias que está revolucionando el mundo de los recursos humanos es la Holocracia, que consiste en la organización en círculos de trabajo semi-autónomos y auto-regulados, rompiendo con la tradicional estructura basada en la jerarquía.
El término Holocracia, derivado del griego holos, define una organización en la que todas las partes trabajan juntas para crear un todo autónomo. El sistema está diseñado de manera que los círculos pueden ser creados y disueltos en cualquier momento. Las personas tienen múltiples funciones y se desplazan de forma fluida en todos los círculos, haciendo que la organización se mueva de manera más eficiente.
El objetivo general es crear un ambiente de «transparencia consciente», explica Brian Robertson, fundador de HolacracyOne, consultora que ayuda a las empresas a implementar este nuevo ideal corporativo.
Según HolacracyOne, Holocracia es una práctica integral de estructura organizacional. Se trata de un nuevo «sistema operativo» que infunde una rápida evolución en los procesos básicos de una organización.
Este sistema ha sido implantado por el gigante de comercio electrónico Zappos. Su fundador Tony Hseih, ha sustituido la estructura jerárquica tradicional, eliminando los títulos de sus 1.500 trabajadores y creando equipos auto-organizados que participan activamente en la organización.
“Estamos estructurando a Zappos como una ciudad y no como una corporación burocrática. En una ciudad, la gente y las empresas se auto-organizan. Tratamos de hacer lo mismo, al cambiar de una estructura jerárquica normal a un sistema que permita a los empleados actuar más como empresarios y auto-dirigir su trabajo, en lugar de informar a un gerente que les dice qué tienen que hacer.» Tony Hseih
Los cuadros y líneas, en el organigrama Zappos, han sido sustituidos por los «círculos», que representan equipos más fluidos. Al ser grupos de trabajo por proyectos o áreas y no departamentos estancos, es posible modificar la estructura para adaptarla a las nuevas condiciones de la organización. Círculos de ir y venir a las necesidades y proyectos de cambio.
Como resultado, se trabaja de forma más productiva, ágil y creativa, asegurando la adaptación rápida a un entorno tan cambiante como el actual.
Hollie Delaney, directora de recursos humanos en Zappos, explica cómo se ha implantado el sistema en la compañía.
Una ola que otras organizaciones, muchas de ellas nuevas empresas de tecnología, están igualmente tratando de aplicar.
Los elefantes también pueden ser ágiles
Cada día es más evidente que metodologías como Customer Development y Lean Start up ayudan no sólo a startups y emprendedores, sino también a grandes corporaciones a identificar claramente las necesidades específicas en entornos de alta incertidumbre y a utilizar la innovación como motor de crecimiento y consolidación.
Steve Blank, creador de la metodología Customer Development, decía en su brillante articulo Why the lean startup changes everything:
“…despite the methodology’s name, in the long term some of its biggest payoffs may be gained by the large companies that embrace it”
Pero para aplicar correctamente estas metodologías, basadas en la experiencia del usuario, en los procesos colaborativos y en el prototipado rápido y desarrollo ágil, las grandes corporaciones necesitan un cambio radical, que permita construir desde la capacidad del aprendizaje continuo. Evolucionar desde estructuras verticales a estructuras que impulsen el talento, donde las personas tienen la responsabilidad y la facultad de proponer, defender y ejecutar proyectos de innovación con autonomía, estando dispuestos a cometer errores, aprender en el camino y mejorar constantemente.
Esto es exactamente lo que ha hecho Telefónica, aplicando Lean Startup y Customer Development a su proceso de innovación. Consiguiendo aumentar en un 45% el número de proyectos de innovación al tiempo que reducían, en un promedio del 48%, el presupuesto medio invertido para cada uno de ellos y generando aprendizajes significativos en 1,5 meses o menos, lo que significa un factor de aceleración de 2,6.
Susana Jurado y María de Olano, de Telefónica I+D, son las mentoras de este modelo y autoras del informe Lean Elephants.
Se trata del primer documento publicado, a nivel internacional, por una gran corporación sobre las experiencias y resultados obtenidos al aplicar estas metodologías y que fue presentado, en la Lean Startup Conference, el congreso internacional de referencia sobre esta metodología, celebrado el pasado diciembre en San Francisco (EE.UU.).
Sin duda alguna, un gran ejemplo a seguir para otras grandes corporaciones.